Comprar una vivienda en España será el camino más corto para conseguir el permiso de residencia. A pesar de la crisis económica y las numerosas declaraciones de políticos conservadores que afirman que España no puede absorber más extranjeros, el Gobierno no pondrá inconvenientes si vienen con el dinero por delante.
“En unas semanas se va a poner en marcha una reforma del Decreto de extranjería para conceder permisos de residencia en España a extranjeros que adquieran una vivienda a partir de un nivel de precio”, indicó García-Legaz.
El secretario de Estado apuntó a los 160.000 euros como el límite de precio de los pisos que se fijaría en esta medida, un importe que estima “equilibrado”. “No se puede poner un límite de precio más bajo, porque generaría una demanda masiva de permisos de residencia”, apuntó.
El Gobierno cree que rusos y chinos serán los principales beneficiarios, ya que en esos países se detecta “una demanda importante de vivienda en España”. El desplome de los precios inmobiliarios favorece este interés.
Según indicó, se trata una iniciativa en la que trabajan desde la pasada primavera los ministerios de Empleo, Fomento, Interior y Asuntos Exteriores, y cuyo objetivo sería reducir el 'stock' de pisos que existe en España, donde actualmente “no se ve mucha capacidad de compra por la falta de crédito”.
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ya avanzó el 14 de noviembre en el Congreso que el Gobierno está acelerando los permisos de residencia para extranjeros que adquieren propiedades inmobiliarias en España.
Para el PSOE, el plan es “poco verosímil”. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha dicho que si se trata de acabar con el 'stock' de viviendas disponible, se pueden poner en marcha medidas “más rigurosas”.
La dirigente socialista ha afirmado que la dirección del PSOE no tenía ningún conocimiento de los planes del Gobierno en este sentido, puesto que las reuniones que mantuvieron la semana pasada perseguían acordar una reforma antidesahucios y no medidas concretas como esta.
“España está en venta, al mejor postor”, ha dicho la portavoz de UPyD, Rosa Díez, sobre el anuncio. Díez cree que el Gobierno “ha perdido hasta los escrúpulos mínimos” y que el argumento de que hace falta dinero “vale para justificar cualquier tropelía; lo mismo para cerrar quirófanos que para aprobar leyes de tasas que impiden el acceso a la justicia a la gente que no puede pagarla”.
También UGT ha criticado la idea del Ejecutivo. El sindicato ha acusado al Gobierno de pretender “canjear” autorizaciones de residencia para extranjeros a cambio de comprar viviendas de más de 160.000 euros, una propuesta que refleja que el Ejecutivo entiende la migración “desde un punto de vista utilitarista y económico”.
“Difícilmente se puede modificar el reglamento de la Ley de Extranjería para incluir este requisito sin contravenir sus procedimientos, requisitos y principios”, ha señalado UGT en un comunicado, en el que añade que la propuesta supondrá “una ruptura intolerable entre los extranjeros que quieran venir a España”.