Endesa ha diseñado un ‘plan renove’ a cinco años para sus parques eólicos más antiguos en paralelo a la multimillonaria inversión que ha planteado para optar a las ayudas del Plan de Recuperación europeo, que la eléctrica califica de “grandísima oportunidad para España”, en palabras de su director general de Generación, Rafael González.
“Tenemos un volumen de inversiones previsto para los próximos cinco años para gradualmente ir modernizando estas instalaciones, repotenciándolas”, dice a elDiario.es el directivo de Endesa, que subraya que la opción de sustituir aerogeneradores obsoletos por otros de última generación tiene “muchísimas ventajas” y una “componente ambiental” al tratarse de turbinas “que sustituyen a veinte”, gracias a la mejora tecnológica de las últimas décadas.
Endesa fue una de las primeras empresas en instalar parques eólicos en España en los años 90, con máquinas que entonces tenían una potencia de apenas 150 kilovatios (kW), frente a los 3-4 megavatios (MW) de las actuales. Algunos de sus parques con más de 20 años de antigüedad están ubicados en las zonas con mejor recurso eólico del país. Las plantas a repotenciar en el próximo lustro están “sobre todo en algunas zonas de Galicia o el Estrecho”, indica González.
“Estamos planteando esas repotenciaciones, aprovechando que son emplazamientos de muy buen recurso que se seleccionaron precisamente por eso; ya hemos iniciado un proyecto en Camariñas (A Coruña) y ahora seguiremos con otros proyectos”, explica.
La eléctrica, que el próximo 25 de noviembre presentará una actualización de su plan estratégico, no precisa la inversión de ese plan, que irá ejecutando conforme los emplazamientos vayan cumpliendo su vida útil. Endesa fue la primera en acometer repotenciaciones eólicas en España. Desde 2004 ha renovado ocho parques: tres en la península y cinco en Canarias, con una potencia total de unos 85 MW. El desarrollo más relevante lo realizó en 2009 en Tarifa (Cádiz) al sustituir 250 turbinas de 100 KW/150 kW por 37 de 2 MW después de 15 años de operación, lo que permitió incrementar la potencia de ese parque de 30,48 MW a 74 MW.
Papel dinamizador
El director general de Generación de Endesa cree que España tiene “una grandísima oportunidad” con los 140.000 millones de fondos europeos que puede llegar a recibir el país entre ayudas directas y préstamos para paliar la catástrofe del coronavirus. En el marco de su apuesta por la descarbonización, Endesa ha planteado ya 110 proyectos para optar a fondos por importe de 16.000 millones en áreas como edificación, eficiencia energética, redes inteligentes, hidrógeno o para la descarbonización de los sistemas insulares, que actualmente dependen de fuel-oil, gas y gasoil.
“Podemos tener ese papel de dinamizadores, de impulsores, de tractores, por toda la amplitud que tiene nuestro plan”, dice Álvarez. En un escenario de máximos, en el que todos los proyectos recibieran luz verde del Ministerio para la Transición Ecológica y las autoridades europeas y se ejecutaran en los tres próximos años (2021, 2022 y 2023), el impacto agregado sería de 215.000 empleos, con 13,6 millones toneladas anuales de CO2 evitadas y 21.650 millones de aportación al PIB, según Endesa.
El directivo de la filial de la italiana Enel cree que “se puede acelerar” la hoja de ruta de penetración de renovables del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), cuyos objetivos a 2025 ha planteado adelantar a 2023 el Gobierno en su Plan de Recuperación. Pero opina que para ello sería necesario abordar cambios regulatorios de simplificación de barreras administrativas, que “a veces son cuellos de botella que ralentizan las inversiones”.
Alvárez, que no prevé que Endesa apueste por la eólica offshore, una de las tecnologías que citó la vicepresidenta Teresa Ribera al presentar ese plan, porque aunque “está ahí” es una fuente “costosa”, pone como ejemplo concreto de esos desarrollos que están pendientes de decisiones administrativas el macrocomplejo de 1.400 MW que Endesa ofrece desarrollar “cuanto antes” sobre los terrenos de la antigua central de carbón de Andorra (Teruel).
En este caso, está pendiente de que el ministerio convoque la correspondiente subasta de la capacidad de evacuación del antiguo emplazamiento. En otra de las centrales de carbón que Endesa ha cerrado recientemente, la de Compostilla en León (clausurada en junio), “en las próximas semanas” se iniciarán los trabajos del desmantelamiento de los grupos más antiguos de la planta, con la obligación para la adjudicataria de contratación del 80% del personal de esa zona históricamente ligada al carbón y a la propia génesis de Endesa. El proceso generará unos 150 empleos y durará más de cuatro años.
Como en Compostilla el recurso renovable es poco propicio por la orografía del terreno, Endesa abrió un concurso internacional para la implantación de proyectos empresariales sostenibles en las 330 hectáreas del emplazamiento de la antigua central.
Un comité integrado por la eléctrica, el Instituto para la Transición Justa del ministerio y las autoridades autonómicas y locales ha seleccionado cinco proyectos vinculados al sector de la movilidad, la prestación de servicios sociosanitarios, dos iniciativas para fabricar productos industriales y materiales de construcción a partir del aprovechamiento de subproductos de procesos industriales y de residuos, y una planta de producción de hidrógeno con implicación de Endesa como socio industrial. La adjudicación definitiva se producirá antes de fin de año y será entonces cuando se comunicarán los nombres de los promotores y los datos de inversión.