Los roles se mantienen, aunque empiezan a percibirse cambios. Las profesiones ligadas al hogar, al cuidado de niños o de enfermos y a la educación están ocupadas de forma mayoritaria por mujeres. En cambio, ocurre lo contrario en aquellas más relacionadas con el transporte, la construcción y la energía o climatización. Una perspectiva de género laboral que se constata en el último censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Un análisis en detalle de cuáles son las profesiones con más presencia de hombres y de mujeres permite ver que solo hay un trabajo donde ellas son más del 95% de las personas empleadas. Se trata de la limpieza y los trabajos vinculados con el hogar.
En el extremo contrario, los oficios donde al menos 9 de cada 10 profesionales son hombres son aquellos vinculados a la albañilería, la construcción, la mecánica o el transporte. Así se puede comprobar en el siguiente gráfico, donde el tamaño de cada círculo indica el número total de personas empleadas.
Estos datos provienen del Censo de Población y Viviendas de 2021, que ha cuantificado el número de trabajadores en cada profesión a partir de los registros de contratos del SEPE, Muface y otros censos además de imputaciones estadísticas que incluyen la profesión de más de 18 millones de trabajadores en España.
Hay extremos y hay casos de práctica paridad, como ocurre en la hostelería o en los agentes inmobiliarios/as, personal contable y en el sector financiero. Y hay segmentos con un alto número de afiliación y una tradicional presencia de empleadas. Así ocurre con la categoría laboral de dependiente/ta en tienda y almacén. Hay casi un millón de personas ocupadas dentro de esta profesión y, de ellas, casi el 70% son mujeres. Una situación que se ha hecho evidente en los últimos meses, con las reivindicaciones salariales y laborales en las tiendas de Inditex. Una disparidad de criterios entre empresa y representantes sindicales que se saldó con un acuerdo para establecer un sueldo base de 18.000 euros.
En ese análisis en conjunto, queda patente que las mujeres ocupan los trabajos más vinculados al cuidado. Y no es algo que resulte sorprendente. “No es casual que estemos en esos sectores”, explica Carolina Vidal, secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO. “Son profesiones a las que se da poco valor, que forman parte de la esfera personal”, al estar ligadas a los hogares y las familias. “Y tienen salarios bajos. Me atrevo a decir que si fueran puestos ocupados por hombres, no sería así”, indica.
Además, señala el peso que tiene el trabajo parcial en las profesiones mayoritariamente ocupadas por mujeres. “Si buscas parcialidad entras en estos trabajos”, apunta Vidal. Además, pone énfasis en el componente educativo que predispone a decantarse por una ocupación u otra. “Las mujeres sufrimos una predisposición desde que nacemos. Es una discriminación a priori, en la educación en nuestras casas, en el sistema educativo, en los roles de género”, resume.
Cambios entre los más jóvenes
Este análisis de los datos que publica el INE refleja también la distribución de hombres y mujeres en cada oficio según su grupo de edad. En este caso, hay ocupaciones donde las mujeres se abren paso. Oficios que hasta ahora han sido ocupados de forma mayoritaria por hombres, pero donde las profesionales jóvenes representan cifras más altas que el resto de sus compañeras. Así ocurre, como se ve a continuación, en medicina, en ingeniería, en la enseñanza superior y universitaria, en arquitectura o en periodismo.
Las mujeres jóvenes también están ganando terreno en algunas mesas de dirección. Por ejemplo, en las vinculadas a empresas del sector tecnológico o en publicidad y relaciones públicas. En ambas, ya hay un 50% de mujeres jóvenes que ocupan esos puestos con capacidad de decisión. Algo que no ocurre en otros segmentos, como en el comercio o los servicios, donde las directivas jóvenes son menos del 40% de los puestos. Y en el sector agrícola, en todas las edades, como máximo hay un 30% de mujeres en los puestos de dirección.
Precisamente, el Gobierno aprueba este martes la ley de representación paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión. Las grandes empresas –cotizadas o con más de 250 emplados/as– deberán asegurar que su consejo de administración tenga una composición con presencia, como mínimo, de un 40% de mujeres, y velarán por que esta composición concurra también en la alta dirección de la empresa.
