El Gobierno salió de La Palma con un pacto de mínimos en la conferencia de presidentes que se ha celebrado este fin de semana. Entre los puntos del documento final figura un acuerdo genérico para la rebaja de impuestos, sin especificar. El Ejecutivo confía en concretar a lo largo de esta semana un diseño para aligerar las cargas fiscales en sectores afectados por la subida de los precios de la luz y de los carburantes. En concreto, se está analizando el margen que se tiene en materia de tributos vinculados a la factura de la luz y los de los carburantes, con los que intentar compensar las repercusiones de la guerra en Ucrania, según señalan fuentes del Ministerio de Hacienda.
Respecto a la luz, Pedro Sánchez ya recordó este domingo a los presidentes autonómicos que el Gobierno mantiene una rebaja en varios impuestos a la electricidad. En concreto, el Ejecutivo ya prolongó medidas acordadas el pasado verano. Esto incluye, hasta el 30 de abril una rebaja del IVA de la electricidad del 21% al 10%. También la reducción a un tipo mínimo del 0,5% del Impuesto Especial sobre la Electricidad. También se suspendió el Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica durante el primer trimestre de este año. Los datos de recaudación del año pasado concluyeron que estas medidas habían recortado en 1.600 millones los ingresos del Estado.
Así, se asume que en este campo el margen de actuación ya es reducido. Por ello, han entrado en juego otros impuestos, que son los de los carburantes. El Gobierno va a analizar la posibilidad de reducción de la carga fiscal de la gasolina y el diésel frente a una subida de los precios provocada por la crisis en Ucrania. Esta medida ha sido reclamada por los presidentes autonómicos durante la reunión de La Palma y contrasta con las propuestas del comité de expertos que hace dos semanas planteaban un aumento de la fiscalidad de los hidrocarburos y la igualación entre el diésel y la gasolina.
En España hay dos grandes impuestos que afectan a los hidrocarburos. Uno es el IVA, que para estas compras se grava con el 21%. El Gobierno todavía no ha planteado medidas concretas, que se desarrollarán a lo largo de los próximos días. Sin embargo, en el caso de la luz ya aprobó una reducción del IVA general a un tipo reducido del 10%, por lo que esta es una de las posibles vías para rebajar el gasto, especialmente para el sector del transporte, al alcance del Ejecutivo. El otro de los impuestos es el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos, que grava el uso de los carburantes en función de su tipo. Se trata de la principal figura tributaria dentro de los Impuestos Especiales, ya que supuso durante el año pasado 11.492 millones de euros para las arcas del Estado. El conjunto de los impuestos especiales recaudaron en 2021 algo más de 19.000 millones, lo que muestra la importancia de los hidrocarburos.
De apostar por esta vía, el Gobierno necesita también del aval de la Comisión Europea para poder emprender rebajas a los hidrocarburos. Por ello, no es una medida que depende enteramente del Ejecutivo español, sino que tendría que convencer a las autoridades comunitarias.
Los presidentes autonómicos, en especial los del PP, reclamaron durante el fin de semana rebajas fiscales para hacer frente a la crisis en Ucrania. “Los ciudadanos no entienden que se les pida que bajen la calefacción [ en referencia a las palabras de Josep Borrell] y no se le bajen los impuestos al gas, la electricidad y los hidrocarburos”, aseguró el presidente de la Xunta de Galicia y aspirante a liderar el partido, Alberto Núñez Feijóo. Isabel Díaz Ayuso fue un paso más allá al plantear una suspensión temporal de los impuestos que gravan la energía, que su compañero andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha reconocido que no se puede llevar a cabo. “El cero es prácticamente imposible en términos de cuantificación del Estado”, ha resumido. La presidenta madrileña también planteó dedicar el presupuesto del Ministerio de Igualdad a “ayudar a las familias a afrontar la subida de los precios”. Los demás presidentes del PP salieron al paso al asegurar que se debe analizar qué gastos son “necesarios”. “No se puede frivolizar”, respondió la portavoz del Gobierno.