El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado hoy sus principales conclusiones sobre la reforma del sector financiero en España, en la que como era esperado alaba los pasos dados por el Ejecutivo pero también le muestra el camino para una reordenación más ambiciosa. Los hombres de negro de Washington aterrizaron en España el 28 de enero para inspeccionar, in situ, bancos, cajas y reguladores financieros y dictar sentencia sobre los avances hechos hasta ahora.
Entre las recomendaciones que hace al Ejecutivo conservador está la de mantener una estrecha vigilancia en la solvencia de las entidades financieras, animándolas a limitar el pago de dividendos y de bonus a sus directivos. Precisamente, Bruselas también ha indicado que esta limitación de dividendos es la estrategia apropiada a la hora de repartir beneficios por parte de los accionistas.
Otra de las propuestas de más calado que hace el organismo es la de transferir definitivamente la capacidad sancionadora del ministerio de Economía al Banco de España. Diferentes instituciones ya han instado con anterioridad a España a dar ese paso, que reforzaría el papel del supervisor bancario, además de darle más independencia.
Los hombres de negro se acuerdan de hacer un guiño a la creciente preocupación social por el drama causado por los desahucios. Así, cree que el diseño preliminar de las nuevas medidas para extender la protección social en los casos de impago en las hipotecas van en “la buena dirección”. Con todo, el FMI pide que las medidas “estén muy orientadas a ayudar a aquellos en mayor necesidad”.
En este sentido, el organismo valora también las medidas que se han anunciado, aún en fase muy preliminar, sobre la posibilidad de reforzar el marco para declarar las insolvencias personales.
En cuanto al banco malo, la sociedad gestora de los activos tóxicos de la banca rescatada, el FMI pide que se refuerce la política interna para evitar conflictos de interés con los miembros del consejo de administración. En concreto, el Fondo pide que se adopten medidas para evitar que los consejeros nombrados por los bancos accionistas (como Santander o Popular) participen en las negociaciones sobre carteras de activos que se parezcan a las que sus bancos están intentando vender. O, al menos, alejarse de la gestión en la liquidación de este tipo de activos en las entidades que les han nombrado. (ver información relacionada)
Durante el extenso informe de 45 páginas, el FMI insiste en que se continúe con la reestructuración bancaria de forma que se minimice el coste fiscal para el contribuyente y también que se intente rentabilizar la participación estatal en las entidades. El organismo recuerda una y otra vez que los riesgos para la sostenibilidad del sistema financiero siguen siendo muy elevados, sobre todo por el pésimo pronóstico económico. El FMI espera que la economía española caiga otro 1,5% en 2013.