El Gobierno veta a Aena tomar el control del aeropuerto de Londres-Luton

El acuerdo de compra el pasado verano por Aena de Luton, el cuarto aeropuerto de Londres, en asociación con AXA, fue presentada por el presidente de la compañía española, José Manuel Vargas, y por la ministra de Fomento, Ana Pastor, como la guinda del pastel en el proceso en marcha de la privatización de la red de los 47 aeródromos públicos españoles y de otros 18 que Aena tiene en el extranjero.

Sin embargo, cuando arrecian las críticas de las empresas del sector privado español de aeropuertos contra el modelo de privatización que patrocina Fomento y cuando desde el equipo económico del propio Ejecutivo de Mariano Rajoy se mantiene bloqueada la operación, la compra de Luton se ha paralizado.

Fuentes de toda solvencia han indicado a eldiario.es que el Gobierno ha comunicado a Fomento y a Aena su veto a la operación por la que “una empresa pública y que además arrastra una deuda multimillonaria, pretende gastar una cantidad estimada en 502 millones de euros en la compra del aeropuerto londinense”. El veto se ha hecho extensivo también a la operación por la que Aena pretendía tomar el control accionarial del aeródromo de Cali en Colombia.

Según las fuentes indicadas, la ‘tarjeta roja’ del Gobierno (a instancias del Ministerio de Hacienda) se produce por que la operación que ha pretendido llevar adelante el equipo que preside José Manuel Vargas estaba específicamente encaminada a que Aena se hiciera con la mayoría accionarial de ambos aeropuertos, incrementando su actual participación.

Fuentes oficiales de Aena consultadas por eldiario.es no han contestado a la pregunta precisa de si se ha producido un veto por parte del equipo económico del Gobierno a la operación de la toma de control y de la mayoría accionarial de los aeropuertos de Luton y Cali. La respuesta oficial se resumen en que “la compra se culminará a lo largo de este año”.

Oposición del sector y del Gobierno

Oposición del sector y del GobiernoEl sector privado español de empresas aeroportuarias, con miembros notables como Ferrovial u OHL, expresa de manera extraoficial su oposición al modelo de privatización en bloque que Fomento ha impuesto para los 47 aeropuertos de la red estatal, más otros 18 aeródromos en el extranjero. Considera igualmente “un error” que solo esté previsto dar entrada en el capital de Aena Aeropuertos a entidades estrictamente financieras, lo que deja fuera a unas compañías como las citadas, que tienen vocación de gestión de las terminales del tráfico aéreo.

La sensibilidad de las compañías privadas de infraestructuras aeroportuarias ha prendido en el equipo económico del Gobierno. Desde Hacienda se mantiene la tesis de que no se puede cambiar un ‘monopolio público’ por otro monopolio, esta vez privado. “Limitaría gravemente la competencia”, aseguran.

Las aerolíneas y sus patronales, por su parte, interpretaron en su día que la adquisición de los aeródromos de Luton y de Cali solo respondía a la estrategia de Fomento de privatizar la filial de Aena Aeropuertos en el plazo más breve posible. “Engordar la deuda en más de 500 millones de euros, cuando se deben 13.000 millones no deja de ser una estrategia cuestionable y solo se explica como una vía para hacer más atractiva una compañía que se quiere privatizar a toda costa”. Las mismas fuentes afirman que tal operación “con toda seguridad, no está encaminada a que a las compañías aéreas, que somos los principales clientes de Aena, se nos rebajen las tasas y se mejore el servicio”.

La compra de Luton

La compra de LutonJosé Manuel Vargas, actual presidente de Aena, y principal artífice de la operación de privatización en curso, protagonizó este verano la compra relámpago del aeropuerto de Londres-Luton por una cantidad de 504 millones de euros. Justificó entonces la adquisición como una forma de “recuperar el valor de Aena Aeropuertos de cara a su privatización”, ya que durante la crisis la empresa española había perdido más de 16,3 millones de pasajeros. La propiedad de Luton, en la fecha en que se puso en marcha la operación de venta, estaba en manos de Abertis (90%) y de Aena (10%). El objetivo era que la mayoría del capital pasara a ser controladas por la empresa pública que preside José Manuel Vargas, con el apoyo financiero de la aseguradora AXA. Luton movió el pasado ejercicio 15 millones de viajeros.

Junto a la operación de modificación del accionariado del cuarto aeropuerto londinense, Abertis y Aena anunciaron que habían cerrado un acuerdo con ADC & HAS Airports Worldwide para venderle los aeródromos de la ciudad irlandesa de Belfast y la segunda instalación aérea de la capital sueca de Estocolmo, así como las concesiones en el aeropuerto de Orlando Sanford (Florida) junto al negocio de gestión aeroportuaria de TBI en Estados Unidos. La operación se ha cifrado en 284 millones de euros.

Abertis y AENA también participan en una sociedad mexicana que es propietaria de 15 aeropuertos en México y el de Jamaica. Esta compañía, cuyo 85% del capital cotiza en las bolsas de Nueva York y México, está controlada por el 15% que poseen Abertis, Aena y un socio mexicano.