La junta de accionistas de Enagás, celebrada este martes de forma telemática en Madrid, ha dado el visto bueno a los nombramientos como consejeros independientes de los exministros socialistas José Blanco y José Montilla, así como el de Cristóbal José Gallego, miembro de la Comisión de Expertos para la transición energética que impulsó el anterior Gobierno de Mariano Rajoy y del El Observatorio Crítico de la Energía, afín a Podemos.
El trámite se ha solventado tras las preguntas de dos accionistas sobre los beneficios que implicará ampliar el consejo de administración de la compañía para dar cabida a sus nuevos vocales (se va a ampliar a 16 miembros, por encima del tope de 15 que recomienda la CNMV), así como por su “aportación específica”, dado que “no tienen experiencia previa en el sector del gas”, y por la reducción del peso de las mujeres en el máximo órgano de gestión que va a provocar su nombramiento, en contra de las recomendaciones de buen gobierno corporativo.
El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha defendido que a los elegidos “no les falta experiencia y conocimiento del sector” y ha justificado su nombramiento por la actual crisis. “Nos encontramos ante unas circunstancias excepcionales y con consecuencias difíciles de prever” y esas incorporaciones al máximo órgano de gestión van a permitir “reforzarlo añadiendo al talento del que ya dispone nuevos perfiles adecuados a esta situación”.
Durante su discurso a los accionistas, Llardén ha explicado que, tras el fuerte descenso durante el estado de alarma de la demanda convencional, la que representa mejor la evolución de la economía e incluye el consumo de industria, hogares y pymes (llegó a desplomarse prácticamente un 24% durante el confinamiento), “se está iniciando una recuperación progresiva” y actualmente es un 10% inferior a la de hace un año, un nivel similar al de la electricidad. “Se está recuperando la economía del país a un determinado ritmo pero somos optimistas”.
El ejecutivo ha destacado que durante el estado de alarma el sistema gasista “ha operado con total normalidad a pesar de las condiciones adversas”, sin incidentes reseñables, en un periodo en el que se descargaron 74 barcos metaneros en las regasificadoras españolas, y se inyectó gas en los tres almacenamientos subterráneos que tiene Enagás aprovechando el entorno de precios bajos de esta materia prima.
Llardén ha remarcado el “compromiso con el empleo de calidad” de la empresa, con la incorporación de 83 nuevos profesionales en el primer semestre y la firma de un nuevo convenio colectivo que proporciona un marco laboral estable en un entorno de “incertidumbre”.
La asamblea de la compañía, cuyo mayor accionista es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con el 5%, han aprobado también el abono de un dividendo complementario de 0,9304 euros brutos por acción y de otro extraordinario de 0,0296 euros, que se abonará el próximo 9 de julio.