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Enresa contempla tener operativo un almacén nuclear temporal en 2028 y un silo definitivo en 2073

EUROPA PRESS

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La Empresa Nacional de Residuos (Enresa) quiere contar en 2028 con un almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares de alta actividad y combustible gastado de las centrales nucleares españolas, que pararán definitivamente entre 2027 y 2035, según recoge el borrador del VII Plan General de Residuos Radiactivos, que pone en el horizonte de 2073 la fecha en la que podría estar listo el almacén geológico profundo, donde todos estos residuos quedarían confinados definitivamente.

Así consta en el borrador del plan que Enresa ha remitido al Ministerio para la Transición Ecológica, que además de un único emplazamiento para el ATC no descarta como alternativa la construcción de varios almacenamientos temporales descentralizados.

Enresa y el ministerio han anunciado la publicación del borrador este lunes, tras la entrada en vigor del estado de alarma por la emergencia sanitaria del coronavirus, y unas semanas después de que la empresa pública anunciase que ha renunciado a las licitaciones que tenía pendientes de adjudicar para instalar el ATC de Villar Cañas (Cuenca), cuya tramitación suspendió el Gobierno en 2018.

Ahora, durante la tramitación del plan, el Ministerio deberá definir si se mantiene la estrategia de única instalación centralizada, de acuerdo con el VI Plan General de Residuos Radiactivos, o se opta por varios emplazamientos.

Almacenamiento geológico

Pero más allá de los próximos años, pues el plan contempla la estrategia para el periodo 2021-2027, Enresa plantea que la estrategia de gestión definitiva del combustible gastado de las centrales españolas y los residuos de alta actividad en España sea el establecimiento de un almacenamiento geológico profundo (AGP). “Se considera la alternativa más sostenible y segura. La previsión es que pudiera estar operativo en 2073”, apunta el plan.

El Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos, la herramienta que en España fija la estrategia de la gestión de los residuos radiactivos y que viene a sustituir al actual, que lleva caducado desde 2010, incluye además una hoja de ruta para acometer los desmantelamientos de las centrales nucleares cuando finalicen su operación en el marco del borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.

Este documento fija un calendario para el cierre ordenado de las centrales nucleares que ya suscribieron Enresa y los propietarios de las centrales nucleares en marzo de 2019 para parar definitivamente los siete reactores nucleares que aún siguen activos en España entre 2027 y 2035.

Dadas las características y la dimensión del parque nuclear, el borrador mantiene como estrategia de gestión del combustible gastado el denominado “ciclo abierto”, es decir, que no se contempla el reprocesado sino el almacenamiento de los residuos generados por las plantas.

Por primera vez, Enresa dispone de un calendario que le permite realizar una previsión de desmantelamiento total inmediato de todas las centrales, tras su cese de operación, y consecuentemente una estimación precisa del volumen total de residuos nucleares a gestionar.

De acuerdo con el plan, las labores de preparación para el desmantelamiento de cada central comenzarán al menos tres años antes de la fecha del cese y se espera que el desmantelamiento comience tres años después de esa fecha.

Durante esos seis años se vaciarán las piscinas de combustible gastado y se realizarán las tareas preparatorias del desmantelamiento y la obtención de la autorización de desmantelamiento. Posteriormente, se estima un plazo de diez años para la ejecución material del desmantelamiento.