Las normas sanitarias permiten oficinas llenas y eventos de empresa mientras limitan cada vez más la esfera privada, y un ejemplo de lo primero es la multinacional Logista. A finales de octubre, con España en situación “extrema” por la pandemia, según dijo esos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el gigante de la distribución de tabaco obligó a desplazarse a Madrid a medio centenar de delegados subcontratados de 35 provincias para acudir a reuniones presenciales en su sede central en Leganés, al sur de la capital.
Sucedió tras decretarse el nuevo estado de alarma estatal y con buena parte de España en riesgo alto o extremo por la pandemia. Pese a las recomendaciones de las autoridades para limitar las reuniones sociales al máximo, la empresa solo permitió la vía telemática en contadas ocasiones.
Logista asegura que esas reuniones cumplían la normativa y acudir “no era obligatorio”. Otras fuentes afirman que solo se excusó la asistencia en algún caso muy concreto. Con carácter general, no se ofreció alternativa: había que estar sí o sí.
Las reuniones, celebradas los días 27, 29 y 30 de octubre, fueron convocadas por la filial de Logista que se dedica a distribuir productos de conveniencia a estancos y gasolineras, Logistadis, cuyo director general es hijo del anterior consejero delegado del grupo, Luis Egido Gálvez, fallecido hace un año. El directivo en cuestión, Luis Egido de la Hera, quería explicar in situ el cierre del ejercicio (que en Logista acaba el 30 de septiembre) y los objetivos de Logistadis para el nuevo curso.
Las reuniones se convocaron cuando el semáforo de umbrales de riesgo aprobado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud había situado a 11 comunidades autónomas entre el nivel alto y extremo por el aumento de casos de coronavirus. Y se mantuvieron en la agenda después de que el domingo 25 el Consejo de Ministros decretase un nuevo estado de alarma en todo el Estado (el tercero en Madrid) y un toque de queda nacional, ante la situación “extrema” en la que estaba España por la segunda ola, como dijo entonces Pedro Sánchez.
El semáforo de riesgo de Sanidad había situado a Aragón, Castilla y León y Castilla La-Mancha en el nivel máximo y otras como La Rioja, Madrid, Andalucía, Catalunya o Murcia estaban en riesgo alto. Eso no impidió que delegados de esas y otras regiones fueran conminados a desplazarse a Leganés “ante el estupor de propios y extraños”, dice una fuente que considera “sorprendente” que las sesiones del consejo de administración de Logista y reuniones similares de su red de tabaco y del resto de filiales se celebraran por vía telemática. La compañía no explica por qué era necesario celebrar esos encuentros presencialmente.
Sin alternativas
“Lo que vemos en la empresa es que si el propio presidente del Gobierno convoca a las comunidades vía Teams, este señor está por encima del bien y del mal y se trae a Madrid a 50 personas”, dice esa fuente en alusión a Egido.
Este joven directivo, íntimo amigo del director de Control Interno de Logista, Rafael Alemán, fue ascendido a su actual cargo cuando su padre, considerado el factótum de la antigua Tabacalera, era el todopoderoso primer ejecutivo de la empresa que tras su muerte pilota Íñigo Meirás, ex consejero delegado de Ferrovial.
“No se nos indicó que fuese obligatorio acudir pero tampoco se nos dijo que hubiese alternativas”, resume una de las personas que tuvo que desplazarse desde otra provincia a cientos de kilómetros de Madrid. Esta fuente, que pide el anonimato, dice que trasladó su enfado e incredulidad a un superior al recibir la convocatoria [“No me parecía ni medio normal”] sin obtener respuesta.
Logista, que no precisa a cuántas personas se convocó en total, asegura que “no era obligatorio” acudir presencialmente: “Había personas que podían conectarse a través de Teams”, pero “muchos delegados quisieron hacerlo de manera presencial”.
El primer encuentro se celebró el 27 de octubre, víspera de la presentación de resultados anuales de Logista a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Con la resaca de una concurrida fiesta en Madrid que sembró la polémica al reunir a cuatro ministros y varios presidentes autonómicos junto a decenas de personalidades empresariales y políticas, Logistadis congregó en el salón de actos de su sede a, entre otros, los delegados de distintas provincias de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria y Galicia, y a los principales responsables de la filial en Madrid, que también estuvieron presentes en las otras dos reuniones.
El 29 de octubre, acudieron los delegados de Euskadi, La Rioja, Aragón y Catalunya; y el 30 de octubre, de Andalucía, Castilla-La Mancha y Valencia. También fueron convocados esos días los delegados no externalizados, que siguieron las presentaciones de Egido por videoconferencia, en otra sala aparte.
Un portavoz oficial de Logista explica que su salón de actos en Leganés “en condiciones normales tiene capacidad para 160 personas sentadas en un patio de butacas y cuatro oradores”. “Con las restricciones del COVID se dividió a los 50 delegados en grupos de 20 en cada día”, todo ello “con las distancias pertinentes, de dos metros”, y los asientos “en zig-zag y marcados con cruces según las personas que podían sentarse o no”. “Para los delegados no externalizados, que son de Leganés como tal, se les habilitó una sala aparte para que se conectaran (también en la sede) y no hubiera problemas de aforo”.
Logista, que pertenece a la tabaquera británica Imperial Brands, tiene el monopolio de la distribución de tabacos en España y opera también en Francia, Portugal, Italia y Polonia. Con más de 2.000 millones de valor bursátil, más de 5.000 empleados, ingresos de 10.559 millones y beneficios de 157 millones en su último ejercicio, su presidente es el abogado y empresario Gregorio Marañón, nieto del famoso médico y ensayista. Desde hace años sienta a varios ex políticos en su consejo de administración. Actualmente son vocales la exministra socialista Cristina Garmendia y Pilar Platero, ex mano derecha de Cristóbal Montoro en Hacienda.