Una evaluación revela irregularidades y descontrol en el registro de paquetes de Correos del aeropuerto Madrid-Adolfo Suárez

La falta de personal y una serie de negligencias en el protocolo de recepción de paquetes en la oficina de Correos del aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez provocaron las pasadas navidades un retraso en la entrega de más de 500.000 bultos. Un mes después, la organización mundial de operadores postales, International Post Corporation (IPC), puso el foco en este centro de intercambio internacional, donde detectó errores en los procedimientos de recepción y envío de paquetería, según documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es.

La comprobación de estas incidencias se hizo a través de una evaluación interna para mantener el certificado de calidad que concedió en 2013 al Centro de Tratamiento Internacional (CTI) de Barajas (única oficina con esta categoría en España). 

IPC agrupa a 24 operadores postales de Europa, Norteamérica y Asia, incluido el operador postal español. Gestionan el 80% del volumen mundial de correspondencia a través de las oficinas de cambio y, además, otorgan un certificado de calidad en reconocimiento a la organización y administración de estos centros. España obtuvo este certificado hace cinco años para su oficina de intercambio de Barajas y lo mantiene, de momento, hasta la próxima revisión, en abril de 2019.

Para mantener dicho certificado, IPC audita al centro a través de una evaluación que realiza la propia oficina de Correos y posteriormente revisa al detalle el organismo mundial. “Esta auditoría evalúa aspectos operativos, informáticos, electrónicos, informativos y de mando”, explica uno de los trabajadores del CTI de Barajas. En una segunda fase, un equipo de IPC se desplaza a las instalaciones para evaluar el funcionamiento del centro “buscando evidencias de procedimientos operativos”, informa IPC.

Descontrol en los procedimientos

El informe revela errores de registro en el centro de Correos del aeropuerto. El director de la oficina, José María Pascual Fariña, asegura a IPC que se registra “correctamente” todo el correo que llega al centro, pero la auditora constata que únicamente se registra un 8,2% de la mercancía, según mensajes intercambiados entre ambos. 

Preguntado por este tema, Correos confirma la veracidad de estas comunicaciones, pero le resta importancia. Una portavoz de la empresa pública responde que dicho porcentaje de registro se debe a un problema en los sistemas de transmisión de información, “ahora la lectura es del 74%”. Sin embargo, IPC establece en los requisitos de rendimiento de las oficinas que el registro debe ser de un 95%.

La auditora de IPC también identifica 666 bultos que no han sido registrados en su contenedor correspondiente, un dato que revela que no se controla la mercancía que se recepciona en el aeropuerto, según constata el documento de evaluación. Además, IPC advierte de que es “inaceptable” que las aerolíneas no tengan información sobre la expedición de paquetes y a dónde viajan. 

Otro de los errores que IPC apunta en el documento son las incidencias relacionadas con el intercambio de mercancía entre países que pertenecen a la organización. La auditora recuerda que la oficina debe informar a la unidad de control de calidad de IPC y después tomar medidas correctivas para subsanarlo. El centro de Barajas no emite información al respecto, según la auditora.

Un portavoz de Sindicato Libre, representante mayoritario de los trabajadores de este centro, explica a eldiario.es que “en Barajas no se cumple el protocolo de entrada de la mercancía”. Cuenta que la recepción de la paquetería “antes de tiempo” y la “desclasificación” de los bultos provoca retrasos en los plazos de los envíos establecidos por IPC.

El organismo internacional de operadores postales, que contactado por este medio se remite a las explicaciones de Correos, deberá decidir en 2019 si mantiene el certificado de calidad para el CTI de Barajas, que según la empresa española no está en peligro. 

Correos contaba en 2017 con 51.205 trabajadores. Esto es, un 24,32% menos que hace diez años, cuando llegaron a los 67.661. En la actualidad, los sindicatos están llevando a cabo acciones reivindicativas, y han amenazado con convocar una huelga de 24 horas en noviembre, en las inmediaciones del día de descuentos comerciales conocido por su denominación anglosajona “black friday”, y otras dos más en diciembre, cerca de las navidades.