El exministro socialista José Bono ha dado el pase a un pequeño proyecto fotovoltaico en pleno boom de peticiones de conexión a la red eléctrica de este tipo de plantas, en lo que el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha definido esta semana como “burbuja” de solicitudes de permisos.
Bono ha vendido el 90% de su sociedad La Atalaya 52 SL, que controlaba junto a su hijo, y que promovía una pequeña planta de 990 kilovatios (KW) en su hípica en Toledo. La operación ha ascendido a 62.428 euros, lo que implica valorar el 100% de la sociedad en unos 70.000 euros. El comprador es Gestión y Ejecución de Obra Civil (Gyocivil), del constructor toledano Fernando Sánchez, socio del aeropuerto que inversores privados promueven en Casarrubios del Monte (Toledo).
Según el Registro Mercantil, Sánchez acaba de sustituir a Bono como administrador único de La Atalaya 52 SL, que ha trasladado su domicilio social a la sede de Gyocivil en Madrid. La venta, a cuyo precio hay que sumar la liberación del contravalor del correspondiente aval de la instalación (10.000 euros), se escrituró el 29 de mayo, ocho meses después de iniciarse los trámites.
Bono explica que la promoción se ha vendido porque “obtenido el punto de acceso, se comienza a buscar financiación para una actuación que tiene un coste total aproximado entre 500.000 y 700.000 euros. No encontramos financiación en varios bancos a los que poníamos la condición de no tener que aportar garantías adicionales o hipotecarias porque creíamos que debía ser suficiente garantía la propia instalación fotovoltaica. Se nos dice que la instalación es muy pequeña y que harán falta otras garantías y que solo se acepta lo que nosotros pedimos –ausencia de garantías adicionales– cuando la instalación es de más envergadura, entre 8 a 10 MW”.
El ex presidente del Congreso de los Diputados señala que los trámites para construir la planta se iniciaron el 28 de septiembre, con la solicitud y depósito del aval bancario por parte de otra sociedad de la familia, Hípica Almenara SL, que el 3 de octubre pidió a la distribuidora, Iberdrola, el punto de conexión a la red.
La respuesta de la eléctrica fijando las condiciones de acceso al punto de conexión (que implica tener tramitado el 70% del proyecto) llegó en un mes. Ni Bono ni Iberdrola precisan en qué momento se obtiene ese punto de conexión.
El expolítico sí indica que el 6 de febrero se realiza el último trámite, presentar el proyecto en la Dirección General de Industria de la Junta para que otorgue la correspondiente autorización administrativa. La conexión a la red requiere del visto bueno de Red Eléctrica, que declina informar sobre este asunto porque “no es información pública”.
Durante la tramitación de la promoción se transmitió la titularidad del proyecto a la sociedad La Atalaya 52, que llevaba años inactiva, “para que, si la actividad fracasara por cualquier causa, las consecuencias económicas negativas no afecten a otros bienes diferentes de la propia instalación fotovoltaica”, explica Bono.
Con esta compra, Gyocivil refuerza su pequeña cartera de proyectos en energías limpias. En 2017, último ejercicio del que ha presentado cuentas, esta firma de ingeniería y construcción facturó 22 millones, un 42% más, cifra que esperaba prácticamente duplicar para 2018, hasta al menos 41 millones. El dueño de esta empresa, Fernando Sánchez, es consejero y accionista de Air City Madrid Sur, que en octubre anunció una inversión de 148 millones para promover un aeropuerto a unos 40 kilómetros de Madrid.