El Estado ha ejecutado el anuncio de la toma de control de la Sareb, conocido popularmente como 'banco malo'. Hasta ahora, el fondo de rescate bancario, FROB, era el propietario del 45,9% de las acciones de la sociedad, y ahora se eleva al 50,14%, tras haber adquirido un 4,24% a otros accionistas privados. Con ello, se cumple el anuncio realizado hace unos meses por el consejo de ministros, y se produce al mismo tiempo un cambio en la cúpula. El que era consejero representante del FROB en el consejo de administración, Javier Torres, se ha convertido en el nuevo presidente de la Sareb, en sustitución de Javier García del Río.
El Estado se había aproximado a los socios privados de la sociedad, las grandes entidades bancarias y aseguradoras salvo BBVA, para ofrecerles un céntimo de euro por cada 39.710 euros. Ni el FROB ni la Sareb han informado sobre los accionistas que han vendido su participación.
El Gobierno había realizado previamente un cambio de la ley que permitía al FROB superar la barrera del 50% de las acciones del banco malo, aunque descartó desde el primer momento llegar al 100% de los títulos. Así, se formaliza un estatus para la Sareb que ya era una realidad después de que el año pasado Eurostat obligara al Estado a asumir como propia la deuda de esta sociedad al ser su avalista. Fueron 35.000 millones más de deuda pública.
La Sareb nació en 2012 dentro del proceso de rescate bancario. Es una sociedad que absorbió los activos tóxicos de las entidades financieras rescatadas para limpiar sus balances. Estos activos fueron adquiridos con una emisión de deuda por parte de la sociedad que, según se constató posteriormente, sobrevaloró su valor real, lo que ha acabado provocando problemas añadidos a las cuentas de esta sociedad. El objetivo con el que nació esta sociedad, y que todavía tiene una vida legal hasta 2027, fue el de desinvertir en estos activos revendiéndolos en el mercado.
La nueva realidad accionarial de la Sareb se ha traducido en un cambio en el consejo de administración. Torres asume la presidencia ejecutiva de la sociedad, en sustitución de García del Río. Éste había accedido al cargo hace menos de un año, sustituyendo a Jaime Echegoyen, quien dimitió del puesto. Además, se ha formalizado la salida de los consejeros dominicales que representaban a los accionistas privados. Así, han dejado el consejo de administración Javier García-Carranza Benjumea y Jaime Rodríguez Andrade, por parte del Banco Santander, y Jorge Mondejar López por Caixabank. Enric Rovira, que ocupaba un puesto de consejero en representación de Banco Sabadell, renunció hace unos días con motivo de su baja laboral en la entidad financiera. También han salido los consejeros independientes Francisco Javier Bartolomé e Iñaki Goikoetxeta por vencer su mandato de cinco años.
Torres era hasta la fecha consejero de la sociedad en representación del FROB. Pertenece al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado y cuenta con una trayectoria profesional en el ámbito público y también en el sector financiero. Desde 2017 hasta 2019 fue director de Resolución y Estrategia del FROB. Previamente desarrolló su carrera profesional en el Banco Santander, donde desempeñó diversas responsabilidades en la división de Riesgos, en Tesorería, en el grupo industrial, en Banca Mayorista, como adjunto a la vicepresidencia y en sociedades filiales. Además, ha trabajado también en el ICEX, en la Dirección Territorial de Economía y Comercio de San Sebastián y como profesor de Microeconomía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense.
Pese a la toma de control y el cambio en la presidencia, la intención del Estado es mantener al 'banco malo' como una empresa privada. Así figuraba en la norma con la que se aprobó la ampliación de la participación por encima del 50%. “Se prevé que el FROB pueda llegar a una posición mayoritaria en el capital de Sareb sin que ésta adquiere la condición de sociedad mercantil estatal”, señalaba la norma. El Real Decreto, sin embargo, sí habilita al Estado a controlar los salarios de la cúpula de la Sareb. Este tema ha sido en el pasado polémico en el seno de la sociedad que, aunque no era pública, sí que tenía al FROB como principal accionista.