Los datos del INE también indican que hay una creciente presencia femenina en la judicatura y en la abogacía. Entre las personas trabajadoras de más de 60 años, casi un 30% son mujeres. En cambio, entre los profesionales más jóvenes, de menos de 30 años, ellas ocupan más del 65% de los puestos. Lo que indica una tendencia a futuro.
Lo contrario, una creciente presencia de hombres entre los profesionales más jóvenes, se percibe en el personal de limpieza de oficinas, hoteles y establecimientos similares. También en el trabajo de cocinera/ro y ayudantes de cocina, donde los hombres jóvenes llegan a suponer más del 50%. En cambio, los mayores de 50 años son menos del 30%.
Esta transformación refleja, en parte, las nuevas palancas vinculadas con la formación, donde se está intentando cambiar el paradigma. Por ejemplo, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha puesto en marcha la Alianza Steam, en la que están desde sindicatos a empresas, pasando por asociaciones de mujeres y entidades educativas, públicas y privadas, para fomentar las vocaciones femeninas en formación científica, tecnológica y matemática (Steam en sus siglas en inglés).
Uno de sus componentes es medir cuántas mujeres están formándose actualmente. El porcentaje de alumnas matriculadas en cursos presenciales de Fabricación Mecánica, en Formación Profesional (FP) Básica, se sitúa en el 2,99% y llega al 3,95% en el Grado Medio y al 9,46% en el Grado Superior, según datos publicados por el citado Ministerio. En cambio, en Edificación y Obra Civil, en el Grado Superior hay más de un 33% de alumnas, aunque en FP Básica ese porcentaje baja hasta el 8,5%. Sin embargo, en la formación de Transporte y Mantenimiento de Vehículos, en el Grado Superior, menos de 5 de cada 100 estudiantes son mujeres.
En el siguiente gráfico se puede comprobar la brecha de género de las profesiones en cada grupo de edad.
La necesidad de atraer talento femenino para puestos de alta dirección y niveles intermedios la asumen las patronales. La CEOE indica que, en los últimos años, se han puesto en marcha tres programas. Dos de ellos están enfocados a mujeres que ya tienen cargos intermedios o de dirección pero donde las empresas tienen que comprometerse e impulsar que lleguen a puestos más altos. El tercero está enfocado en jóvenes de 16 y 17 años, llamado 'Chicas Imparables', para fomentar vocaciones de liderazgo en una edad, señalan, donde la definición de roles puede llevar a que se decidan por profesiones tradicionalmente femeninas.
Mejores condiciones de trabajo
La secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO ahonda en que el cambio y el impulso de un nuevo modelo, en todos los puestos y categorías, tiene que venir por mejoras salariales, en las relaciones laborales, en los permisos retribuidos y en la prevención de riesgos atravesada por la perspectiva de género.
Este cambio de perspectiva lo reconocen algunos sectores, como el de la construcción, donde necesitan mujeres porque tienen cientos de miles de puestos de trabajo que podrían cubrir y se quedan vacantes. A cierre de 2022, solo el 11% del total de afiliados del sector son mujeres. Son más de 150.000 pero su presencia está creciendo, un 5,4% respecto a 2021.
También se intenta atraer mujeres al sector del transporte por carretera. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), una de las asociaciones de este ámbito, asume que “las estadísticas revelan que en España solo el 2% de los conductores profesionales del transporte son mujeres. Es cierto que cada vez son más las que deciden ponerse al volante pero, lamentablemente, ese porcentaje todavía es muy bajo. Lo mismo ocurre a nuestros vecinos europeos: Italia y Alemania son los países con mayor número de mujeres al volante, con un 7% y 5%, respectivamente”, enumera.
En este sentido, uno de los cambios que se introdujo en el último año en la regulación del transporte está ligado a que los conductores/as tengan prohibido realizar descarga de mercancías y la creación de áreas de descanso con medidas de seguridad. Pero hay tareas pendientes. “Hay que promover e impulsar planes de igualdad en las empresas, mejorar la empleabilidad de las mujeres y su permanencia, eliminar la brecha salarial y fomentar el acceso a puestos directivos, además de implantar medidas que fomenten la igualdad de trato”, concluye esta asociación.