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El escándalo de manipulación de gases va a obligar a Volkswagen a ahorrar más
El escándalo de manipulación de emisiones de gases contaminantes, que esta semana ha cobrado una nueva dimensión al conocerse que también se hizo en el CO2, va a obligar al fabricante automovilístico Volkswagen a ahorrar más de lo que ya tenía previsto.
Volkswagen ha informado esta semana de que 800.000 vehículos en todo el mundo, de los que 50.000 están en España, tienen “irregularidades” en las emisiones de CO2.
La compañía alemana ha dicho también que en este caso no se trata de una manipulación técnica, sino que simplemente se dieron cifras más bajas de emisiones de CO2 en los vehículos, y que algunos son de gasolina.
Hasta ahora Volkswagen había reconocido haber manipulado durante años once millones de motores turbo diesel con un software que permite al vehículo reconocer que está pasando una prueba y modificar el régimen del motor para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno.
Volkswagen se compromete a pagar los impuestos por los automóviles manipulados que emiten más CO2 de lo que la compañía había dicho.
Así lo aseguró el nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, en una carta a los 28 ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) a la que tuvo acceso la agencia alemana Dpa.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, pidió esta semana al director de Compras del grupo Volkswagen, el español Francisco Javier García Sanz, que la compañía asuma también los costes que suponga cualquier cambio en el tramo impositivo del impuesto de matriculación.
El nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, quiere ahorrar en fiestas de promoción y cambiar la cultura de gestión empresarial en el mayor fabricante automovilístico de Europa.
Müller quiere dejar de celebrar las fiestas de presentación de los nuevos modelos un día antes del inicio de los salones del automóvil de Ginebra, Fráncfort y China.
Cada fiesta cuesta a Volkswagen, que factura unos 200.000 millones de euros anuales, unos ocho millones de euros.
Asimismo Müller quiere separar la central en Wolfsburg (norte de Alemania) de las filiales, hacerla más pequeña y modificar la gestión, que estará más orientada a la coordinación y no como hasta ahora a posiciones verticales de órdenes.
En el área de diseño, que está en la central, Volkswagen quiere ahorrar 100 millones de euros anuales, lo que podría costar puestos de trabajo.
A comienzos de 2016 Volkswagen concretará estos planes pero, de momento, ha dimitido el jefe de Diseño del grupo Volkswagen, el italiano Walter Maria de Silva, creador entre otros del Golf 7 y del Audi 5 Coupé, aunque seguirá asesorando a la compañía.
Silva, de 64 años, asumió la responsabilidad del Diseño de todo el grupo en febrero de 2007 y parece que no comparte los nuevos planes de ahorro.
Volkswagen ya dijo a mediados de octubre que iba a reducir en 1.000 millones de euros anuales las inversiones en su marca principal Volkswagen para invertirlos en modelos eléctricos.
Hasta ahora Volkswagen preveía ahorrar 10.000 millones de euros en total y unas inversiones de 85.600 millones de euros entre 2015 y 2019.
El presidente del comité de empresa de Volkswagen, Bernd Osterloh, se ha quejado de que la junta directiva comunica planes de ahorro de forma unilateral y sin fundamento.
El grupo Volkswagen, en el que hay un modelo de cogestión como en numerosas empresas alemanas, va a cambiar su estructura empresarial y va a crear cuatro grupos en los que integrará a sus doce marcas, uno agrupará a las marcas VW, Skoda y Seat, otro a Audi, Lamborghini y Ducati; Porsche, Bentley y Bugatti integrarán otro grupo y VW Vehículos Comerciales, Scania y MAN el cuarto.
La cogestión en las empresas alemanas se produce a través de los comités de empresa y mediante los representantes de los trabajadores en el consejo de supervisión.
Volkswagen, que emplea a 600.000 personas, también quiere nombrar las próximas semana un nuevo jefe de Personal, entre cuyos nombres se había barajado el de Osterloh pero parece que no le interesa.
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