A unas semanas de cerrar la primera mitad del ejercicio 2024, hay una sociedad que está protagonizando casi todas las grandes operaciones corporativas que se han producido en España en lo que va de año. Se trata de Criteria Caixa. Con una excepción, la opa hostil lanzada por BBVA sobre el Banco Sabadell. Ahí el holding que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación La Caixa es un espectador en primera línea, porque también es el primer accionista de Caixabank, la mayor entidad financiera de España, que verá cambiar su sector si sale adelante esa fusión.
Criteria Caixa lleva meses acaparando titulares por sus inversiones. Unos movimientos que, juntos, superarían los 5.000 millones de euros. En este tiempo, Criteria se ha metido en una constructora, en una empresa de colonias y va a reforzarse en otras cotizadas donde ya estaba presente, como Telefónica o la inmobiliaria Colonial.
El último paso llegó la semana pasada, cuando el holding presidido por Isidre Fainé comunicó la compra del 9,4% del capital social de ACS, valorado en 983 millones de euros. Será el segundo mayor inversor en la constructora, solo por detrás de su presidente, Florentino Pérez, que ronda el 13%.
Una relación que viene de lejos
De esa operación, Criteria destacó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la diversificación geográfica de la empresa madrileña, que factura 35.700 millones y tiene en cartera proyectos que superan los 73.500 millones. También, las oportunidades que le dan sus filiales, como la estadounidense Turner, la australiana Cimic y el grupo de autopistas Abertis.
Y es esta última donde se halla la raíz de la relación entre Florentino Pérez e Isidre Fainé, que se convertirá en consejero de ACS. Juntos ya fundaron hace dos décadas Abertis, como uno de los principales gestores de autopistas de Europa. Un negocio en el que iban de la mano hasta 2018. Entonces, la propia ACS y el grupo italiano Atlantia lanzaron una opa conjunta por Abertis. Y ahí Criteria aprovechó para salir y hacer caja, porque ingresó con esa operación más de 3.300 millones de euros.
Ahora, Fainé y Pérez volverán a sentarse en un mismo consejo de administración y es la propia Criteria quien explica por qué le interesa invertir en la constructora. “La política de retribución al accionista de ACS, con un dividendo estable y creciente, previsto en su nuevo Plan Estratégico 2024-2026, encaja en la estrategia de Criteria Caixa de buscar opciones de inversión con enfoque de largo plazo que maximicen la rentabilidad por dividendo”, indicó al sellar la adquisición. En este caso, ACS tiene como objetivo el reparto de 2.000 millones de euros durante esos tres años.
Nuevas cotizadas y reforzarse en pesos pesados
Una de las claves de este apetito inversor son los dividendos que sirven a Criteria como el motor y la gasolina de estas operaciones corporativas: busca empresas que apuesten por retribuir anualmente a sus inversores y, con eso, engrasar la maquinaria para seguir creciendo.
Por ejemplo, otro de los movimientos recientes implica a Puig, el grupo de perfumes que salió a Bolsa a principios de mayo. En ese salto al parqué, Criteria se ha hecho con el 3% del capital social, con acciones de clase B, que tienen menos derechos de voto, pero los mismos cuando toca cobrar el dividendo. Este movimiento le ha conllevado una inversión de 425 millones y lo considera atractivo porque la moda y la belleza son sectores que crecen, incluso si viniesen mal dadas. Esta industria ha “demostrado ser resiliente en situaciones de crisis, con crecimientos anuales de cerca del 5% desde hace décadas”, justificó.
Y habrá dividendo. “La propuesta de 'pay-out' anunciada por Puig, con un dividendo estable y creciente, de en torno al 40% del resultado, encaja en la estrategia de Criteria Caixa de buscar opciones de inversión con enfoque a medio y largo plazo que maximicen la rentabilidad la rentabilidad por dividendo”.
Al margen de desembarcar en nuevas cotizadas, Criteria también está acelerando en otras, donde ya estaba, en las que tendrá más peso y se reforzará como accionista de referencia. Por ejemplo, en la socimi Colonial va a pasar del 3% al 17%. Un paso que, además, le va a servir para reordenar su cartera inmobiliaria en un momento donde los promotores no ven techo a los precios, ni de venta ni de alquiler, porque asumen que van a seguir creciendo.
