La Dirección General de Competencia, Consumo y Control de Fraudes de Francia ha ordenado retirar de las tiendas un gel hidroalcohólico fabricado y distribuido desde España por no tener “eficacia antibacteriana y antiviral”. La notificación fue publicada la segunda semana de julio el portal de alertas de la Comisión Europea y calificada como “grave”. El producto no contiene suficiente etanol ni isopropanol, no mata bacterias o virus y además incumple la normativa de etiquetado.
La marca del gel en cuestión es “On Dermo” y según se puede ver en la etiqueta lo produce el Grupo Colmar (fabricante de productos de marca blanca) y distribuye Ramros Trading, compañía con sede en L'Hospitalet de Llobregat. Se vendía en internet a 16 euros el bote de medio litro, aunque ya ha desaparecido (al menos, de la web Ecoptima). Ramros se dedica desde hace casi treinta años al comercio internacional de productos de higiene personal, del hogar y alimentación.
Pese al aumento de la fabricación de estos geles en todo el mundo, no hay tantas alertas publicadas por la Comisión. Este año, el portal solo contabiliza cinco. Cuatro están notificadas por Francia (a tres productos turcos y el español) y una por Reino Unido, a un gel de su propio país.
La empresa distribuidora alega que Francia ha cometido un “grave error”. El asunto está en manos de sus abogados, que han contratado a una letrada francesa experta en consumo para explicarse ante el organismo. Según indican, el asunto se resolverá en breve.
¿Dónde está el supuesto error y qué ha sucedido? Más allá de este caso concreto, conviene recordar el contexto. Como este medio publicó hace pocos días, la Unión Europea ha informado de que muchas pymes “están invirtiendo o haciendo planes para cambiar su cadena de producción y aumentar la fabricación de limpiadores y desinfectantes” y de que limpiadores y desinfectantes de manos están sujetos a marcos jurídicos diferentes. Por un lado está el reglamento de productos cosméticos, más laxo, y por otro el de biocidas (para uso profesional y limpieza de superficies), mucho más estricto. Algunos geles limpiadores caen en el error de no indicar su porcentaje de alcohol —que debería superar el 70% para ser efectivo en un uso cosmético, de limpieza de manos— ni que son inflamables.
La dirección de consumo francesa ha considerado que el gel “On Dermo” es un biocida y no un producto cosmético, lo que la empresa dice que es. “Yo entiendo que estamos ante un biocida por las sustancias que lleva: etanol e isopropanol”, afirma la abogada especializada en derecho farmacéutico Esther Domínguez. “En un cosmético, la sustancia activa es el alcohol. Para comercializarlo no hace falta nada. Pero ahora todo el mundo quiere comercializar biocidas y su normativa es muy compleja: debes registrarlo en la ECHA, el registro europeo de sustancias químicas, y esperar a la autorización”. Como biocida, el gel no cumple los requisitos necesarios ni la norma de etiquetado, por eso en Francia han mandado retirarlo.
Joan Francesc Pont, el abogado de Coronas Abogados que lleva el caso de Ramros Trading, no está de acuerdo con esta interpretación. “Yo creo que es el fabricante el que decide si saca un producto como biocida o no. Ellos han sacado este producto como no biocida. La normativa de hidrogeles ordinarios la cumplen perfectamente”, explica a elDiario.es. “Nadie piensa que sea un hidrogel biocida. Cuando lo que vendes es menos que otras cosas y lo dices, no tienes ningún problema. El problema sería si dijeras que es un biocida y no cumple los requisitos. Estarías engañando al mercado porque no tiene calidad prometida. Pero te conformas con esta categoría inferior”.
Picaresca biocida
David Muñoz, ingeniero químico en laboratorios Vectem, explica que hay algo de “picaresca” respecto a los biocidas. “Si tú pones un producto como biocida, entras en otra reglamentación. Tendrías que poner el porcentaje de cada componente. Técnicamente, si un producto es higienizante no debería tener una concentración superior al 50% de alcohol. El problema es que si superas esa concentración debes poner que es inflamable. El símbolo del fuego no le gusta a la gente y las empresas lo intentan obviar”. La Agencia Española de Medicamentos indica que, en geles cosméticos, la concentración puede llegar al 70%.
Según Muñoz, la etiqueta perfecta es la de la solución hidroalcohólica de Nivea: es un cosmético que pone el nivel de concentración de alcohol (80%) y los símbolos de peligro. “Hay empresas que se dedican a esto y otras que han empezado ahora y no etiquetan bien”.
Ramros Trading considera que Francia está actuando “de forma muy agresiva”. Para empezar, porque se enteraron de que ordenaban retirar su gel por el tuit de la dirección de consumo. “Anuncian su alerta por redes sociales y se lo comunican a los distribuidores franceses”, apunta Pont. “La notificación tiene la misma brevedad que el Twitter: 'no puede usted vender eso'. Es una forma muy rara de hacer un acto administrativo”. En opinión de Muñoz, Francia controla estas cosas más que España porque tiene grandes empresas dedicadas a la cosmética (como L'oreal).
¿Una cuestión lingüística?
La abogada Domínguez valora la posibilidad de que Ramros venda un biocida sin saberlo. Si es así, aunque diga que es cosmético, podría recibir una sanción en España. Las autoridades encargadas de investigarlo son el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española del Medicamento, que ha informado de las diferencias de etiquetado entre productos biocidas y cosméticos.
¿Y qué dice la AEMPS? En opinión del organismo español, el “distinto criterio entre Francia y la UE puede deberse a una diferente interpretación del término 'higienizante'”, señalan a elDiario.es. Esto es, una cuestión lingüística. “En nuestra lengua y cultura, este término tiene connotaciones más próximas a la limpieza propia de un producto cosmético y en francés se entiende más como una desinfección propia de un producto biocida”.
La notificación francesa implica la retirada del producto en su país, pero no en el resto de la Unión Europea. Y en España, concluyen, “según lo establecido en la legislación vigente, su composición, reivindicaciones y presentación son propias de un producto cosmético, por lo que no es necesario tomar ninguna medida”. Es decir: si el gel tiene la cantidad de alcohol que dice tener (65%), funcionaría para lavarse las manos. Pero al tener ingredientes propios de un biocida y no ser suficientes, Francia considera que ni cumple las normas ni es válido para usarlo como tal.