La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha avanzado este martes en el Congreso que el sistema eléctrico registró un superávit “a pesar de un año 2022 extremadamente complicado”, marcado por las medidas extraordinarias adoptadas para hacer frente a la crisis energética, como la reducción de los cargos (parte regulada del recibo) para reducir el impacto del encarecimiento de la energía en la factura final de los consumidores, “pequeños, grandes y medianos”.
Durante una comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados, Aagesen ha descartado de plano la generación del denominado déficit de tarifa (desfase entre ingresos y costes regulados). Ha explicado que el incremento de los precios de la electricidad en el mercado mayorista ha propiciado que los costes de los sistemas extrapeninsulares hayan sido menores de lo previsto inicialmente; mientras que el importe de las antiguas primas a las renovables del régimen especial (RECORE) “ha sido menor porque los costes del mercado han sido mayores”.
Aagesen ha respondido así al diputado del PP Juan Diego Requena, que ha expuesto “la lógica preocupación” de los populares “de que se repitan las peligrosas prácticas socialistas respecto a la deuda y la quiebra casi del sistema eléctrico”.
“No tengo datos que digan que hay déficit tarifario”, ha señalado Aagesen, que ha indicado que las liquidaciones mensuales de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dicen lo contrario. Y en la liquidación número 14 (con datos del déficit o superávit del sistema en 2022), prevista para el próximo abril, “podrán ver que no aflora ningún déficit para su tranquilidad”. “Seguro que aflora algo de superávit”, ha añadido, “algo importante para tener flexibilidad, seguridad, para tener una cláusula de salvaguarda”.
Aagesen ha recordado que la crisis energética de 2022 estuvo marcada “no solo por una guerra en Ucrania”, sino también por un verano extremadamente cálido en el que “uno de cada dos días” ha habido temperaturas “extraordinarias”, con una reducción de la capacidad de producción hidroeléctrica del 22% en España y del 45% en Portugal, y un parque nuclear en Francia funcionando a la mitad.
Ha subrayado que el mecanismo ibérico, que el Gobierno va a prorrogar este martes hasta diciembre, como adelantó el lunes elDiario.es, “ha permitido grandes ahorros a los consumidores”, que ha cifrado en 5.000 millones de euros, mientras el diputado del PP insistía en que el “timo ibérico” ha sido “un fracaso” que ha servido para “subvencionar” la energía a Francia.
Aagesen, que ha dicho que “ofende” que se califique así al mecanismo ibérico, ha incidido en que las rentas de congestión por las exportaciones de electricidad a Francia, propiciadas por los problemas de sus reactores nucleares, se han utilizado “para reducir las facturas de los consumidores”.
El déficit de tarifa es una figura que creó el Gobierno de José María Aznar para diferir las subidas de la luz a cambio de pagarlas, con intereses, mediante un recargo en el recibo. Se convirtió en una multimillonaria bolsa de deuda que explotó en la época de José Luis Rodríguez Zapatero por el boom de las primas a las energías renovables y que llevó al Ejecutivo de Mariano Rajoy a suspender las ayudas a la electricidad limpia, lo que produjo un parón de años en el sector y una catarata de denuncias de inversores extranjeros contra España ante los tribunales de arbitraje internacional.
En 2022, la deuda acumulada del sistema eléctrico ascendía todavía a algo más de 10.000 millones de euros, según los últimos datos de la CNMC, tras reducirse un 17,8% durante el ejercicio tras la amortización de 1.783 millones de la deuda histórica. Está previsto que en 2028 finalice el pago de esta enorme losa de deuda, que los consumidores abonan con intereses a los fondos que compraron esos derechos de crédito a las compañías eléctricas hace años.