España muestra su “decepción” con la Comisión Europea por “mirar a otro lado” con el tope al precio del gas importado

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
30 de septiembre de 2022 09:55 h

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Decepción. Es lo que ha mostrado la vicepresidenta de Transición Energética, Teresa Ribera, a su llegada a Bruselas este viernes para la reunión extraordinaria de ministros de Energía. “Estamos decepcionados con la propuesta, con la no propuesta que ha hecho la Comisión Europea”, ha dicho Ribera: “La Comisión sabe que es un tema sensible y no acaba de encontrar cuál es el espacio en el que todos los Estados miembros podamos responder positivamente. Por tanto, es bueno que se suscite un debate que nos permita orientar qué es lo que hacer a este respecto. ¿Eso qué significa? Significa que hoy no salimos con una conclusión definitiva en un texto que pueda ser implementado inmediatamente. Pero sí espero que podamos salir con una orientación muy clara sobre qué hacemos con respecto a ese precio, ese corredor de precios, ese índice que se toma como referencia en Europa que ya no responde a la realidad. El índice TF,ya no está respondiendo a lo que son las operaciones y el coste que está detrás de las operaciones de compra de gas, y sin embargo, está generando enormes distorsiones en nuestros precios en Europa”.

El TTF (Title Transfer Facility) es un mercado de referencia para el intercambio de gas natural de Europa continental. Situado en Holanda, gracias a su ubicación permite traspasar gas entre los mercados de Noruega, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.

Ribera ha añadido: “Tampoco es razonable que miremos para otro lado cuando hay muchos intermediarios y muchas operaciones que se están cerrando a unos precios que no tienen nada que ver ni con los costes de producción, ni con los precios que se pagan al proveedor, que es lo que estamos viendo. Desgraciadamente pensamos que los términos en los que la Comisión está haciendo las propuestas hoy se quedan cortos con respecto a lo que Europa necesita”.  

España es uno de los 15 países que han enviado esta semana una carta a la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, para pedir propuestas concretas para poner un tope al precio de todo el gas que importa la Unión Europea. Pero la Comisión Europea apenas se abre a hacer eso con el gas ruso, y a que el tope sea “al precio del gas para la producción de electricidad” en línea de la excepción ibérica.

“Si no ponemos un tope al gas podemos tener un impacto importante sobre el PIB de la Unión Europea”, ha dicho Ribera en una rueda de prensa tras la reunión con sus homólogos: “Hay que seguir trabajando, hay que hacerlo de forma urgente. Le hemos pedido a la Comisión que acelere los trabajos y que considere el riesgo de no actuar. Esperemos que esto se produzca lo antes posible”.

La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha intentado defender sus propuestas, además de anunciar que antes de la cumbre de los líderes del próximo 6 y 7 de octubre en Praga, presentará nuevas ideas relativas al gas: “La Comisión ha propuesto medidas para reducir la demanda de energía y también para generar ingresos que puedan utilizarse para apoyar a personas y empresas en esta crisis. La última vez discutimos las medidas que podemos usar para abordar los precios del gas. Desde entonces, varios estados miembros han presentado sus documentos de posición, sus propuestas e ideas. Y hoy los discutiremos y también discutiremos las ideas de la Comisión sobre eso. Como saben, creo que no podemos abordar este problema de la misma manera hacia Rusia y hacia nuestros socios de confianza [como Noruega]”.

“La respuesta es clara”, dice Simson: “Tenemos que ofrecer precios máximos para todo el gas ruso, no solo para gasoductos, sino también para el gas natural licuado (GNL). Y para nuestros socios, con los que podemos negociar, tenemos que acordar corredores de precios. Y, luego, la Comisión también está lista para desarrollar un límite de precio a nivel europeo para el gas natural que se utiliza para la generación de energía. Pero hay que tener en cuenta que las consecuencias no pueden ser el aumento de la demanda de gas, porque aún nos enfrentamos a problemas de suministro”.

El ministro checo de Energía Josef Síkela, anfitrión de la reunión como presidente de turno del Consejo de la UE, también ha metido presión a la Comisión Europea: “Estamos en una guerra energética con Rusia. Se acerca el invierno y tenemos que actuar. Ahora significa ahora. Ahora es hoy. Quizás mañana. Ahora no es en una semana y definitivamente no en un mes. Así que espero que la Comisión presente medidas adicionales lo antes posible, especialmente sobre cómo reducir el precio del gas y cómo brindar un alivio inmediato a las industrias. La Comisión debe actuar con rapidez. No hay tiempo que perder. Estoy dispuesto a convocar tantos consejos extraordinarios como sean necesarios para implementar los actos legislativos necesarios lo antes posible. Estamos en guerra y la batalla decisiva será este invierno. Así que necesitamos permanecer unidos y necesitamos un alto nivel de solidaridad”.