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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Italia estudia como solucionar la degradación turística de Venecia

EFE

Roma —

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Las últimas imágenes de Venecia publicadas en la prensa de personas orinando en las papeleras, lavándose en los canales o incluso cocinando en sus calles han llevado a las autoridades italianas a preguntarse sobre cómo poner freno al turismo de masa que está degradando la ciudad.

El diario “Corriere del Veneto” está publicando en estos días galerías de fotos bajo el título: “El verano de la degradación” para denunciar lo que está sucediendo en la ciudad de los canales.

Lejos de la idílica imagen de la ciudad del amor y la cultura, Venecia sufre el asalto del turismo de masa y de la mala educación de sus visitantes, denuncian los medios italianos.

La indignación sobre la situación de Venecia comenzó con la publicación hace unos días de la foto de dos personas que en pleno día practicaban sexo en el Puente de los Descalzos, uno de los cuatro que cruzan el Gran Canal, sin que nadie les dijese nada o interviniese la Policía.

Tras este hecho, la prensa continúo publicando vídeos y fotos que mostraban a turistas que orinan en las papeleras, personas que encienden hornillos para calentarse un plato de pasta, un señor que se lava en los canales, personas tomando el sol en bañador tumbadas en la calle o incluso un salto al canal desde el famoso puente diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava.

Otras imágenes muestran incluso como bicicletas, coches y motos acceden a callejuelas de Venecia, a pesar de estar totalmente prohibido.

Tras la publicación de estas fotos, la secretaria de Estado italiana de Patrimonio, Actividades Culturales y Turismo, Ilaria Borletti Buitoni, afirmó que es necesario abrir un debate sobre la posibilidad de regular los flujos turísticos para tutelar la ciudad, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.

“Es necesario comenzar con un serio y constructivo debate que dé a Venecia los instrumentos para gestionar lo que es su fuente de desarrollo económico, y evitar que esto no vaya en detrimento del patrimonio único y cultural de la ciudad”, explicó Buitoni.

El presidente de la región del Veneto, cuya capital es Venecia, Luca Zaia, indicó la posibilidad de organizar “un número programado de turistas” para evitar las masificaciones.

Sin embargo, Zaia criticó duramente algunas propuestas sobre la introducción de un “ticket” de ingreso a la ciudad como medida para frenar la llegada masiva de turistas.

“Tenemos la obligación de garantizar el acceso a todas las clases sociales. La idea de una Venecia solo para pocos ricos es vergonzosa”, zanjó Zaia.

Mientras que para Claudio Scarpa, presidente de Federalberghi, asociación de hosteleros de Venecia, “sería justo que todos los visitantes pagasen un ticket”.

“Los turistas que vienen a pasar el día en Venecia sin quedarse a dormir, cuestan mucho más en cuestión de servicios y dejan menos. Es justo que paguen un ticket”, afirmó Scarpa.

Actualmente en Venecia existe una tasa de alojamiento para los visitantes que va de 1 a 5 euros cada noche, dependiendo de las estrellas del hotel.

Según los datos de Federalberghi Venecia, de cada 10 turistas que llegan a la ciudad de los canales, 7 no se quedan a dormir y aportan sólo el 30 % de la facturación turística total a la ciudad.

Marco Michielli, vicepresidente de Confturismo, Asociación que reúne a restauradores y hosteleros, subrayó como desde hace años se pide “reglamentar el acceso a Venecia” y recordó que “la Serenissima” con tan sólo 50.000 habitantes “soporta cada día una media de 60.000 turistas y días en los que se llega a los 100.000”.

Por el momento las diferentes voces en Venecia no se ponen de acuerdo sobre cómo afrontar el problema, pero para la secretaria de Estado italiana la cuestión es urgente: “Venecia está muriendo y el problema tenemos que afrontarlo inmediatamente, no se puede esperar más”.

Por Cristina Cabrejas