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Madrid se llena de hombres de negro... y otros colores

La misión del FMI y la Comisión Europea arrancó este lunes en Madrid con un desembarco de hombres de negro muy superior a lo previsto. Al despliegue de burócratas que vienen de Washington y Bruselas a escrutar princpalmente la reforma del sector financiero, se unió también la llegada de varios centenares de sindicalistas europeos que celebraban el 40 aniversario de la confederación en España. El tercero en discordia en visitar ayer España fue Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo que en las múltiples intervenciones que hizo durante la jornada dejó claro que está muy lejos de la órbita de recortes que impone la Comisión Europea.

Esta coincidencia espacio temporal de devotos de la austeridad y defensores de las políticas de crecimiento dio lugar a una suerte de galimatías sociopolítico. Los mensajes a favor de más reformas, como los que lanzó Olli Rehn, se entremezclaron con las propuestas populistas del Gobierno, como el anuncio de una minicuota para jóvenes emprendedores, o con las encendidas protestas de los representantes sindicales de los países bajo el yugo de los programas de rescate.

El discurso más contundente estuvo a cargo de Schulz, que repartió su fugaz estancia en España para entrevistarse, entro otros, con el candidato socialista Alfredo Pérez Rucalcaba. Dando muestras de poliglotismo, el parlamentario alemán criticó, hasta en cuatro idiomas, la política de ajustes llevada a cabo por Bruselas. Schulz pidió a los sindicatos que colaborarán más en cambiar las reglas del juego en Europa e hizo una llamada enardecida a la protesta por los derechos sociales.

También se dejó ver por Madrid el comisario de Empleo, Lazslo Andor, lo que fue motivo de celebración para la ministra del ramo, Báñez. La visita de Andor le da un nuevo margen a la ministra para evitar salir fuera de España para entrevistarse con sus homólogos europeos. Báñez se percató en el último momento de la buena oportunidad que le brindaba la llegada de Andor y forzó un encuentro bilateral inesperado que retrasó casi media hora el inicio de las jornadas sindicales. Ambos vestían impecable traje negro (un dos piezas con americana de terciopelo para la ministra).

Precisamente Andor fue otro de los hombres de negro (este vestía de gris pálido) en este inicio de semana. El comisario intentó ser fiel a sus principios socialdemócratas pero combinar, en su discurso, una tímida defensa al proceso de consolidación fiscal. El resultado fue un mensaje indefinido y algo ininteligible, en el que el húngaro defendía al mismo tiempo la lucha por la convergencia social y la contención del déficit.

La mayor parte de estos hombres de negro con nombres y apellidos desaparecerán hoy para dejar que los funcionarios anónimos del FMI y Bruselas acaben su trabajo entre bambalinas. La misión estará en España hasta el 1 de febrero, y posiblemente ese mismo día o al siguiente den un avance de las conclusiones a las que han llegado en su visita.

Como ya es costumbre, los economistas de estas organizaciones se entrevistan con el Gobierno pero fundamentalmente se desplazan a las entidades financieras donde incluso se les habilitan despachos para que puedan revisar la documentación con calma.

Por ahora, la impresión general es buena, ya que Bruselas ha dado verificado que el grueso de las condiciones impuestas en el Acuerdo de Entendimiento se están cumpliendo y ayer mismo se aprobó el desembolso del segundo tramo de ayudas para la banca.

En cuanto al resto de las reformas que está aplicando el Ejecutivo de Rajoy y el éxito en mantener a raya el déficit, Rehn anunció que la siguiente comprobación será el 22 de febrero, cuanto también se revisarán las previsiones de crecimiento de la Comisión.