Los líderes de la UE piden explicaciones a Hungría y Polonia por el chantaje con el fondo de recuperación: “Estamos hartos, es un asunto de supervivencia de la Unión”

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
18 de noviembre de 2020 22:19 h

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La Unión Europea volvió a “situación de crisis” este lunes. Así lo definió una fuente diplomática a consecuencia del veto de Hungría y Polonia, al que este miércoles se ha sumado Eslovenia, a los presupuestos de la UE para 2021-2027 (1,074 billones) y el fondo de recuperación (750.000 millones, 140.000 de ellos para España) por no compartir el mecanismo que vincula los dineros al respeto del Estado de Derecho. “Es un problema muy grave”, insisten los responsables comunitarios en vísperas de la cumbre por videoconferencia de este jueves. “Estamos hartos, es un asunto de supervivencia de la Unión”, reconocen otras fuentes diplomáticas.

Hungría, Eslovenia y Polonia, los dos primeros gobernados por partidos de la familia popular y el tercero, por una formación de la familia ultraconservadora de Vox, lo que están haciendo es romper el acuerdo político suscrito por los jefes de Estado y de Gobierno en julio pasado después de cinco días y cuatro noches de negociaciones.

“Hay que esperar a ver qué están haciendo Budapest y Varsovia, y qué quieren hacer para resolver la situación. No creo que el Consejo tenga que hacer una propuesta, tal vez ni siquiera la presidencia alemana de turno de la UE en este momento. Creo que deberíamos pedir a las dos capitales que expliquen cuál es su problema real, porque es bastante difícil estar en contra de los procedimientos”, afirman fuentes diplomáticas: “No nos corresponde a nosotros presentar propuestas. Creo que les toca a ellos”.

“El señor [Viktor] Orbán [primer ministro de Hungría] tiene que plantearse si realmente quiere seguir manteniendo este pulso por razones ideológicas o porque es por los países que se oponen a la inmigración. Empieza a ser ya muy chusco”, dice otra fuente comunitaria: “Ellos sabrán lo que hacen, si se respetan los compromisos de los consejos europeos o no, sería muy grave entrar en una zona de completo delirio. Recuerdan a otro tipo de operaciones de otro Estado miembro [en alusión al Brexit]”.

“Siempre es el mismo el que te genera problemas con los grandes temas, ya estamos cansados. Son cosas tan destructivas y tan poco acordes con la profunda crisis que vivimos. Irrita profundamente, y resulta muy descorazonador, porque es ignorar lo que pasa en nuestro entorno”, prosiguen las fuentes en alusión a Hungría: “Habrá que ver qué consecuencias tiene esto. Si un asunto vital para la UE en su conjunto y para la inmensa mayoría de estados miembros no se puede llevar a cabo por por una cuestión ideológica, resetea muchas cosas. Hay que tener mucho cuidado, no es una posición baladí. Es un tema muy serio”.

El problema, es que Hungría, Polonia y Eslovenia se oponen a un mecanismo acordado ya por el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo. “No puedo imaginarme al Parlamento Europeo accediendo a un cambio en uno de los asuntos más importantes como colegislador para rebajarlo. Es una línea roja. El Parlamento Europeo, con 705 miembros lo ha aceptado. Y también por el lado del Consejo. Esa es la línea roja a la que nos enfrentamos, que está todo dentro de los mecanismos que tenemos dentro de la UE, en el marco de cómo actuamos junto con 27 para tomar decisiones”.

Así, los presidentes de los grupos parlamentarios de la Eurocámara, han pedido este miércoles al Consejo que ratifique lo antes posible el fondo de recuperación de la UE y los paquetes presupuestarios, incluida la condicionalidad del estado de derecho. “Los acuerdos están cerrados, no se pueden volver a abrir. No se harán más concesiones de nuestro lado”.

“Ha sido una un acuerdo muy cuidadosamente elaborado y quien quiera destruir este acuerdo, que es vital para los ciudadanos y la UE probablemente lo que se encuentre con un riesgo de ruptura radical frente a lo que es el proyecto comunitario”, explica una fuente diplomática: “Si la temperatura sube, lo que no sé es dónde acabarán los que están atizando el fuego. Esto no es un tema coyuntural, es un tema estructural de la Unión Europea. Es un tema casi de supervivencia de la Unión”.  

El primer ministro esloveno, Janez Jansa, defensor a ultranza de Donald Trump, ha enviado, por su parte, una carta al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que muestra su apoyo a Hungría y Polonia: “Sólo un órgano judicial independiente puede decir qué es el Estado de derecho, no una mayoría política”.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, por su parte, ha comparado este miércoles a la UE con el régimen comunista, acusó al resto de países de trato desigual y los llamó “oligarquía europea” que castiga a los débiles (es decir, Polonia y Hungría).

¿Qué puede ocurrir este jueves en la cumbre? “No creo que sea el momento adecuado para resolver algo”, explican las fuentes: “En primer lugar, tenemos que ver qué plantean ellos. Y esperamos, por supuesto, que lo antes posible podamos resolver la situación, que requiere unanimidad y luego continuar el procedimiento para poner en marcha el próximo presupuesto para el 1 de enero”.

¿Y un acuerdo entre gobiernos para sortear los vetos? “Ese sería un escenario en el que aceptamos que este es un problema definitivo de dos estados miembros, todavía no hemos llegado allí. En primer lugar, tenemos que preguntar a dos Estados miembros cuál es su problema real, porque es difícil de entender y seguir. Y no lo olvidemos, acordamos en julio un MFF durante siete años más 750.000 millones del fondo de recuperación para ayudar a los países que se encuentran en una situación económica desesperada por la pandemia”, explica otra fuente comunitaria: “Y esto sigue siendo una prioridad absoluta. Creo que deberíamos esperar a que los dos Estados miembros nos expliquen cómo quieren proceder antes de entrar en otro tipo de opciones”.