España tiene pensiones más parecidas a los salarios que en Europa, pero cubren a menos población

Laura Olías

18 de enero de 2023 16:16 h

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Con toda la atención en el lazo final a la reforma de pensiones, que se le resiste al ministro Escrivá, el Banco de España ha publicado este miércoles un estudio sobre el gasto en este pilar social clave en la Unión Europea. El análisis sitúa a España como el séptimo país en gasto de pensiones respecto al PIB, con un 12,7% en 2019, pero con la previsión de escalar varios puestos hasta 2050. Sobre todo, debido al envejecimiento de su población. Además, se desglosan varios factores que explican este gasto y las diferencias de España respecto a otros estados europeos. Por ejemplo, aquí las pensiones se parecen más al salario que perciben los trabajadores, pero el sistema cubre a menos población que en muchos otros países.

El estudio, 'El gasto en pensiones en España en comparativa europea', está firmado por Miguel Ángel Martín y Roberto Ramos, del departamento de análisis y estudios del regulador bancario. En 2019, el gasto del sistema de pensiones español estaba por encima de la media simple de la Unión Europea (10,4%), tras otros seis países europeos, y era “similar al promedio ponderado —por el PIB— de esta región”, que es del 12,7%.

Así, el tamaño del sistema de pensiones español en relación con el nivel de la actividad económica estaba por debajo del de otros seis países de la UE –Grecia, Italia, Francia, Austria, Portugal y Finlandia–, mientras que era muy similar al de Bégica y Dinamarca, y superaba al resto.

Los investigadores precisan que el estudio no tiene en cuenta la reciente reforma de pensiones aprobada en España, tampoco los cambios todavía en negociación del último bloque de la legislación, ni los de otros países, como puede ser la reforma que se negocia en Francia. Por ello, el informe tiene más valor como fotografía de cómo estaban los sistemas de pensiones de estos países recientemente (2019) y por su comparación que por las previsiones a futuro.

En cualquier caso, los expertos del Banco de España recuerdan que las proyecciones de Eurostat “colocan a España como el país de la UE con el crecimiento más alto del factor demográfico entre 2019 y 2050”, es decir con un envejecimiento más acusado de su población. Por ello, “bajo el factor demográfico proyectado en 2050 y manteniendo el resto de los factores constantes, España pasaría a ser el tercer país de la UE con el gasto en pensiones más alto (tras Grecia e Italia), frente al puesto séptimo que ocupaba en 2019”, apuntan sus autores.

Y, si a la cuestión demográfica “se le añade la evolución esperada de la tasa de cobertura” contemplada por la Comisión Europea en su análisis de 2021, “España pasaría a ser el segundo país con el gasto en pensiones más alto de la UE, situándose únicamente por detrás de Grecia”, añade el informe.

Tras la media del gasto, diferencias entre países

Los investigadores desglosan el gasto en pensiones en varios factores, que aumentan o disminuyen esta inversión final media de cada país. Por un lado, está el factor demográfico, definido como la ratio de población mayor de 64 años sobre la población de entre 16 y 64 años, y que eleva el gasto en pensiones.

En 2019, España estaba mejor en este componente demográfico que otros muchos países –como Francia, Italia o Alemania, entre otros–, pero la previsión de los próximos años es que avance mucho en el envejecimiento de la población en España y, con ello, que desbanque a cuatro países en el ranking europeo sobre gasto en pensiones.

En el elemento “tasa de beneficio”, con la que el estudio del Banco de España define la pensión media sobre el salario medio, España es de los países con más similitud entre ambos elementos, solo por detrás de Grecia y de Italia. Ahora, el debate de ampliación del periodo para el cómputo de la pensión que se negocia en España alcanza esta materia: la cuantía de la pensión. Aunque el efecto medio sería neutro, asegura el Ministerio de la Seguridad Social, algunas personas se verían beneficiadas y otras, perjudicadas.

Por contra, España destaca por ser uno de los países con menor “tasa de cobertura”, otro de los factores analizados y que mide el acceso a las pensiones, definida como el número de pensionistas sobre la población mayor de 64 años. En este caso, España es el tercer país a la cola, por detrás de Malta y Grecia.

La menor cobertura del sistema de pensiones en España (que limita su gasto en pensiones respecto a otros países) se explica sobre todo por la tardía incorporación de las mujeres al mercado de trabajo respecto a otros países y “porque el número de prestaciones de invalidez” también es más pequeño, en concreto un 26% menor que la media de la UE. Para los próximos años, debido al retraso en la edad de jubilación a los 67 años y otros factores, la Comisión Europea “proyecta que la tasa de cobertura del sistema de pensiones español podría caer desde el 1,08 en 2019 al 1,02 en 2050”.

El debate sobre el acceso de pensiones se ha abierto a última hora en la negociación sobre pensiones en España, por parte de UGT. El sindicato ha reclamado que se facilite, con la rebaja de años cotizados exigidos para acceder a la prestación de jubilación: de los 15 años actuales a los 12 años, explicó su secretario general, Pepe Álvarez. Aunque el tema no se había analizado en la negociación, puntualizó CCOO, el sindicato dirigido por Unai Sordo comparte la reclamación y pide incluso una mayor rebaja, “hasta los diez años cotizados”.

España también destaca, para mal, en tasa de empleo, calculada como el número de empleados sobre la población de entre 16 y 64 años. Esta tasa tan baja en nuestro país explica “que el gasto en pensiones en España sea un 24,2%, un 24,1% y un 5,7% más alto que en Alemania, Países Bajos y Francia, respectivamente”, recogen los investigadores.

Los autores del Banco de España destacan que si en los próximos años la tasa de empleo de la economía española lograra elevarse hasta el nivel de la economía alemana, por ejemplo, lo que implicaría un gran incremento (de 18 puntos porcentuales), “ello permitiría compensar ”el 42,6% de la subida en el gasto en pensiones que se anticipa como consecuencia del ascenso previsto del factor demográfico“.

Por último, España presenta un nivel de participación de los salarios en el PIB que se sitúa en la parte baja de la clasificación de los países de la UE, lo que redundaría en un menor gasto en pensiones en nuestro país. “Dicha participación es un 20,3% más baja que en Alemania o un 6,7 % menor que en Francia”, indican los investigadores.

El Ministerio de José Luis Escrivá está tratando de cerrar los últimos cambios de su reforma de pensiones, que inciden en el aumento de ingresos para el sistema de la Seguridad Social tras otras medidas ya aprobadas que incrementan el gasto, aunque todavía no ha logrado el respaldo de los sindicatos ni de los socios del Gobierno. Las diferencias residen en la ampliación del periodo de cómputo, que el ministro ha insistido en que debe incluirse también en la reforma y que se comprometió en Bruselas.