La inversión en agricultura requiere garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de las personas, para lo que se necesitan técnicos especializados que ayuden a mejorar las políticas nacionales, declaró hoy un experto de la FAO.
El especialista de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Karel Callens explicó a Efe que la inversión “no solo consiste en aumentar la producción y la productividad, sino también en asegurarse que las personas con inseguridad alimentaria y desnutrición tienen un mayor acceso a una dieta sana”.
Para ello reivindicó la figura del experto en políticas alimentarias, que “observa el ambiente en el que se realizan las inversiones y garantiza que las condiciones son buenas” para lograr un impacto adecuado.
A través de una iniciativa conjunta financiada con unos 40 millones de euros, la agencia de la ONU y la Unión Europea están buscando actualmente especialistas en esa materia para proporcionar asistencia técnica hasta en una treintena de países en desarrollo.
“Queremos que (esas personas) tengan la experiencia de involucrarse de forma neutral en los procesos” y relacionarse con todo tipo de socios, incluidos gobiernos, sector privado y sociedad civil, indicó Callens.
Las necesidades que deberán atender dependen de cada Estado y su contexto particular. Mientras que en Yibuti existe una fuerte preocupación por la ausencia de agua, Birmania está más interesada en los asuntos de tenencia de la tierra, y los países costeros del oeste de África, en la actividad pesquera.
El objetivo de ese programa, añadió el experto de la FAO, es “añadir valor” a la inversión que la UE está dedicando a los programas nacionales de los países seleccionados, dentro de una cooperación más amplia en cuestiones de seguridad alimentaria, nutrición y agricultura sostenible.
El especialista de la Plataforma global de donantes para el desarrollo rural Jim Woodhill insistió, por su lado, en la necesidad de reorientar los fondos públicos en los países en desarrollo y trabajar constantemente con el sector privado y la sociedad civil entendiendo sus prioridades.
Durante una charla en la FAO, consideró que debe haber un “diálogo de políticas” que consiga atraer a todas las partes, aunque las agendas e intereses de cada una de ellas sean diferentes.
Woodhill reclamó mayor atención al desarrollo de las infraestructuras, las finanzas, los servicios rurales, la tenencia de la tierra y la protección social, entre otras áreas esenciales para fomentar la transformación del medio rural.
Y, al igual que Callens, hizo hincapié en la importancia del contexto y los condicionamientos como los que hacen, por ejemplo, que en algunas regiones pobres de tradición cafetera y exportadora estén cambiando sus cultivos por el de verduras frescas para abastecer la demanda local.