La familia Ardid Martínez-Bordiú, una de las ramas de descendientes del dictador Francisco Franco, ha reducido posiciones en el sector hotelero, uno de los más golpeados por la pandemia, con la reciente venta de un establecimiento de lujo en el centro de Madrid tras lograr la dueña del inmueble el aval del Estado para algunas de sus deudas.
A mediados de julio se anunció la venta del hotel Bless Madrid, un cinco estrellas en el barrio de Salamanca. El inmueble pertenece a la española Breda Capital SL, que presidía hasta hace unos días un bisnieto del dictador, Jaime Ardid Martínez-Bordiú.
Poco antes de sacar al mercado su único activo, y de acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda, esta sociedad recibió avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por un importe de 2 millones de euros a través de sendas operaciones de financiación realizadas en agosto y noviembre de 2020, al amparo de la línea extraordinaria de liquidez habilitada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para paliar los efectos de la COVID-19.
Breda Capital era una de las empresas del Grupo Didra, conglomerado de inmobiliarias que construyó las lujosas urbanizaciones de Montepríncipe y El Encinar. Didra pertenece a la familia Ardid, vinculada desde hace décadas al ladrillo y famosa por el matrimonio de uno de sus miembros, Rafael Ardid (nieto del general republicano Tomás Ardid), con María de la O Martínez-Bordiú, nieta del dictador, más conocida como Mariola y considerada la más discreta del clan.
Junto a, entre otros socios, Aina Hospitality, gestora especializada en el sector hotelero impulsada por el grupo de gestión de grandes patrimonios Edmond de Rothschild, Didra ha vendido ese hotel por 114 millones, cifra que, según el portal especializado brainsre.news, supone un récord en un contexto de pandemia, si bien está por debajo de los 135 millones que pretendían ingresar.
Los vendedores adquirieron el establecimiento, ubicado en el número 62 de la calle Velázquez, en marzo de 2017 por 63 millones a la familia Salazar, exdueños de SOS Cuétara, que lo vendieron acuciados por las deudas tras aflorar un agujero multimillonario en las cuentas del grupo alimentario.
Reapertura en noviembre
Las últimas cuentas de Breda Capital datan de 2019. En ellas contabilizaban cerca de 100 millones en activos y unos 60,23 millones en deudas con Banco Santander cuya garantía eran las acciones de los socios de la empresa. Tras la entrada en explotación del hotel, a principios de 2019, y después de una profunda remodelación, la sociedad facturó cerca de 12 millones en ese ejercicio y declaró 4,4 millones en pérdidas, según las cuentas formuladas el 28 de febrero de 2020 y accesibles a través de Insight View.
Luego llegó la pandemia, que ha golpeado sobremanera al sector hotelero. El Bless Madrid, que lleva tiempo cerrado (ha anunciado su reapertura para noviembre), está encuadrado en el segmento que más va a tardar en recuperarse pese a la buena marcha de la campaña de vacunación, por el hundimiento del turismo urbano y el de negocios, en mínimos mientras el vacacional va despegando. En junio, la Comunidad de Madrid recibió un 59% menos de turistas que en junio de 2019. Fue la peor región de toda la Península, según los datos del INE.
El comprador del antiguo Gran Hotel Velázquez es RLH Properties, dueña de otro cinco estrellas madrileño, el Villa Magna, y cotizada en la Bolsa Mexicana de Valores. Esta empresa estuvo participada y presidida por el multimillonario mexicano afincado en Londres Enrique Sanginés-Krause, conocido por haber financiado supuestamente los gastos opacos del rey Juan Carlos investigados por la Fiscalía del Tribunal Supremo que el monarca ocultó a Hacienda utilizando a un teniente coronel retirado como testaferro.
Sanginés-Krause es socio en negocios inmobiliarios de Santiago Aguirre, hermano de Esperanza Aguirre y fundador y presidente de Savills Aguirre Newman. Esta potente consultora es una de las firmas que han asesorado a RLH en la transacción, junto al despacho Pérez-Llorca, Deloitte y Hill International. Por su parte, DLA y JLL han actuado como asesores de los vendedores.
El antiguo Gran Hotel Velázquez, ubicado a tiro de piedra del Parque del Retiro y la Milla de Oro, tiene 111 habitaciones (incluyendo 27 suites), restaurante, club bar, azotea con piscina y bar, spa y amplios salones para reuniones. El establecimiento va a seguir gestionado por Bless, la cadena de lujo de Palladium, del grupo Fiesta Hoteles, perteneciente al empresario, exministro popular y ex alcalde franquista de Ibiza Abel Matutes.
Como principal socio de Breda Capital figuraba hasta ahora Pintor Hodco SL (50%), sociedad de Aina controlada a través de una firma de Luxemburgo que cuenta entre sus inversiones con un hotel en Berlín de la cadena Axel, especializada en el cliente LGTBIQ+.
A continuación estaba CM 16 SL (20%), presidida por Jaime Ardid Martínez-Bordiú y que, según reveló El Periódico en 2018, fue propietaria de un inmueble que funcionó durante años como un burdel en el Paseo de las Delicias de Madrid.
Los negocios de esta rama del clan Franco van más allá del ladrillo o los hoteles. Los Ardid Martínez-Bordiú se reparten cargos en sociedades como Artemis Tours, un touroperador de lujo centrado en el mundo de la pesca en el que también figura como vocal Javier Marín, ex consejero delegado del Banco Santander. También fueron accionistas de Dulcinea Nutrición, empresa de restauración que servía comidas a inmigrantes en Ceuta y que está en concurso de acreedores tras protagonizar una serie de impagos a trabajadores de sedes públicas como La Moncloa.