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Enresa inicia la contratación de 40 empleados con el Gobierno en funciones y el ATC en suspenso

Juan José Zaballa, presidente de Enresa.

Antonio M. Vélez

Con el Gobierno en funciones y el almacén temporal centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca) en suspenso por las dudas sobre los terrenos elegidos para el emplazamiento y la oposición frontal del Ejecutivo manchego (socialista), la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) ha iniciado el proceso para la contratación de hasta 40 trabajadores para este ejercicio.

“Habida cuenta del volumen de contrataciones aprobadas por nuestro Consejo de Administración para el año 2016”, Enresa va a requerir los servicios de una empresa externa para apoyar al departamento de Recursos Humanos en la “selección para la provisión de puestos de trabajo vacantes”, según consta en el informe en el que se justifica el procedimiento, al que ha tenido acceso eldiario.es.

Pese al bloqueo legal que sufre el almacén nuclear, la empresa pública ha continuado con las licitaciones relacionadas con el proyecto, con dos contratos de pequeña cuantía (unos 40.000 euros cada uno) aprobados el mes pasado, tal y como informó Sabemos este lunes. Aunque en el documento no se menciona el basurero atómico, este proceso de contratación de personal, apuntan fuentes conocedoras del proceso, está relacionado con el ATC, que es el mayor desafío al que se ha enfrentado la empresa pública en sus más de tres décadas de andadura. Incorporar a 40 personas de una tacada “no puede tener otra justificación”, apuntan esas fuentes, que consideran esa decisión “incomprensible” dado el estado del proyecto.

Enresa no ha querido comentar este asunto y se limita a señalar que la información sobre ese procedimiento de selección de personal se colgará próximamente en el apartado de licitaciones de su página web. El proceso se inició el pasado 21 de diciembre, un día después de las pasadas elecciones generales. Pese a la incertidumbre sobre la formación del Gobierno, ese día el director de recursos humanos de Enresa, Carlos Rodríguez Aznar, propuso dar vía libre al expediente, cuyo concepto presupuestario es “RH-Asesorías y Trabajo Temporal”.

“Extraordinaria preocupación”

La empresa estatal, que desde hace un año está presidida por Juan José Zaballa, íntimo del ministro de Industria, José Manuel Soria (responsable de la tutela de la empresa), ya intentó llevar a cabo la contratación indefinida de 28 personas a finales de 2014 ante la “extraordinaria preocupación” del entonces presidente, Francisco Gil-Ortega (dimitido hace un año) por un posible retraso en la construcción del almacén nuclear. Un retraso que se ha materializado, ya que el proyecto del ATC está bloqueado.

El objeto del contrato que Enresa prevé licitar en breve, con un presupuesto de 129.800 euros para este año y un plazo de ejecución de 12 meses (con posibilidad de prórroga), es el de “prestación de servicios especializados de selección, realización de valoración de candidatos para cobertura de puestos vacantes”.

Enresa, que a cierre de 2014 (último dato disponible) tenía a 330 trabajadores en plantilla, ha estimado un coste de unos 2.000 euros por cada “proceso completo” de selección, que servirá para contratar a un máximo de 30 trabajadores, y de 1.000 euros para cada “proceso de selección reducido”, con hasta diez incorporaciones. En el primer caso, la empresa adjudicataria seleccionará a los nuevos empleados “mediante un análisis curricular y las pruebas ofimáticas, psicotécnicas o de competencias que se determinen y finalmente una entrevista para los candidatos más idóneos”. En los procesos reducidos, Enresa proporcionará previamente “no más de 7 candidatos para cada proceso a realizar”.

El expediente recibió el visto bueno de la Abogacía del Estado el pasado 20 de enero por considerar que “se ajusta a la legislación de contratos del Sector Público”.

El proyecto del ATC tiene muy difícil salir adelante tal y como está planteado, a tenor de las propuestas que llevaban los principales partidos políticos sobre el almacén en sus programas electorales. El PP era el único que apostaba abiertamente por construirlo, aunque no decía dónde: “Culminaremos la construcción del almacén temporal centralizado (ATC) para disminuir los costes asociados a la gestión de los residuos nucleares”, decía.

El PSOE, cuyo apoyo inicial a la instalación ha virado en rechazo, dejaba claro en su programa que no quería ese municipio pero, al igual que Podemos, no explicaba su alternativa. Ninguno de estos dos partidos menciona el asunto de los residuos nucleares en las dos propuestas programáticas que han presentado en la última semana, durante las negociaciones para formar gobierno. Por su parte, Ciudadanos obviaba la cuestión en su programa y Unidad Popular apostaba por construir minialmacenes anexos a las centrales nucleares existentes.

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