“No le escondería a una empresa que soy una mujer transexual”

“Se va a ir a Colombia a ponerse tetas”. Así es como un compañero de trabajo de Ángela Flórez, activista por los derechos de las personas transexuales, le contó a su jefe lo que ella le había confesado en privado: su cambio físico de hombre a una mujer. Ángela no sabía como contárselo a sus superiores y la imprudencia de su compañero precipitó el proceso. Ahora, varios años después de aquello, dedica parte de su tiempo a reivindicar el sitio de las personas transexuales en la sociedad. También en ámbitos como el laboral, participando en eventos como el primer Congreso Empresarial e Institucional LGTB Friendly

¿Cuándo emprendió la transformación física de hombre a mujer?

Fue a principios de 2013. La decisión la tomé porque tienes una lucha constante contigo mismo, es como llevar el zapato derecho en el pie izquierdo, te puedes acostumbrar pero es incómodo. Con 10 años ya me sentía mujer, pero tuve que empezar a actuar como un hombre para ser aceptado, hasta que finalmente tomé la decisión de adaptar mi físico al de una mujer, que es como me siento. 

¿Por qué decidió hacer activismo?

Mi objetivo es que la sociedad se dé cuenta de que las personas que se cambian de sexo son gente común y corriente, que no tiene nada de raro. Por eso creo que el contacto con las personas es muy importante para sensibilizar. En general creo que la comunidad trans está un poco parada, pero me alegra ver a cada vez más jóvenes que hacen sus reivindicaciones, y eso es importante. Pero todavía son jóvenes, hasta que se posicionen en altos cargos de empresas les queda mucho todavía.

Cuando en la empresa en la que trabajaba supieron que se iba a cambiar de sexo, ¿cuál fue la reacción?

Cuando mi jefe me preguntó por ello, él estaba muy incómodo y no sabía como abordar el tema. Yo le expliqué que no tenía que ir a ningún sitio, que todo lo podría hacer aquí, y que simplemente era una condición que no podía seguir aguantando, para era como tener el zapato derecho en el pie izquierdo. Lo que viví en la empresa fue un apoyo enorme, con comentarios muy positivos que me animaron mucho.

¿Es más difícil acceder a un empleo cuando eres transexual?

Si desde el primer momento dices que eres trans es más difícil, y si tu imagen no te acompaña, aún peor. La visión de la mujer hoy en día es dulce, sumisa, femenina y suave. Pero si rompes ese esquema, ya no encajas. Esto lo vemos a diario incluso con personas que no son trans en muchos puestos, como las camareras. Tienes que ser de ese determinado modo. Si no, estás fuera.

¿Alguna vez ha tenido que ocultar su transexualidad para entrar en una empresa?

No. Por ejemplo, hace año y medio tuve que cambiar de compañía y para entonces no había renovado mi documentación, así que ya desde el primer momento tuve que explicar la falta de concordancia entre mi nombre actual y el que aparecía en mi documento. Pero si me preguntas, yo personalmente nunca lo haría, no le escondería a una empresa que soy una mujer transexual porque normalizarlo es la mejor forma de que la sociedad se sensibilice. Ahora bien, sé que hay mujeres que sí lo ocultan para no ser vistas de forma rara, y eso no tendría que pasar.

¿En España se hace lo suficiente por la inclusión de las personas trans en el ámbito laboral?

Creo que sí se incluye la LGB (Lesbianas, Gays y Bisexuales), pero falta la T (Transexuales). Se han conseguido cosas pero las personas trans, aunque estamos dentro de la LGTB, tenemos luchas diferentes y que están más apartadas. A día de hoy es un hándicap en las empresas, y por eso mismo tenemos que luchar por la inclusión para tener un futuro mejor. Hoy en día la mayoría de transexuales se dedican al mundo de la prostitución, pero si recibiéramos más apoyo entraríamos más en universidades y empresas en los puestos que merecemos.

¿Qué le pediría a una empresa para que fuera inclusiva con las personas trans?

Como he dicho, en las empresas españolas no hay políticas para transexuales, solo para lesbianas, gays y bisexuales. Ahora mismo no se nos protege en el empleo, tanto con los clientes como con los compañeros de trabajo. Creo que lo principal es que se desarrollen políticas de protección y que se las promocione a cargos directivos, como cualquier otra persona. Si nos muestran como chicas profesionales que somos y que existen en la comunidad, hace que el resto se quite el tópico de mujer trans que trabaja como prostituta.

Recientemente se celebró por primera vez un Congreso Empresarial e Institucional LGTB Friendly. ¿Qué opinión le merece un evento de este tipo?

Es muy importante que sigan habiendo iniciativas así. Hoy cada vez es menos impactante que un hombre se declare gay en una empresa, pero lo es más cuando una mujer es lesbiana, y más aún cuando eres transexual. Pero me gustó mucho que se diera la voz a la comunidad transexual, porque en otros sitios no la tiene.

¿Y realmente hay una apuesta en las empresas por la inclusión o es por “quedar bien”?

La mayoría de compañías no tienen una política de inclusión LGTB. Simplemente no les importa que seas gay, lesbiana o trans, pero lo que se necesitan son políticas. A las empresas les parece una complicación. Hay algunas que lo hacen bien, pero son pocas. Lo que es evidente es que una persona trans que tiene el apoyo de su empresa trabaja mucho mejor. Pero hasta ahora tenemos que trabajar más que el resto para que se nos reconozca.

¿Cuál es la situación más llamativa de transfobia que ha conocido en el ámbito laboral?

Por ejemplo, conozco chicas transexuales que son mecánicas. Y lo que les pasa es que mucha gente no se fía a la hora de dejarle el coche, solo porque sea mujer. Ahí se ven muchos prejuicios.