Las constructoras ven la nueva Ley de Vivienda, que aún es un anteproyecto, como un texto “complicado y farragoso”, al que “le falta seguridad jurídica” y que “invade competencias autonómicas”. Así lo asegura el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández Alén, la patronal que agrupa a prácticamente la totalidad del sector.
Pese a que asume que el anteproyecto aún no es definitivo y “le queda recorrido para el diálogo”, la patronal sí que señala cuáles son los puntos con los que no está de acuerdo y donde instará a realizar cambios, que ya han presentado al Ejecutivo en el periodo de consulta pública.
“Es una ley de buenas intenciones, pero creemos que tiene que eliminar el intervencionismo, que puede frenar la fluida inversión de los fondos extranjeros en España”, ha asegurado Fernández Alén en un encuentro con medios de comunicación.
Entre esos puntos que critica la patronal de la construcción está su posicionamiento hacia la ‘okupación’.
“La redacción de la ley puede dar cobertura a fenómenos indeseados como la okupación”, indica la CNC. “Define el acoso inmobiliario como perturbar a cualquier persona en el uso pacífico de su vivienda y crearle un entorno hostil, con la finalidad última de forzarla a adoptar una decisión no deseada sobre el derecho que le ampara de uso y disfrute de la vivienda”, afirma la patronal.
“El anteproyecto”, indica la CNC, “aboga por proteger la estabilidad y la seguridad jurídica (…) con especial atención a las personas y hogares en riesgo de vulnerabilidad”. Añade, en cambio, que “no hay una redacción que promueva la adopción de medidas efectivas para proteger el derecho de la propiedad”.
En cuanto a la inseguridad jurídica que percibe en el texto, la CNC apunta a la declaración de zonas de mercado tensionado y el control de precios porque “interfieren en el derecho sobre la propiedad privada y sobre la población ahorradora”.
Choque de derechos constitucionales
“El derecho constitucional a disfrutar de una vivienda digna y adecuada (Artículo 47) debe coexistir junto a la necesaria protección del derecho constitucional a la propiedad privada (Art. 33). Para ello, en vez de apostar por una norma que imponga un tope a las rentas, convendría fomentar el diálogo entre todos los actores del sector”, indica la CNC en sus valoraciones del anteproyecto.
En cuanto a las ayudas fiscales, Pedro Fernández Alén considera que “la solución al acceso a la vivienda viene por medidas fiscales, que hacen que a la gente le quite el miedo”.
“En la Ley están bien enfocadas las ayudas fiscales”, pero insta a poner en marcha otras medidas. “Hemos propuesto que el 20% no financiable por las entidades financieras para los jóvenes puede tener un aval, como en Murcia, por parte de las Comunidades Autónomas”, ha indicado el presidente de la CNC.
Fernández Alén también ve margen de mejora en la declaración de gran tenedor y en el control de precios en áreas tensionadas que, afirma, no ha surtido efecto en otros países y ha reducido la oferta de alquiler, por ejemplo, en Berlín.
En cuanto a la reserva para vivienda social y de alquiler, el responsable de la patronal asegura que “está bien de hablar de vivienda social o de vivienda accesible incentivada”, que recoge el anteproyecto.
Sin embargo, ahonda en que “la vivienda pública la debe hacer la Administración, pero la protegida privada debería ser con colaboración público privada, que sea la empresa privada la que construya con alquileres a largo plazo que generen retorno”
Al margen de las críticas, la CNC que hay margen para cambios y que, en las próximas semanas, se reunirá con los responsables de Vivienda del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
“El texto está verde, tenemos que ver la letra pequeña. Hay que esperar porque este no es el Proyecto de Ley que llegará al Congreso y que estará más depurado”, concluye el presidente de la patronal de la construcción.
“No hay ‘boom’ de vivienda
“No hay ‘boom’ de vivienda, aunque sí viene una buena época para la construcción”, indica el presidente de la CNC respecto a los máximos de compraventas, donde en septiembre se han alcanzado las mismas cifras de compraventa que hace 14 años, antes del pinchazo de la burbuja.
“No son cifras similares porque las operaciones con vivienda nueva, en septiembre, fueron más de 10.000. ”No estamos en 100.000 viviendas nuevas“. Hace una década había ‘barra libre de financiación’ y ahora no es una situación similar por parte de las entidades financieras.