“Si tienes un dinero extra, dale un empujoncito”. La mayoría de los clientes de entidades financieras ha recibido emails o mensajes con este tipo de lemas por parte de su banco en las últimas semanas o meses. El aumento de los ahorros de los consumidores y el debate sobre si se tiene que cobrar por los depósitos han impulsado desde hace tiempo las campañas por parte de la banca para captar parte de este dinero hacia productos de inversión como los fondos o los planes de pensiones privados, que se han convertido en una vía potencial de ingresos para estas entidades financieras por las comisiones que genera la gestión de estos activos.
El pasado año ha sido complicado para el sector. Los seis principales bancos (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter) cerraron el ejercicio con unas pérdidas acumuladas de más de 5.500 millones de euros y prácticamente todas las vías de ingresos han sufrido el impacto de la crisis económica provocada por el coronavirus. Pese a que prácticamente ningún negocio se libra de sufrir los efectos de la pandemia, las cuentas de estos bancos confirman una tendencia en la que tanto los fondos de inversión y los planes de pensiones, como los seguros, ganan peso en los ingresos por comisiones.
Esta vía de ingresos no se ha librado de los efectos de la pandemia. Las seis principales entidades cobraron 25.000 millones de euros, lo que supone un 10% de caída. La caída de la actividad económica provocada por la pandemia y, especialmente, durante el confinamiento provocaron que algunas de las actividades tradicionales para la banca, como los medios de pago o las tarjetas.
Dentro de todos los servicios por los que cobran los bancos a sus clientes comisiones, ha resistido mejor la gestión de ahorros y los seguros. Estas vías son a menudo citadas por los bancos en sus cuentas como “servicios no bancarios”, diferenciándolos de la actividad tradicional. Si bien cayó durante 2020, lo hizo menos que el conjunto de los ingresos por comisiones, un 4%, quedándose en 6.700 millones.
Cabe tener en cuenta que esta caída se produjo porque Santander, el banco con más ingresos por esta vía sufrió el impacto de las divisas en sus mercados. Sabadell, por su parte, cayó en estos ingresos porque ha vendido su gestora de fondos a la francesa Amundi. Descontando estas dos entidades, los ingresos del sector por la gestión de fondos, los planes de pensiones y seguros subió más de un 4%. Tras la entidad que preside Ana Botín, CaixaBank y BBVA son las que tienen una mayor cantidad de ingresos por estos servicios.
Gracias a que han resistido mejor durante el año de crisis, salvo por desviaciones puntuales, los ingresos por esta vía han tenido un mayor peso entre las comisiones cobradas por los bancos en 2020. En concreto, más de una cuarta parte de las comisiones que tuvieron que pagar los clientes de los bancos durante el pasado año llegaron de estas actividades ajenas a la suya tradicional. Este tipo de servicios, que hasta hace unos pocos años estaban reservados en las divisiones de banca privada (la dedicada a grandes patrimonios), se han ido extendiendo al resto de clientes, a medida que se ha ido incrementando el volumen de ahorro de los hogares.
CaixaBank es la entidad española que tiene un mayor peso de estos negocios en sus ingresos por comisiones. Prácticamente el 40% del cobro de comisiones por parte de la entidad catalana se produce en los negocios como la gestión de fondos, de planes de pensiones y de seguros. No es vano, el grupo es el líder en cada una de estas tres actividades en España gracias a su importante gestora y a que su aseguradora es la mayor del país. Ahora incrementará todavía más su posición de liderazgo, tras haber absorbido oficialmente a Bankia este viernes.
La entidad logró este martes el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia sin que haya tenido que hacer compromisos ni desinversiones en este negocio, como sí ha tenido que hacer respecto a las oficinas y los cajeros. La CNMC considera que “no hay amenaza a la competencia efectiva” en fondos, planes de pensiones y seguros pese a que tras la fusión CaixaBank tiene entre un 25% y un 33% de cuota de mercado en cada una de estas actividades. Muestra de la importancia creciente de estos tres negocios para los bancos es que cuando se anunciara dicha operación se fijó como una relevancia estratégica la capacidad de crecimiento de la nueva entidad en el futuro.
En un contexto en el que las entidades bancarias sufren la caída de los ingresos por intereses en los préstamos debido a que los tipos de interés que fija el BCE están en negativo, y así seguirán durante los próximos años, las comisiones ganan protagonismo para los ingresos de los bancos. Un efecto de esta realidad es el debate abierto sobre el cobro de comisiones por los depósitos de ahorros en los bancos. Entidades como BBVA e ING han realizado movimientos en este sentido. Y así, crece la percepción por parte de los clientes de que son cada vez más las comisiones que le cobran los bancos. De hecho, este mismo jueves se han celebrado en distintos puntos del país manifestaciones de colectivos de pensionistas como Marea Pensionista o Coespe contra lo que consideran un cobro excesivo de estas comisiones.
En busca de la vinculación
Los resultados de los bancos no muestran un aumento en el cobro de comisiones por ahora. Sin embargo, lo cierto es que prácticamente todas las entidades se han ido posicionando en el último año en un nuevo contexto de servicios a los clientes. Las cuentas corrientes ya no son productos que por sí solos generen negocio para el banco. Además, ya casi no quedan en el sector cuentas que remuneren los depósitos de los clientes. La nueva normalidad de la banca, que ya se venía gestando pero se ha acelerado tras la pandemia, consiste en buscar clientes muy vinculados con sus entidades. Es en ello en lo que están trabajando prácticamente todas las entidades bancarias y es por ello que las condiciones de las cuentas se han ido endureciendo para poder esquivar las comisiones que, según la entidad, puede llegar a los 240 euros al año.
Así, las entidades obligan a contratar productos añadidos a la propia cuenta para poder disfrutar de ella sin costes. La alternativa para los clientes menos vinculados son las cuentas totalmente digitales de las plataformas online de estas entidades. No solo ocurre con las cuentas corrientes, también con las hipotecas. La última ley hipotecaria prohibió las venta de productos como los seguros adosados al préstamos. Sin embargo, los bancos han apostado por reducir el precio de la hipoteca si va acompañada de vinculación. Este mismo viernes, la presidenta del Santander, Ana Botín reafirmaba que el banco “va a seguir centrado en aumentar la vinculación de los clientes y ampliar los productos y servicios de mayor valor añadido”.
Es en este punto donde ganan protagonismo las gestoras de fondos de inversión o las de planes de pensiones. Puesto que se han dejado de retribuir los depósitos, o incluso se plantea su cobro, los bancos incentivan que los clientes contraten estos productos vinculados con el ahorro a largo plazo. Solo en los dos primeros meses de este año los fondos han captado casi 6.000 millones de euros de inversores españoles, según los datos de Inverco, la patronal de estas gestoras, y son ya 282.000 millones de euros los que se gestionan, más que nunca. Por su parte, los fondos de pensiones gestionan 118.000 millones de euros a cierre de 2020, con un incremento de 2.000 millones en el último año, según la misma fuente.
De este modo, los bancos buscan rentabilizar la gran cantidad de depósitos de los hogares, que se encuentran en máximos históricos. En los dos primeros meses de este año han crecido un 9% y se sitúan en 1,1 billones de euros, según los datos publicados por el Banco de España este jueves. Los seis principales bancos españoles incrementaron en el año de la pandemia en 73.000 millones de euros.