Iberia y Aena, junto con IECISA, Gunnebo y Thales, han inaugurado este jueves un proyecto piloto de reconocimiento facial en el proceso de embarque de la terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente.
Para Aena, se trata de la segunda prueba de reconocimiento facial en un aeropuerto puesta en marcha este año, tras la implantación de este sistema en marzo en un proyecto piloto del aeropuerto de Menorca, junto con Air Europa, en vuelos entre las islas.
La prueba en Barajas supone un paso más al proceso, ya que permite el registro desde un dispositivo móvil con las aplicaciones de Aena y de Iberia.
El presidente de Aena, Maurici Lucena, lo ha considerado “un hito tecnológico de primera magnitud”, con el que se trata de facilitar y hacer más cómoda la vida a los usuarios de los aeropuertos y el objetivo de extender “lo más rápidamente posible esta tecnología al conjunto de la red de aeropuertos españoles”.
El presidente de Iberia, Luis Gallego, ha destacado que es el primer programa de reconocimiento facial que se puede hacer desde la propia casa y forma parte de las actividades de transformación digital de la compañía dentro del plan de futuro.
El sistema se probará durante un período de entre seis meses y un año y estará disponible para los pasajeros que vuelen con Iberia a Asturias y Bruselas, destinos en los que ofrece hasta cinco frecuencias diarias, y que quieren formar parte del proyecto de manera voluntaria.
Según el director de Transformación de Iberia, Gabriel Perdiguero, se han elegido estas dos rutas por el tipo de cliente que las utiliza, “probablemente más corporativo que vacacional”.
Se trata de una iniciativa pionera -basada en una tecnología de identificación a través del reconocimiento de las características físicas e intransferibles de las personas- que permite que sus usuarios se registren a través de una aplicación en sus dispositivos móviles, además de en los quioscos instalados en un mostrador de facturación de Iberia.
Los sistemas biométricos se han ubicado en la zona de facturación, en el acceso al filtro de seguridad y en dos puertas de embarque donde se validarán los datos del pasajero, sus rasgos faciales (imagen de su cara) y documentación (el DNI o pasaporte), para que puedan embarcar en el vuelo sin necesidad de mostrar ningún documento.
Para poder hacer uso del sistema hay que ser mayor de edad y contar con un DNI 3.0, que se emiten en España desde 2015, en el caso de aquellos clientes que quieran registrarse a través de la aplicación móvil.
El registro en los quioscos se podrá hacer con un DNI o un pasaporte europeo en vigor.
Además hay que disponer de un dispositivo móvil con sistema android y lector NFC, aunque, en breve, también estará disponible para aquellos que cuentan con sistemas iOS.