En otras dos cotizadas, Telefónica y Naturgy también ha reconocido que va a reforzar su poder como accionista de referencia. En la 'teleco' ya llega al 5% pero tiene intención de alcanzar el 10% e igualar el peso de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). De esta forma, conformaría un núcleo duro, junto al Estado, frente a la presencia del grupo saudí STC, que también roza el 10%. “Para Criteria Caixa, primer holding inversor en España, su participación en Telefónica tiene carácter estratégico y de largo plazo”, argumentó la sociedad. “En este sentido, su principal objetivo es dotar a la operadora de telecomunicaciones, que es una compañía esencial tanto para el país como para el sector a nivel internacional, de la mayor estabilidad accionarial”. Un claro mensaje sobre cuáles son sus intenciones.
Como en Naturgy. La posible venta de las participaciones de los fondos CVC y GIP que suman un 40%; daría entrada al gigante Taqa, controlado por Abu Dabi. Eso derivaría, también, en el refuerzo como accionista de Criteria, que mantiene el 26,7%, De esta manera, ampliaría su peso como socio de referencia ante el recurrente debate de cómo garantizar la españolidad de empresas estratégicas, como las energéticas o las de telecomunicaciones. “Criteria Caixa considera estratégica su inversión en Naturgy”, asumió, “compañía en la que está presente con visión de largo plazo, vocación de permanencia y con el objetivo de salvaguardar y consolidar su política de remuneración al accionista”. De nuevo, los dividendos.
¿Pero qué es Criteria Caixa?
Criteria es el holding que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación La Caixa. Es decir, la sociedad posee una cartera de inversiones, de participadas, que ahora está aumentando; y que le van nutriendo de dividendos. Con ellos, o bien genera más inversiones o bien inyecta fondos a la Fundación de la que depende.
De esta forma, por debajo están sus participadas, con un valor de activos que superaba los 26.500 millones de euros al cierre de 2023, antes de todas las operaciones de los últimos meses. Dentro de ese paraguas estaba el 26,7% en Naturgy; un 4,36% en Cellnex; o el 2,55% que mantenía en Telefónica, el que ahora subirá al 10%. Y luego sus inversiones en banca: casi un 20% en The Bank of East Asia; un 9% en Inbursa, controlado por Carlos Slim. Y, sobre todo, el 31,92% de Caixabank. Es el primer accionista del banco, solo por delante del Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que tiene más del 16%. Una participación de control público que deriva del rescate de Bankia, fusionada con Caixabank en 2021.
Estado y Criteria comparten capital en Caixabank, estrategia y la visión de generar dividendos de la entidad financiera, sobre todo en los años en los que la banca logra resultados record, gracias a los tipos de interés. Solo en el año 2023, según la memoria de Criteria, sus participadas le aportaron 1.114 millones de euros en dividendos. De ellos, prácticamente la mitad correspondió a Caixabank, que aportó a la sociedad catalana 588 millones. A ellos sumó otros 388 millones de Naturgy y 42 millones de Telefónica, entre otros.
Esas son las participadas que tiene hasta ahora, hasta este reciente acelerón inversor. Y puede que los últimos movimientos no sean los únicos, porque hay otra operación gestándose entre las cotizadas españolas, la opa del grupo húngaro Magyar Vagon por el fabricante de trenes Talgo, por 619 millones de euros, que cuenta con la oposición del Gobierno. De hecho, el Ejecutivo ya ha abierto la puerta a que entren otros “actores” en juego. “Esa alternativa se puede constituir sin auspicio del Gobierno de España”, aunque “si hubiera que auspiciarla, la valoraríamos”, aseguró el ministro de Transporte, Óscar Puente. Y, entre esos posibles actores que defiendan la españolidad de Talgo, suena Criteria como alternativa, de la mano de un socio industrial, aunque Criteria no ha llegado a confirmar nada al respecto.
Si las participadas están por debajo del paraguas de Criteria, por encima está la Fundación La Caixa. Una fundación, también presidida por Isidre Fainé, que para este año cuenta con un presupuesto récord de 600 millones de euros, que se alimenta de los mencionados dividendos de Criteria.
En el patronato de esa fundación, también están otros representantes de empresas participadas por la sociedad catalana, como el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete; o de empresas participadas por el Estado, como el presidente de Indra, Marc Murtra. También figura el expresidente de Inditex, Pablo Isla; o el exdiputado de CiU, Francesc Homs. Y vocales alejados del mundo empresarial, como el nombrado por Cruz Roja, Luis Carreras del Rincón; o por Cáritas Diocesana de Barcelona, Eugenio Gay Montalvo.