Las oficinas autonómicas del Servicio Público de Empleo y las estatales del sistema de prestaciones (SEPE) están recibiendo estos días una avalancha de peticiones de asistencia de trabajadores repetinamente desempleados debido a la gran cantidad de empresas que se están acogiendo a suspensiones de empleo (ERTE) o que directamente están despidiendo a sus empleados, en medio de la crisis sanitaria y económica del coronavirus. Fuentes del Ministerio de Trabajo cifran los picos de demanda en un 300%, y hablan de 100.000 llamadas “atendidas y resueltas” el pasado miércoles día por parte del servicio telefónico del SEPE, según datos proporcionados a eldiario.es.
Para entender la magnitud a la que se enfrentan en las oficinas, solo en Catalunya los trabajadores afectados por ERTE se dispararon el pasado viernes hasta los 152.230, casi 120.000 más en tan solo un día, con un total de 8.640 expedientes presentados, mientras que en Galicia el número de expedientes superaba los 4.230 y en la Comunidad Valenciana se han contabilizado 7.673 solicitudes para 59.248 trabajadores. Según los datos recopilados por RTVE entre las comunidades autónomas y sindicatos se han presentado al menos 32.595 expedientes a nivel regional, a los que hay que sumar otras 400-500 solicitudes de ámbito estatal.
En semejante contexto, el propio personal de las oficinas se encuentran bajo mínimos debido a las medidas de seguridad puestas en marcha en los lugares de trabajo para evitar la propagación de esta enfermedad. Las prestaciones se tramitan primero acudiendo a la oficina de empleo autonómica, que es la encargada de gestionar la demanda y las ofertas de empleo, y después al SEPE, dependiente del Gobierno central, que se encarga de autorizar y gestionar las propias prestaciones. En el caso de la Comunidad de Madrid a menudo comparten espacio en el mismo edificio. Desde el pasado día 16 de marzo se encuentran cerradas al público de manera presencial y continúan prestando atención telefónica y telemática.
“Hace dos semanas empezamos a tener un volumen inusual de público en las oficinas de empleo. Pero es que desde el lunes 9 de marzo, empezamos a dar cifras de 300, 500 personas diarias concentradas en cinco horas (abren de 9 a 14 horas), en oficinas en las que habitualmente hay 150-200 como mucho”, relata a eldiario.es la trabajadora de una de estas oficinas en Madrid, que asegura que inicialmente no se tomó ninguna precaución higiénica a pesar de que ya se estaba produciendo el cierre de colegios y generalizando el teletrabajo en los lugares en los que era posible.
Una vez que se produce el cierre al público presencial, hay una parte de los trabajadores que permanece en sus puestos, y otra es enviada a casa. Según explica Françoise Calvo, de UGT, en el caso del SEPE se tomó esta medida con personal de riesgo y aquel con niños o ancianos a cargo, y se ha comenzado a implantar el teletrabajo cuando es posible.
El sindicato reclama la contratación de 1.500 interinos para reforzar la plantilla, como se hizo en la crisis de 2008. “Aquella vez la gente se iba quedando en paro poco a poco, esta vez está siendo todo de golpe”, relata la responsable sindical, que habla de una futura contratación de 1.000 personas, una cifra que, a su entender, será insuficiente.
“Desde las direcciones provinciales del SEPE se dio indicación desde el primer momento de seguir con las tramitaciones y se reforzó el servicio telefónico y telemático. También se ha reforzado el teletrabajo, para que el funcionariado pueda atender estas demandas desde sus propias casas”, indican por su parte fuentes del departamento de Yolanda Díaz.
El Ministerio reconoce no obstante que en el caso de Madrid, con más de cuarenta oficinas, “las incidencias han sido mayores que en otros lugares”, por ser uno de los principales focos de personas afectadas por la pandemia. Pero afirman que “se está trabajando, como en el resto de las oficinas, para regularizar la situación y dar todos los servicios”.
Recalcan también que para acceder a la prestación por desempleo a las personas trabajadoras afectadas por un ERTE no les resulta necesario estar inscrito como demandantes de empleo. Serán las empresas y no los trabajadores quienes asuman esta gestión. La responsable de UGT recomienda que por si acaso los trabajadores afectados por este tipo de despidos temporales intenten confirmar con su empresa que ha realizado este trámite. Y recuerda que quien no haya sido nunca demandante de empleo sí debe de darse de alta en las oficinas autonómicas para que consten allí sus datos.
Este último trámite se puede hacer por correo electrónico. En el caso de Madrid, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha anunciado que próximamente se va a habilitar un formulario online para la demanda de empleo.
Oficinas autonómicas que teletrabajan y otras que no
En el caso de las oficinas autonómicas, según relatan trabajadores de las mismas, en algún caso se teletrabaja y en otros no, a discreción del director de cada una. Una trabajadora de la sede de un pueblo al sur de Madrid asegura que de las alrededor de quince personas que normalmente prestan servicio ahora se van rotando para que haya tres cada vez.
Desde que comenzó esta crisis, cada día reciben más de cien correos electrónicos pidiendo darse de alta como demandantes de empleo, además de decenas de llamadas. Ellos logran tramitar una media de veinte, asegura. A las personas que se ponen en contacto telefónico les explican que tienen que mandar un correo electrónico con ciertos datos como DNI, dirección, teléfono y correo, y que no es suficiente con la llamada.
En cuanto al teletrabajo, con el objetivo de al menos contestar los correos electrónicos, esta funcionaria explica que sus superiores decidieron no implementarlo al no contar todos los trabajadores del centro con los medios suficientes en su domicilio. “Cada oficina de empleo está yendo por libre con el teletrabajo por decisión de cada director”, afirma.
Otra trabajadora de una oficina del centro de Madrid confirma que en su caso sí se está teletrabajando para atender correos electrónicos. “Estamos tratando de dar cauce a todas las peticiones, a veces sin rellenar toda la información necesaria, ya se hará, y sin un respeto escrupuloso de la protección de datos”, asegura. Su temor, en todo caso, es que el cuello de botella se produzca en el SEPE. Recuerda que la próxima semana deberán estar cerradas las nóminas de abril.
Al margen de los ERTE, las oficinas de empleo y el SEPE deben tramitar los despidos. “Temo que hay empresas que van a aprovechar para hacer limpieza”, asegura Calvo, de UGT. Esta preocupación tiene que ver también con cuestiones de tramitación, ya que no va a ser tan automática (vía empresas) como los ERTE. A este respecto, el Ministerio asegura que se puede pedir cita previa online y que las personas afectadas serán contactadas posteriormente.