El 'holding' IAG, que engloba Iberia, British Airways (BA), Vueling y Aer Lingus, registró unas pérdidas después de impuestos y partidas excepcionales de 3.806 millones de euros en el primer semestre de este año, frente a los 806 millones de beneficio de un año antes, debido a las restricciones de viajes derivadas por la crisis sanitaria de la COVID-19.
El resultado después de impuestos antes de partidas excepcionales fue negativo en 1.965 millones de euros, frente a un beneficio de 806 millones de euros, según ha informado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El beneficio de las operaciones de IAG después de partidas excepcionales fue negativo con 4.037 millones de euros, frente al dato positivo de 1.095 millones de un año antes. El beneficio de las operaciones de IAG después de partidas excepcionales fue negativo con 4.037 millones de euros, frente al dato positivo de 1.095 millones de un año antes.
La mayoría de las aeronaves del Grupo permaneció en tierra en el segundo trimestre y se mantuvo una mínima programación de vuelos de pasajeros para viajes esenciales y repatriaciones. Se ha aplazado la entrega de 68 nuevas aeronaves prevista entre 2020 y 2022 y se han retirado anticipadamente algunos aviones con más años de servicio, incluyendo 32 Boeing 747 y 15 Airbus A340-600.
Siguen las negociaciones sobre Air Europa
Continúan “activamente” las conversaciones con Globalia con respecto a una posible reestructuración de la adquisición de Air Europa, teniendo en cuenta el impacto de la pandemia del COVID-19. El holding asegura que cualquier transacción acordada quedaría sujeta a autorizaciones regulatorias.
Entre enero y junio, los ingresos totales del grupo aéreo se situaron en 5.326 millones de euros, lo que supone un descenso del 55,7%, con un descenso del 60,8% del volumen de negocio por pasaje hasta los 4.151 millones de euros, mientras que su facturación por carga creció un 10,6% hasta los 615 millones de euros.
Por lo que se refiere a los costes, el grupo sumó unos gastos totales de las operaciones de 7.226 millones de euros en el primer semestre, lo que supone un 33,9% que en el mismo periodo de 2019. Los gastos de personal cayeron un 24,2% hasta los 1.890 millones mientras que los gastos por combustible y derechos de emisión también descendieron un 55,3% hasta los 1.313 millones de euros.
“Todas las aerolíneas de IAG sufrieron pérdidas sustanciales. Como resultado de las restricciones de viaje de los gobiernos, el tráfico de pasajeros del segundo trimestre cayó un 98,4% con una capacidad que se redujo en un 95,3%. Hemos visto evidencias de que la demanda se recupera cuando se levantan las restricciones gubernamentales”, ha resaltado el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, quien ha asegurado que la compañía continúa esperando que la demanda de pasajeros tarde al menos hasta 2023 en recuperar los niveles de 2019.
“Sujeto a la aprobación de los accionistas durante la Junta General de Accionistas el 8 de septiembre, IAG se propone una ampliación de capital de hasta 2.750 millones de euros que mejorará la capacidad de adaptación del grupo, su balance de situación y su posición de liquidez. Estamos muy satisfechos de que nuestro mayor accionista, Qatar Airways, se haya comprometido ya a apoyar la ampliación de capital propuesta”, ha añadido.
Gracias a ello, según Walsh, IAG estará en una “mejor posición” para seguir ejecutando sus objetivos estratégicos y para aprovechar su posición de liderazgo actual y las oportunidades futuras de crecimiento y consolidación.