Las ETT pierden peso tras la reforma laboral: un 20% de empleados menos al caer el trabajo temporal

La reforma laboral está provocando el desplome mes tras mes del empleo temporal, una de las debilidades hasta ahora del mercado de trabajo en España. En febrero, se ha acelerado la creación de puestos de trabajo y además se ha registrado un nuevo mínimo histórico de empleados temporales, que ya se sitúan en el 14,3% del total respecto al 28% previo a la reforma. En este contexto, uno de los negocios basados precisamente en estos contratos eventuales pierde peso: las ETT (Empresas de Trabajo Temporal), que han reducido sus afiliados un 20% en el último año.

Las personas afiliadas a la Seguridad Social en el sector de las ETT, denominado “Actividades relacionadas con el Empleo” en el CNAE, se redujeron hasta las 184.164 en febrero, según los últimos datos publicados. Un año antes había unos 45.300 trabajadores más en este capítulo, 229.512 afiliados, lo que supone una importante merma de casi el 20% en un contexto de crecimiento generalizado del empleo, del 2,4% interanual, con más trabajadores en la gran mayoría de actividades.

Las ETT (como Adecco y Randstad, entre otras) se basan en poner a disposición de otras empresas trabajadores temporales, por lo que tenían un gran filón en España. Las empresas contrataban muchísimo temporal, con la mayor tasa de la Unión Europea. Aunque en muchas ocasiones no había ninguna causa eventual, sino una “cultura de la temporalidad” muy extendida por la que esta modalidad de contrato era casi un peaje normalizado al empezar a trabajar.

Así lo relataba Diego a elDiario.es. Carretillero en una fábrica, pasó varios meses firmando contratos semanales cada lunes a través de una ETT hasta que su empresa le hizo “fijo”. “Para quedarse, hay que aguantar un tiempo como temporal”, contaba a este medio poco antes de aprobarse la reforma laboral.

La norma del Gobierno de coalición, pactada en el diálogo social con sindicatos y empresarios, restringió las posibilidades de hacer contratos temporales con medidas en varias direcciones. Se restringieron las causas legales para contratar de forma temporal, se acabó con el famoso –y en muchos casos fraudulento– contrato por obra o servicio, se encarecieron las cotizaciones para los temporales ultracortos y aumentaron las sanciones por los fraudes.

Un cóctel con el que la temporalidad comenzó a bajar de manera notable desde los primeros meses del despliegue completo de la norma, en abril. En el caso de las ETT, los trabajadores afiliados dependientes de ellas se redujeron desde la segunda mitad de 2022.

Un 12% menos de contratos a disposición

Otra estadística que muestra el menor peso de las ETT en el mercado laboral es la caída de los contratos de puesta a disposición de trabajadores, de los que informa el Ministerio de Trabajo. En todo 2022 se registraron 3,6 millones de contratos, un 12% menos que el año anterior.

La reforma laboral ha afectado a este descenso, como es lógico por la gran caída de contratos temporales, pero ha sido amortiguada por una de las puertas que abrió la norma para este sector: la posibilidad de firmar contratos fijos discontinuos. Desde abril, las ETT pueden poner a disposición de terceras compañías trabajadores con este tipo de contrato indefinido, pensado para actividades intermitentes o estacionales.

Como se aprecia en el gráfico anterior, los fijos discontinuos han ido ganando peso y ya suponen una gran parte de los contratos suscritos por estas empresas. Desde sindicatos como UGT han pedido a Trabajo un mayor control de estas puestas a disposición desde las ETT, para que se controle por parte de la Inspección si realmente cumplen con la regulación de esta modalidad indefinida.

Un dato que hace sospechar de ciertos abusos sobre los fijos discontinuos es el vaivén de bajas y altas a la Seguridad Social en viernes y lunes, así como en últimos días del mes y comienzos del siguiente. Un efecto que persiste pese a la gran caída de los trabajadores temporales y que en el Ministerio de la Seguridad Social están analizando, ha explicado este jueves el secretario de Estado Borja Suárez Corujo.

Si se atiende a los sectores de actividad, hay diferencias sustanciales en la merma de la intervención de las ETT en el último año. Donde más cae la puesta a disposición de trabajadores mediante estas compañías es en la industria manufacturera, que es la actividad que más recurre a los contratos de las ETT. Le siguen los transportes y el comercio, mientras que otras actividades, como la agricultura y la información y comunicaciones, no han variado mucho en el último año.

Hay que destacar que 2021 aún era un año marcado por la pandemia y algunos sectores seguían afectados en su funcionamiento, como la hostelería. En este sector en el último año crecieron los contratos a través de ETT, pero hay una merma de 200.000 contratos menos en 2022 respecto a 2019.