A la hora de organizar un viaje, la aparición de las nuevas plataformas de economía colaborativa ha aumentado el número de posibilidades para decidir qué hacer, cómo alojarse y cómo visitar una ciudad. Pero además de la experiencia, el presupuesto puede rebajarse considerablemente si se utiliza una o varias de estas herramientas. En eldiario.es queremos ver cómo cambia el presupuesto en función de la forma de organización. Planificamos un viaje de fin de semana de Madrid a Barcelona saliendo el viernes y volviendo el domingo para finales de enero y el resultado es que si utilizamos las webs o aplicaciones colaborativas, el coste se puede llegar a reducir hasta la mitad.
El transporte
Para quienes quieran viajar a través de una plataforma colaborativa, en la web de Blablacar podemos buscar un coche compartido para realizar viajes por España. Al mirar la oferta de la página, vemos que los precios para compartir los gastos del viaje oscilan entre los 23 y los 36 euros por trayecto entre Madrid y Barcelona. Así, el viaje de ida y vuelta nos sale por 60 euros. Si preferimos la opción colaborativa pero nos gusta marcar nuestros propios horarios existe la opción de viajar en un coche alquilado a través de Social Car, una plataforma para el alquiler del vehículo a otro particular.
En la oferta que nos ofrece esta web para recoger un coche el viernes y devolverlo el domingo encontramos varias opciones con precios que oscilan entre los 20 y los 50 euros por día, en función del modelo. Por ejemplo, un Hyundai i30 Comfort tiene una tarifa de 32 euros por día. Así si lo alquilamos durante dos días el precio será de 77,44 euros y se le sumarán 6,5 euros por hora de más que lo utilicemos.
Una opción más tradicional es viajar de Madrid a Barcelona en tren, autobús o avión. En el caso de Renfe, la opción de ir en AVE con tarifa ida y vuelta asciende a 174,45 euros si optamos por la tarifa que hace descuento por compara a la vez ida y vuelta. Este precio podrá ser más barato en el caso de que haya un horario con tarifa promocional o si viajamos cuatro personas que pueden optar a la tarifa mesa que permite viajar más barato al comprar las cuatro plazas a la vez.
En el caso del autobús, el trayecto lo realiza la compañía Alsa, observamos que el precio es más barato aunque la tarifa dependerá del horario escogido. De esta forma, comprando un billete para salir el viernes a las 14:30 de la tarde y volver el domingo a las 16:30 el precio total asciende a 58,34 euros; el primer billete cuesta 32,41 euros y el segundo asciende a 25,93 euros. Si preferimos el avión, en un buscador encontramos precios desde 85 euros para vuelos en horarios similares, a lo que hay que sumar la comisión que cobran por pagar con tarjeta Mastercard o Visa, lo que eleva el precio por encima de los 130 euros.
El alojamiento
Airbnb es la plataforma que permite encontrar alojamiento en casas particulares o alquilar apartamentos completos. En el caso de querer alquilar una habitación en esta plataforma encontramos bastantes opciones en el centro de la ciudad. Nos decantamos por una doble en el barrio gótico que cuesta 36 euros por noche, al ir a reservar hay que añadir al precio 8 euros de la tarifa por servicio por lo que la estancia total para el fin de semana asciende a 76 euros.
Si queremos vivir aún más la experiencia colaborativa, y además gastar menos dinero, podemos optar por la opción del couchsourfing que permite dormir en casas locales que ofrecen los anfitriones sin tener que desembolsar dinero. De hecho, el nombre de esta plataforma nace de la palabra inglesa couch que se traduce como sofá y hace referencia al hecho de quedarse a dormir en el salón de alguien.
En el otro lado, la opción más tradicional de decidir alojarse en un hotel supone también que se produzca una subida de precio. Al buscar una opción en la zona, encontramos un hotel de una estrella en el que hay plazas y a través de Booking nos permite reservar una habitación doble para dos noche por 135 euros, eso sí sin opción de cancelación puesto que esta posibilidad eleva el precio hasta los 150 euros.
Los restaurantes
La economía colaborativa ha llegado a casi todos los aspectos de la vida cotidiana y la plataforma VizEat permite comer en casa de anfitriones particulares. Encontramos la opción de cenar una fideúa casera con un entrante de almejas acompañado todo de vino blanco por 25 euros en casa de un cocinero mexicano que lleva diez años viviendo en Barcelona.
Para compararlo buscamos un menú similar en un restaurante de la ciudad. En un local de la Barceloneta, vemos que el plato de fideua cuesta 18 euros por persona, a lo que si sumamos un entrante (entorno a los 10 euros) y el vino blanco (el más barato de la carta son 16,50 euros) hace que el total de la cuenta ascienda a los 44,50 euros.
Las actividades
La web Trip4Real ofrece actividades organizadas por gente que vive en las ciudades para enseñar los rincones de la localidad. Una opción que se ofrece en Barcelona es la visita a pie del centro histórico de la mano de un historiador por 15 euros. Si preferimos algo organizado dentro de los cánones tradicionales existe la opción de visitar la ciudad en un autobús turístico por 28 euros.
En las excursiones fuera de la ciudad, una visita a Montserrat organizada en Trip4Real cuesta 40 euros mientras que en una agencia tradicional la visita a Montserrat y a una bodega de cava sale por 89 euros.
** Bonus track: El transporte en la ciudad
El transporte en la ciudad también tiene diferentes opciones aunque es más complicado hacer una comparativa entre el modelo tradicional y el colaborativo dado que las diferentes opciones no son totalmente sustituibles las unas por las otras. Por ejemplo, es posible optar por el carsharing -nombre en inglés para compartir coche- y alquilar un coche por horas (en este caso no es un negocio entre particulares=. Avancar, la rama española del gigante estadounidense Zipcar, permite esta opción en diferentes puntos de la ciudad con tarifas desde cuatro euros la hora. Esta opción es la más adecuada en el caso de querer moverse fuera de la ciudad, pero si el turista únicamente va a visitar el casco urbano probablemente prefiera un abono de transportes. La tarjeta turística para dos días cuesta 14 euros.
En el caso de preferir la bicicleta, en Barcelona existe un servicio municipal de alquiler de las mismas. Sin embargo, para poder utilizarlo es necesario tener un abono anual que cuesta 47 euros por lo que no es lo más rentable si se va a ir únicamente un fin de semana de turismo a la ciudad.