Google dejará de usar el 'doble irlandés' y el 'sándwich holandés' para eludir impuestos
La matriz de Google, Alphabet, dejará de usar las técnicas conocidas como 'doble irlandés' y 'sándwich holandés', que permiten a las multinacionales (especialmente, tecnológicas) eludir buena parte del pago de impuestos recurriendo a sociedades en esos dos países vinculadas a terceras filiales en paraísos fiscales.
Tal y como ha adelantado la agencia Reuters, la compañía estadounidense se dispone a eliminar la estructura de licencias de propiedad intelectual mediante la cual las ganancias internacionales se canalizan a través de Irlanda y hacia paraísos fiscales del Caribe, colocándolos fuera del alcance de las autoridades fiscales de Estados Unidos.
Un portavoz de la compañía ha confirmado a esa agencia que a partir de ahora los derechos de propiedad intelectual de la compañía se gestionarán “desde Estados Unidos, no desde Bermuda”. La filial holandesa se utilizaba para canalizar los ingresos por royalties logrados fuera de Estados Unidos a través de una sociedad radicada en Bermuda (donde no existe Impuesto de Sociedades) denominada Google Ireland Holdings.
Documentos oficiales en el Registro Mercantil de Holanda consultados por Reuters muestran que en 2018 Google movió 21.800 millones de euros desde su holding holandés a una filial en Bermuda, frente a los 19.900 millones de 2017. Pero esta práctica va a cesar en 2020.
“La fecha de terminación de las actividades de licenciamiento de la compañía todavía no ha sido confirmada por los órganos de gestión de la compañía, pero la dirección espera que se produzca a 31 de diciembre de 2019 o durante 2020”, dice el documento.
El denominado doble irlandés consiste en que una sociedad en Irlanda reciba los beneficios por propiedad intelectual generados en otros países y luego estos se redirijan a otra filial en un paraíso fiscal sin Impuesto de Sociedades. En ocasiones, una tercera empresa en Holanda registra la actividad de la filial irlandesa para redirigirla a esa sociedad offshore y reducir aún más la factura fiscal.
Estas prácticas han sido validadas por la justicia europea y han permitido al gigante tecnológico retrasar el pago de impuestos estadounidenses sobre las ganancias internacionales durante años, así como pagar una tasa impositiva más baja en el extranjero. Se estima que las compañías estadounidenses han logrado con ella reducir sus facturas de impuestos en cientos de miles de millones de dólares.
El punto y final a estas técnicas permitirá a Google alinearse con los esfuerzos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para limitar la evasión fiscal internacional y se produce tras la reforma fiscal de Estados Unidos que entró en vigor en enero de 2018, que dejó exentos de impuestos los beneficios generados por las compañías estadounidenses en el exterior si se repatriaban a EEUU.
Además, en 2015 Irlanda aprobó, forzada por la UE, una reforma fiscal que ponía fecha de caducidad a estas prácticas a finales de 2020. Google es una de las últimas grandes compañías, especialmente tecnológicas y farmacéuticas, en adaptarse a los cambios, según Financial Times.
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