Qualytel, la empresa de telemárketing que gestiona el número 016 de atención a víctimas de violencia de género, vuelve a la carga: el grupo ha enviado las cartas de despido a 13 personas que trabajan con contrato indefinido en su centro de Sevilla, de las que siete tienen jornada reducida por cuidado de hijo. Una de ellas, además, estaba embarazada en el momento del despido, aunque la empresa llegó posteriormente a un acuerdo con ella para elevar su indemnización a cambio de que no denunciara.
Qualytel forma parte del grupo Arvato Bertelsman, que cuenta con una distinción del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad por unirse a la red de empresas por una sociedad libre de violencia de género.
La empresa anunció hace unas semanas que acababa una de las campañas de ONO que gestionaba. Poco después envió las cartas de despido a 35 personas: varias de ellas contaban con un contrato por obra y servicio o bien trabajaban a través de una ETT, pero trece eran trabajadores indefinidos y siete de ellos tenían una reducción de jornada por cuidado de hijos. “Aprovecharon para despedir a indefinidos con la excusa del fin de la campaña”, dice Sergio Mulero, representante de CCOO en Qualytel Sevilla.
El Estatuto de los Trabajadores deja claro que los despidos de mujeres embarazadas o de personas que estén acogidas a una reducción de jornada por cuidado de hijos o familiares serán nulos, salvo que esos despidos sean procedentes, es decir, por causas económicas, organizativas, técnicas o de la producción. Es precisamente lo que alega Qualytel, que ha pagado una indemnización de 20 días por año trabajado, y lo que rechaza Comisiones Obreras.
En una de sus últimas notas de prensa, la empresa aseguraba que renovaba “su compromiso con el logro de una sociedad en igualdad entre hombres y mujeres, respetuosa de los derechos fundamentales y libre de cualquier tipo de violencia ejercida contra la mujer”.
En las cartas de despido enviadas por la empresa, Qualytel asegura que los puestos quedarán “vacíos de contenido” y que no pueden ser reubicados en Sevilla “por no contar con un servicio o proyecto similar adecuado a su perfil”. “La mayoría de los servicios se encuentran sobredimensionados y responden en su totalidad a servicios de venta que requieren un alto nivel comercial y una orientación al cliente elevada, perfil que no coincide con el suyo más enfocado a resultados que a una labor altamente comercial”, dice una de las cartas.
“No es cierto. Se escudan en que en las otras campañas no hay sitio para reubicar a la gente y que además estas personas no tienen el perfil adecuado para adaptarse a ninguna de ellas. Es extraño cuando precisamente la mayoría de los despedidos trabajaron en una campaña de atención al cliente de Orange y Qualytel acaba justo de adjudicarse un trabajo similar de esta compañía. Además, a compañeros de otras campañas les están pidiendo que hagan horas extra por la acumulación de trabajo y se está formando a gente nueva para que pasen a una bolsa de trabajo”, explica Sergio Mulero, representante de CCOO en Qualytel Sevilla, que insiste en que este personal ha desarrollado su labor durante años en campañas con características diferentes.
Entre esas siete personas con contrato indefinido había una trabajadora embarazada. Ante una amenaza de demanda, Qualytel ofreció a la trabajadora una indemnización que supera el doble de la pagada inicialmente y que ella aceptó. “Es su estrategia habitual. Si alguien presenta una demanda, le llaman y le ofrecen más indemnización. A medida que pasa el tiempo, aumentan su oferta. Es una forma de evitar llegar a juicio y un reconocimiento implícito de que el despido fue improcedente o nulo. Muchas personas aceptan porque tampoco saben qué sucederá si les readmiten, aunque hay que decir que ha habido casos de readmisión en los que esos trabajadores no han vuelto a tener problemas precisamente porque estaban más protegidos”, señala el delegado sindical. Varios trabajadores estudian ahora si demandar a la empresa.
Eldiario ha contactado con la empresa, que asegura que los despidos se deben exclusivamente al fin del servicio con un cliente y que cumple “rigurosamente” con el convenio colectivo del sector de contact center y con la legislación laboral.
Incumplimiento del Plan de Igualdad
Estos despidos suponen, además, el incumplimiento del Plan de Igualdad de la propia empresa, que incluye varias medidas bajo el epígrafe “Conciliación de la vida personal y laboral”, que recuerda la existencia de los permisos y reducciones de jornada por cuidado de hijos. El plan se compromete también a ampliar varios permisos, como el de lactancia o el de acompañamiento a menores o familiares con dependencia.
A finales de octubre pasado, eldiario.es adelantó que Qualytel había despedido a al menos dos trabajadoras embarazadas en su centro de Zaragoza y que también había sido multada por despedir a personas con discapacidad. La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, dio entonces instrucciones para investigar lo ocurrido. Finalmente, la empresa readmitió a una de las trabajadoras y aseguró que en el otro caso se trataba de una finalización de un contrato temporal. Tanto PSOE como Izquierda Plural pidieron que se solucionara lo que consideraron una "situación intolerable".
Cinco meses más tarde, el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad volvió a adjudicar a Qualytel el servicio del 016. A pesar de que su oferta era la más cara, obtuvo la mayor puntuación en los criterios que dependían “de un juicio de valor”.