El italiano ha explicado ante la Comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara que “es probable” que la inflación se mantenga en los niveles actuales durante los próximos meses y que cierre en el 1,7% entre este año y 2020.
“Este perfil estable oculta una menor contribución de los componentes no principales del índice general y un incremento relativamente vigoroso de la inflación subyacente”, ha añadido, para después señalar que, como “reflejo” de esta dinámica, el BCE prevé que la inflación alcance el 1,8% en 2018 sin tener en cuenta la evolución del precio de alimentos y energía.
El presidente del BCE ha señalado que espera que la inflación subyacente “aumente más en los próximos meses” a medida que el mercado laboral europeo presione al alza los salarios. En este sentido, ha destacado que el crecimiento de los salarios negociados en la eurozona se incrementó desde el 1,5% en 2017 hasta el 1,7% registrado en el primer cuarto de este año y el 2,2% en el segundo.
“Esto apoya nuestra confianza en que el repunte en el crecimiento de los salarios continuará porque los acuerdos salariales a menudo duran dos años o más”, ha expresado el italiano.
Draghi ha explicado que las medidas de inflación subyacente continúan “por lo general silenciadas”, pero ha remarcado que “han crecido desde mínimos a medida que las presiones sobre los precios domésticos se están ampliando y fortaleciendo”.