España lidera el crecimiento de la renta real de las familias entre las grandes economías en los últimos dos años de crisis de inflación y de tipos de interés. Los ingresos de los que disponen los hogares acumulan un incremento del 8,9% desde la invasión rusa de Ucrania por la creación de puestos de trabajo, los aumentos de los sueldos y la moderación de las subidas de precios.
En resumen: hay más personas trabajando en cada familia, muchos cobran más y a autónomos y empresas también les va mejor en general. Mientras, la inflación está dando un respiro y, por último, se suman otros ingresos no salariales, como los financieros —más rentabilidad de los depósitos y de otros productos— y los obtenidos por alquilar pisos u otras propiedades —lo que al mismo tiempo está dificultando el acceso a la vivienda por la distorsión de los arrendamientos turísticos y la escasez de oferta en los principales destinos y en las capitales—.
Según los últimos datos publicados por la OCDE este lunes, la renta real del hogares en nuestro país avanzó un 1,5% en el primer trimestre de 2024 respecto a la recta final de 2023. En ese último trimestre del año pasado, el incremento fue del 3,74%. Fue en ese periodo cuando los ingresos de los hogares ya superaron el nivel previo al shock de la COVID (algo más de 30.000 euros por cada familia de media) y también el nivel máximo de la burbuja inmobiliaria por primera vez en los últimos 17 años.
La salida de la pandemia provocó una crisis de inflación mundial que en Europa exacerbó la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. La escalada de los precios de la energía, primero, y del resto de productos y servicios, después, infligió un daño histórico al 'bolsillo' de las familias, sobre todo en los meses centrales del mismo 2022. Además, el Banco Central Europeo (BCE) añadió el golpe de las subidas de los tipos de interés oficiales en toda la eurozona.
En el cuarto trimestre de ese año, la renta de los hogares frenó las pérdidas y empezó a recuperar terreno. Poco a poco. Desde entonces, los ingresos reales por cada hogar han continuado incrementándose en España. De hecho, el crecimiento en nuestro país es tres veces mayor que en el conjunto de la OCDE si se mantiene como referencia el trimestre en el que comenzó la guerra de Ucrania, según se puede observar en el primer gráfico de esta información.
Definitivamente, la economía de España ha salido mejor de la pandemia y de la crisis de inflación que los principales socios del euro con políticas de protección de las rentas de las familias y las empresas. Políticas muy diferentes a las de la crisis financiera de 2008 y que se han centrado en evitar la destrucción de puestos de trabajo (con la financiación pública de los ERTE como mayor ejemplo), en mejorar la calidad del empleo reduciendo la temporalidad y subiendo los salarios (sobre todo lo más bajos con el aumento del SMI) y en controlar la escalada de los precios de la energía.
En el segundo gráfico de esta información se compara la evolución de la renta real de las familias en los principales países del euro y en otras economías comunitarias como Portugal y Polonia, colocando en el primer trimestre de 2007 el punto en el que se empieza medir el incremento o la caída (la base 100). El mayor crecimiento de España desde 2019 no cierra la brecha de crecimiento que se abrió en los años de “la devaluación interna” tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y la gran crisis financiera de 2008. Es decir, tras los años del austeridad y los recortes de derechos sociales y económicos.
El escudo social
“Hemos desplegado un escudo social de más de 120.000 millones [desde 2020], con medidas que siguen vigentes”, defendió justo antes de las vacaciones de verano del Gobierno de coalición la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Esta vez, los distintos paquetes de medidas consiguieron que las subidas de precios se moderaran antes en nuestro país que en la mayoría de economías europeas.
Con datos de Eurostat a cierre de julio, la inflación acumulada en España desde 2019 es del 17,8%, mientras que en el conjunto de la eurozona es del 20%. Desde febrero de 2022, la inflación es del 11,1% y del 13,2%, respectivamente, con casi el mismo diferencial positivo para nuestro país de dos puntos porcentuales.
Otro motor crucial para el crecimiento de la renta real de los hogares es el ritmo récord de creación de puestos de trabajo, hasta superar los 21 millones de personas ocupadas, un máximo desde siempre en España. La consecuencia de esta cifra es que hay más personas trabajando en las familias, y más familias con personas trabajando. De hecho, aprovechando también el cierre del curso político, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, recalcó un dato: “El mínimo en el número de hogares que tienen a todos sus componentes desempleados, que está ya por debajo de los 900.000”, según se extrae de la última Encuesta de Población Activa (EPA).
Subidas de los salarios
El otro factor clave en el incremento de la renta real de los hogares son las subidas de los salarios. Tomando como referencia la estadística mensual de los convenios colectivos del Ministerio de Trabajo, los aumentos de los sueldos tardaron en despertar. El 'mordisco' de la inflación en 2022 (8,4% de media) a la remuneración de los trabajadores fue asfixiante. Ese año los sueldos se elevaron un 3,2% en promedio.
En 2023, los salarios aceleraron ligeramente y la inflación se moderó bruscamente, por lo que los trabajadores recuperaron poder adquisitivo, según se puede observar en el tercer gráfico de esta información.
En 2024, los sueldos vuelven a perder capacidad de compra en promedio. Principalmente, porque las subidas de precios se han estancado respecto al año pasado, según el IPC que calcula el INE, y porque los aumentos de la remuneración de los trabajadores pactados en los convenios colectivos han retrocedido al 3%, de nuevo de media.
La misma estadística del Ministerio de Trabajo muestra que un tercio de los trabajadores que disfrutan de aumentos de los sueldos en sus convenios en lo que va de ejercicio lo hacen por más de un 4%, lo que sí implica una ganancias de poder adquisitivo. Son algo más de 3.200.000 personas en total. Esta estadística es solo una referencia, ya que no recoge los pactos fuera del convenio que ocurren en muchas empresas, sobre todo en las más pequeñas. Eso sí, son los datos más actualizados, que permiten comparar los salarios con el IPC.