- Santander ha anunciado el cierre de 450 oficinas de su red y una reducción de plantilla
El incremento de los smartphones, el mayor uso de la banca online y la aparición de nuevas empresas financieras tecnológicas -conocidas como fintech- hacen que cada vez sea menos necesario acercarse a una sucursal bancaria. Desde el móvil o el ordenador se pueden pagar recibos, realizar transferencias u operar en bolsa. Esta digitalización del sector pasa factura a los trabajadores y a las oficinas.
Un informe de Citi cifra el recorte del empleo que se vivirá en los próximos diez años en el 30% de las actuales plantillas de la banca europea y estadounidense, un dato que crece hasta el 40%-45% si se toman las cifras de la época precrisis. En España, el sector ya ha sufrido un ajuste de plantilla del 25% desde que comenzó la crisis, según los datos del Banco de España, y todo apunta a que este seguirá pero ahora con la remodelación del sector a nivel mundial como catalizador.
Santander acaba de anunciar que cerrará 450 oficinas y realizará un “ajuste” de plantilla del que todavía no ha determinado el número. Al tiempo que se conocía la noticia de Santander trascendía que el Banco de Caja España de Inversiones Salamanca y Soria (CEISS) -perteneciente a Unicaja- también va a iniciar un proceso de “reestructuración laboral”. En 2013, la entidad había realizado un ERE de 1.230 empleados y ya entonces se esperaba que salieran otros 400 empleados en los siguientes años.
“Estamos en un punto de inflexión para la banca minorista motivado por la automatización y la digitalización”, avisa el texto de Citi que prosigue asegurando que según los bancos vayan eliminando oficinas esto conllevará una reducción natural de los trabajadores. El documento elaborado por siete analistas de la entidad señala que el coste de las mismas y de sus empleados supone un 65% del coste base de un gran banco y añade que muchos de estos gastos podrán ser eliminados por la automatización.
Además, señala como otra de las grandes amenazas para el futuro de la banca el aumento de cuota de mercado de las fintech, que en Europa y en Estados Unidos todavía son menores pero que en China ya se están comenzando a igualar. Los clientes de fintech en el mercado chino ya suponen una cantidad similar a los usuarios de los grandes bancos en ese país.
La banca en España
Este recorte en el empleo se produce en un sector ya tocado por la crisis económica y que tras la caída de Lehman Brothers ha visto como se iban reduciendo sus efectivos. Las fusiones entre entidades ha ido reduciendo el número de oficinas y a la par el número de empleados. En España, los últimos datos publicado por el Banco de España muestran que el número de empleados se ha reducido un 25% entre 2008 y 2014 (los últimos datos ofrecidos), desde 270.855 personas empleadas en las entidades de depósito hasta los 203.305 trabajadores. Respecto al número de oficinas, el sector ha menguado desde las 46.118 de 2008 hasta las 31.087 a cierre del año pasado.
Un descenso que todo apunta a que seguirá, sobre todo, tras el anuncio de Santander que ya ha dicho que va a cerrar 450 de las oficinas más pequeñas de la entidad. El banco rojo ha señalado que las sucursales afectadas son oficinas de pequeño tamaño, con menos de tres empleados, y han subrayado que estas medidas no supondrán la desaparición del Banco Santander en ninguno de los más de 2.000 municipios en los que tiene presencia actualmente.
La inversión en tecnología
La inversión en tecnología financiera ha vivido un espectacular repunte en los últimos diez años. Así, el importe destinado a este área ha crecido desde los 1.800 millones de 2010 hasta los 19.000 millones del año pasado, con un 70% de esta centrándose en la última parte del proceso -la relativa a la experiencia del usuario-, según los datos recogidos en el informe de Citi. En el campo de las finanzas, un reducto tradicional de la banca, han aparecido nuevos jugadores que permiten realizar operaciones. El mismo día que Santander anunciaba el recorte de oficinas, BBVA informaba de que integraba su banco online Uno-e para consolidarlo en el negocio de la entidad y reforzar la apuesta por la digitalización.
Algunos de ellos como Paypal han conseguido ya un tamaño que les permite ser grandes jugadores aunque en su mayoría son por ahora pequeñas empresas que aprovechan sus estructuras ligeras para generar economías de escala. “Estamos en una etapa temprana en la disrupción del ciclo bancario, pero percibimos que existe un considerable riesgo. Sin embargo, una cuestión abierta si los bancos estadounidenses y europeos conseguirán incorporar esta innovación, no solo hablamos de la tecnología blockchain -similar a la que se usa en las bitcoin- sino a hacerlo antes de que sus competidores fichtech consigan ganar escala”, asegura Greg Baxter, director de estatregia digital de Citi.
La banca ya ha comenzado a armarse ante la eclosión de las pequeñas empresas independientes que estaban entrando a competir en el mundo de las finanzas. Los bancos han ido desarrollado aplicaciones para el pago móvil, gestionar las cuentas desde el móvil o devolverse dinero entre personas. La duda ahora reside en la velocidad sobre cómo evolucionará el sector tradicional y si las nuevas empresas conseguirán arañar cuota de mercado.