Las consultoras reclaman digitalización y aprovechar las ayudas europeas: “Nos jugamos los próximos 20 años”

Las principales consultoras han reclamado este lunes, en la sexta jornada de la cumbre empresarial organizada por la CEOE, que España aproveche las ingentes ayudas europeas destinadas a la reconstrucción para impulsar sectores clave como la transición ecológica y la digitalización. 

“En los próximos meses nos estamos jugando los próximos 20 años”, ha dicho el presidente de PwC en España, Gonzalo Sánchez, que ha instado a “aprovechar eficientemente” las ayudas europeas ante la “brutal” crisis que no espera en septiembre, que tendrá “ganadores y perdedores” a escala mundial. “Todos los países vamos a competir activamente por recuperarnos” y urge apostar por proyectos que se centren en resolver las carencias estructurales de España, como la escasa industrialización, la baja productividad o la falta de I+D+i. 

Su homólogo en EY, Federico Linares, ha señalado que España tiene una “oportunidad única” para ser un líder europeo en digitalización. Es el tercer país en despliegue de fibra óptica tras Japón y Corea, y tiene empresas que son un “referente”, por lo que debe “seguir profundizando” en robotización, inteligencia artificial, blockchain, big data o ciberseguridad, sin que sea necesario aplicar tecnología disruptiva (no hay que ser “un nuevo Silicon Valley” ni Israel) sino usar la que ya existe en empresas y administración.

Hilario Albarracín, presidente de KPMG España, ha pedido “apoyar ahora” a sectores “fundamentales” de la economía española, como ya se está haciendo con la automoción, y ha reivindicado las subcontrataciones como “un recurso eficaz para ganar eficiencia”, que “puede suponer la diferencia entre la supervivencia o la desaparición” para empresas golpeadas por esta crisis. “Tan importante como velar porque la subcontratación no oculte malas prácticas es entender sus beneficios”.

Entre constantes apelaciones a la “seguridad jurídica”, los máximos responsables de las grandes firmas de consultoría han apelado a un marco fiscal atractivo para atraer la inversión. En palabras de Linares, “las crisis no se financian con impuestos” sino con deudas, y “no es momento de plantear bajadas ni subidas” fiscales porque con la caída de la actividad “no hay capacidad de gravar”.

También ha habido mucha apelación a la “flexibilidad” laboral para lograr “una recuperación lo más rápida y lo más fuerte posible”, como ha señalado Fernando Ruiz, presidente de Deloitte España, que ha recordado que, por el menor margen fiscal del que disponía, los planes de estímulo de España ante esta crisis, un 11% del PIB del que la mayor parte son avales y garantías, tienen una potencia de fuego inferior a los de Alemania (34%), Reino Unido (18%) o Francia (14%). En EEUU se ha destinado un 11,1% pero casi un 7% son “fondos directos sin reembolso a familias y empresas” cuando en España se ha destinado solo un 1%.

Domingo Mirón, presidente de Accenture España, ha pedido “un plan de reinvención” que apueste por la transición ecológica y por digitalizar cinco áreas de “alto potencial”: sector público, pymes, grandes empresas, industria y personas. Sin perder de vista la alta dependencia de sectores como hostelería, turismo, ocio y cultura, que exigen presencia física del cliente, un sector público “que emplea a uno de cada cinco trabajadores pero cuya contribución al PIB baja al 16%” y un mercado laboral “rígido en comparación con otros jugadores”.

Pedro Mateache, presidente de la consultora de alta dirección Kearney en España, ha centrado su intervención en el efecto de esta crisis en las cadenas de suministro de los sectores industrial, manufacturero, industrial y logístico. La parte positiva: que los empresarios españoles tienen “valentía y capacidad de superación, adaptación y creatividad”, con ejemplos como Antolín, Gestamp, Talgo, CAF o Indra.

La parte negativa, que “partimos con una desventaja estructural por el tamaño de las empresas, la cuantía de las ayudas gubernamentales a la industria y la escala”. En el caso de las suministradoras de Airbus y Airbus, “las más pequeñas, menos eficientes y menos diversificadas son las que más difícil van a tener sobrevivir” hasta que regrese la demanda, “si es que regresa”. Mateache ha puesto en valor la función de los fondos de capital riesgo. “Deberán continuar jugando un papel fundamental y no ser denostados con calificativos despectivos de marcado carácter ideológico que no se corresponde para nada con la realidad”.