El grupo semipúblico italiano Enel ya ha tomado una decisión respecto al futuro del actual presidente ejecutivo de Endesa, Borja Prado. Según varias fuentes conocedoras del proceso, la decisión ya está tomada y Prado no renovará en la junta de accionistas del próximo mes de abril.
El pasado diciembre, eldiario.es ya avanzó que Enel, dueña del 70% de Endesa, se planteaba dar carpetazo a la etapa del ejecutivo madrileño al frente de la compañía española. A sus 63 años, Prado es consejero de Endesa desde junio de 2007 y en marzo cumplirá diez años como su máximo responsable. Su actual mandato como consejero vence el próximo 27 abril.
Aunque algunas fuentes aseguran que su salida va a producirse de mutuo acuerdo, ante las reticencias de Prado a los planes del grupo italiano para su filial en España, otras fuentes atribuyen el relevo a la escasa sintonía entre el presidente de Endesa y el consejero delegado de Enel, Francesco Starace.
Starace fue aupado al puesto en mayo de 2014 por el entonces primer ministro Matteo Renzi en sustitución de Fulvio Conti, artífice de la toma de control de Endesa por parte de Enel en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, operación que propició la llegada de Prado a Endesa gracias a sus excelentes relaciones con Italia como responsable, entonces, de Mediobanca.
Tras la llegada al poder en junio pasado del actual gobierno italiano, nacido del pacto entre la ultraderechista Liga Norte del polémico Matteo Salvini y el populista Movimiento 5 Estrellas, Starace, un ingeniero nuclear de larga trayectoria en el sector, se ha mantenido en el cargo, mientras que Prado no va a superar su primera reválida. Ni Endesa, ni Enel, cuyo mayor accionista es el Estado italiano con el 23% de las acciones, han querido hacer comentarios sobre este asunto.
Presidencia no ejecutiva
Según las fuentes consultadas, tras la salida de Prado, Enel también va a proceder a retirar los poderes ejecutivos al cargo de presidente de Endesa, que tendrá un perfil más institucional, a la manera de un chairman anglosajón como el de, por ejemplo, Red Eléctrica.
Todo el poder ejecutivo pasará a manos del actual consejero delegado, José Bogas, histórico del negocio eléctrico (“Llevo en el sector desde los cinco años”, ironizaba hace unos días en un acto en IESE), que fue ratificado en la junta de accionistas del pasado abril. Su continuidad, según las fuentes consultadas, no está en entredicho.
Prado, hijo del fallecido Manuel Prado Colón de Carvajal, administrador privado del rey Juan Carlos durante veinte años, va a abandonar Endesa con una retribución estimada en estos casi diez años como ejecutivo que ha superado con creces los 20 millones de euros. Además, le correspondería una indemnización de 2,8691 veces su retribución anual más otro año (0,9564 veces su sueldo) por no fichar durante dos años con empresas del sector. Un finiquito de unos 12 millones, si se tiene en cuenta su retribución de 2017, último dato disponible.
Uno de los nombres que se barajan en las quinielas para sustituirle (aunque sin poder ejecutivo) es el del expresidente de la patronal CEOE Juan Rosell, que acredita excelentes relaciones en Catalunya, donde Endesa tiene el monopolio de la distribución y opera tres reactores nucleares (Ascó I y II y Vandellós). El también expresidente de la patronal catalana, volcado actualmente en sus empresas familiares, no es un recién llegado al sector eléctrico.
Ingeniero Industrial, Rosell presidió a finales de los 90 Fecsa y Enher, filiales de Endesa en Catalunya, así como su consejo asesor, y fue consejero de la eléctrica desde 2005 hasta 2007. En 2009, fue designado consejero de Gas Natural en representación de Caixabank (de la que es consejero desde 2007), con una retribución que llegó a superar los 200.000 euros brutos anuales, aunque abandonó el consejo de la actual Naturgy a finales de 2016.
Rosell está vinculado a Italia desde hace años (presidió la filial española del grupo de limpieza urbana OMB de 2000 a 2013) y en los últimos años se ha trabajado su vínculo con ese a país a través de su participación en el denominado Foro de Diálogo España-Italia. “Europa vale la pena y para que así siga, el binomio España-Italia tiene mucho que decir”, aseguraba en la última edición de ese foro, unas semanas antes de abandonar la presidencia de CEOE.