La subida del precio de los alimentos se ha tomado un pequeño respiro en abril, al menos en España. Una “ralentización de la escalada”, según los datos de inflación publicados el viernes, que llega después de que en marzo la cesta de la compra se disparase un 16,5%. Pero esa ralentización no ha llegado a los resultados de las multinacionales ligadas al gran consumo, que siguen con sus cifras de ingresos disparadas y que llevan meses señalando que están recuperando sus márgenes.
El contexto apunta a una relajación, aunque aún no se note al hacer la compra. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, reconocía esta semana que la bajada de precios va más despacio de lo que pensaba pero que se ha logrado “contener” la escalada. “La tendencia a la baja de los alimentos y bebidas no alcohólicas”, es un “buen dato”, indicó el ministro el viernes en una entrevista en TVE a la espera de que España “entre en una senda de disminución del precio de los alimentos”.
De momento, esa senda no se ve en los resultados de empresas como Danone, Nestlé o Coca-Cola, que ya han presentado su evolución en el primer trimestre del ejercicio. Multinacionales que asumen que sus precios, en la mayoría de casos, han subido más de un 10%. También, que hay costes que ya han comenzado a bajar.
Hay que tener en cuenta que la inflación, en el conjunto de la Unión Europea está en el 6,9%, según los últimos datos de marzo. Con la subyacente -que excluye energía y alimentos frescos- aún al alza y en el 5,7%. Mientras, en Estados Unidos, la inflación general está en el 5% y lleva nueve meses a la baja, pero eso no ocurre con la subyacente que ha alcanzado el 5,6%.
Una de las multinacionales que asegura que sí tiene costes que van a la baja es Danone. El responsable financiero de la empresa francesa, Juergen Esser, apuntó en la conferencia con analistas que hay materias primas que siguen subiendo, como la leche líquida o el azúcar, pero otras -que no desglosó- están bajando. “Esperamos que la inflación decrezca a lo largo del año”, apuntó.
De momento, sus precios han subido. Danone, que también es dueña de marcas de agua embotellada, como Evian, Font Vella o Lanjarón reconoce incrementos del 10%, el mismo porcentaje que han subido sus ventas.
Una situación que prácticamente calca Nestlé. En el caso de la multinacional suiza, la subida de precios ha sido del 9,8% que le ha permitido compensar una caída de ventas en volumen del 0,5%. En total, ingresó 23.500 millones de francos suizos, casi 24.000 millones de euros, un 5,6% más que hace un año.
La compañía dueña de Nespresso, Kitkat y Purina también ve una relajación en el horizonte, pero no detalla cuándo se producirá. Su presidente, Paul Bulcke, apuntó esa tendencia en una entrevista donde también explicó que todo este contexto ha convertido las acciones de Nestlé en un “valor refugio para los inversores”.
En cambio, otras compañías están mejorando sus previsiones, precisamente, porque la inflación sigue y la demanda no cae. Es el caso de Mondelez, dueña de Toblerone y Milka. Ahora anticipa que su facturación crecerá este año un 10%, cuando antes era un 7%. “Solo hemos terminado en un 80% con las subidas de precios y aún hay negociaciones que están en marcha”, apuntó a los inversores su consejero delegado Dirk Van de Put. También ha mejorado sus previsiones otro gigante, como Colgate-Palmolive, que ahora prevé que sus ingresos crezcan cerca de un 10%, mientras antes creía que se quedaría por debajo del 5%.
La subida de ingresos y de precios afecta a las compañías de alimentación y a las de bebidas. El grupo cervecero Heineken publicaba hace unos días su marcha en el inicio del año. Apuntó que sus ingresos, a escala global, aumentaron un 9,2%. Y que en España, su facturación neta creció un 20% “impulsada por el aumento del volumen y el mix de canales y marcas”. En Europa, la multinacional holandesa asegura que su “mix de precios en una base geográfica constante aumentó un 13,6%”.
En bebidas no alcohólicas, algo muy parecido. Coca-Cola subió precios, de media, un 11%; y Pepsico, un 16%. Con estos incrementos, sus cifras de facturación han volado un 5% y un 10%.
Pepsi también fabrica alimentos, porque es dueña de Matutano o del gazpacho Alvalle y sí ha ahondado en cómo van sus costes. Su responsable financiero afirmó a la agencia Reuters que la multinacional trata de cerrar la compra de materias primas con una anticipación de 12 meses. “Cada vez que hay un aumento de precios de las materias primas, nos golpea un poco más tarde; y cuando hay una disminución de las materias primas, también sentimos el resultado de esa disminución un poco más tarde”, justificó.
En cuanto al siguiente eslabón de la cadena, el de la alimentación, no todas las empresas desvelan cómo les va, solo las cotizadas y no indican cómo van sus márgenes. Por ahora, hay datos de Carrefour y de Dia.
La compañía francesa ha comunicado que, entre enero y marzo, ingresó 2.711 millones de euros en España. Una cifra que es un 7,8% superior a la de hace un año. No da datos sobre márgenes o rentabilidad. En cambio, afirma que el incremento observado en España, aupado por las ventas de alimentos y de productos no alimentarios, es el tercero más alto de todos sus mercados europeos. Solo está por detrás de Rumanía y Bélgica.
Mientras, Dia ha publicado sus ventas brutas bajo enseña en España, que avanzaron un 10,2%, hasta los 1.324,6 millones de euros. También, que el número de tickets mantiene una tendencia positiva, con un incremento de 7,5% entre enero y marzo a nivel grupo (donde también están Argentina, Brasil y Portugal), con una reducción del importe de la cesta media del 0,5%.
En paralelo a estos resultados, la consultora NIQ constata que compramos menos, pero nos cuesta más caro. En marzo, observó un crecimiento del 15,2% en el precio promedio de la cesta de la compra. Sin embargo, las ventas en volumen cayeron más de un 5%, según esta consultora.
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