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El Eurogrupo aparca las negociaciones con Grecia hasta escuchar la opinión de los ciudadanos en el referéndum

El Eurogrupo no seguirá negociando hasta que no se conozca el resultado del referéndum

Pablo García

El segundo Eurogrupo reunido por teleconferencia en 24 horas –sexto en los últimos nueve días- ha concluido este miércoles por la tarde como se esperaba: sin acuerdo. La reunión de los responsables de Economía y Finanzas de la zona euro ha durado estrictamente una hora. Amaneció con un aparente acercamiento entre Grecia y sus acreedores, pero media hora antes del cónclave Alexis Tsipras llamó a sus compatriotas a votar ‘no’ en el referendo del domingo en un claro desafío.

“Simplemente, esperaremos a conocer el resultado del referéndum el domingo y tendremos en cuenta el resultado”, resumió sucinto el holandés Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo. “No habrá negociaciones en los próximos días, ni a nivel del Eurogrupo”, ni bilaterales entre los acreedores y grecia, ha continuado.

El holandés colgó un vídeo en la web del Consejo de la UE cargado de dureza contra el Ejecutivo de Syriza a pesar de su característica entonación suave. “Hemos discutido las dos cartas enviadas por el primer ministro griego a las instituciones y también la situación política. Sobre la extensión del programa, que expiró anoche [por el martes], reafirmamos lo que dijimos ayer: que la situación política no ha mejorado; sobre las enmiendas incorporadas por Grecia a sus propuestas iniciales, solo añadir que tomamos nota”, comentó lacónico.

Dijsselbloem agregó que no habría ninguna discusión a ningún nivel antes del referendo y aprovechó para hacer campaña por el ‘sí’, vinculando el resultado a la permanencia de Atenas en el euro: “Finalmente, decir que siento mucho lo que está ocurriendo a pesar de la fuerte determinación de los griegos de permanecer en el euro y en la eurozona. Los apoyamos completamente”.

Durante el Eurogrupo, Varufákis instó a sus 18 compatriotas a aprobar el nuevo programa basado en las concesiones realizadas por el Gobierno de Grecia el mismo día por la mañana: no coló, y se impuso la visión germana de esperar al domingo. Hubo unanimidad, según varias fuentes. El martes 30 expiró el plazo de Grecia para pagar 1.600 millones al FMI y técnicamente el país entrará en default.

División en la Troika

Euclides Tsakalotos, número dos del mediático ministro de Finanzas heleno Yanis Varufakis, ha dejado claro a la salida del cónclave que no habrá más Eurogrupos antes de la consulta del domingo. El próximo encuentro tendrá, pues, lugar el 13 de julio y en él se decidirá, entre otras cosas, el nuevo presidente. Pero entre medias el euro se jugará su futuro. Antes de terminar el encuentro, el ministro eslovaco de Finanzas, Peter Kazimir, lanzó por Twitter un vaticinio deprimente: “Tengo miedo de que los bancos griegos puedan no abrir de nuevo con el euro como divisa si vence el no”.

Había pocas esperanzas para llegar a un arreglo. Tras escuchar el discurso televisado de Tsipras y ya antes de empezar la reunión Dijsselbloen, reconoció que veía “pocas opciones” de alcanzar un acuerdo. Peores perspectivas dejó la sesión en el Bundestag, donde Angela Merkel había dejado las cosas bastante claras la víspera del encuentro: “El euro no está en riesgo. Así que ahora podemos esperar con calma el resultado del referendo del domingo”, anunció Merkel con parsimonia, porque el bloqueo es “fuerte”.

La canciller realizó una defensa acérrima de la austeridad, y habló de una “comunidad [la UE] basada en reglas y responsabilidad”, que si se olvidan “el euro caería”. Sin embargo, la víspera del Eurogrupo se evidenció una fuerte brecha en el eje franco-alemán También antes de la reunión por videoconferencia, el presidente francés François Hollande proclamó: “¡Hay que ser claros, el acuerdo se tiene que producir ya!”. Hollande dijo que el acuerdo no podría ser “en diferido” y lamentó que los líderes lleven “tanto tiempo hablando” de dicho acuerdo.

Tsipras les desconcierta

A pesar de estas declaraciones, portavoces del Ministerio de Economía han señalado que en la reunión del Eurogrupo prevaleció la “unanimidad” exceptuando, lógicamente, a Yanis Varufakis que intentó convencer a sus interlocutores del fuerte compromiso plasmado en la carta enviada la mañana del miércoles por Tsipras. “Nos ha sorprendido que hay dirigentes que tuitean y declaran cosas que luego no trascienden cuando están los 19 sentados”, destacan próximos al titular de Economía español Luis de Guindos.

La reunión de ministros evidenció que los interlocutores europeos no están acostumbrados a lidiar contra dirigentes como los de Syriza, tan diferentes de todos los que pasaban por el rodillo de la austeridad los últimos cinco años: por enésima ocasión Tsipras interpretó un acercamiento que parecía definitivo, al aceptar en una carta enviada el miércoles por la mañana a las instituciones las exigencias de los acreedores planteadas la semana pasada con alguna excepción (sobre todo retrasos en los plazos para implementar los sacrificios en forma de recortes). Y una referencia con las tres palabras mágicas: reestructuración de la deuda.

Sin embargo, y al igual que el pasado viernes 26 de junio, Tsipras volvió a desconcertar a sus interlocutores: en su alocución televisada mantuvo la convocatoria del referendo y, más duro aún, su inclinación por el ‘no’. Sin embargo, el primer ministro heleno suavizó sus palabras: “Si hay una oferta positiva del Eurogrupo, responderé inmediatamente”. No fue así.

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