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Luis Garicano: “Estamos en manos de Merkel, quizá más que nunca”

El jefe de Ciudadanos en Europa, Luis Garicano.

Andrés Gil

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Luis Garicano (Valladolid, 1967) atiende a eldiario.es horas después de que se haya conocido la propuesta española para la estrategia de recuperación europea. Y horas antes de que los líderes de la UE la debatan en el marco del qué hacer a partir del momento en que pase la crisis sanitaria y el primer shock que hundirá las economías europeas en torno al 10% del PIB, según cálculos del Fondo Monetario Internacional.

Garicano, portavoz de Ciudadanos en Europa, es también el vicepresidente del grupo liberal en la Eurocámara (Renew Europe) encargado de los asuntos económicos, compañero de escaño de dos partidos liberales de los cuatro que gobiernan Holanda –uno más favorable a la solidaridad y otro, el del primer ministro Mark Rutte, menos–.

En tanto que encargado de asuntos económicos de los liberales europeos, Garicano presentó hace diez días una propuesta de recuperación que comparte bastantes puntos con la presentada por el Gobierno, en cuanto al monto –1,5 billones– y el mecanismo –deuda enmarcada en el presupuesto de la UE emitida por las instituciones europeas y apoyada por el BCE–.

Esa propuesta debe venir de manos de la presidenta de la Comisión Europea, la ex ministra alemana Ursula von der Leyen, quien para los asuntos importantes parece no dejar de mirar de reojo a su ex canciller, Angela Merkel.

¿Qué le parece la propuesta del Gobierno ante el Consejo Europeo? 1,5 billones para la recuperación financiados con deuda perpetua a través del presupuesto de la UE.

Estoy muy contento, me parece fenomenal. Como sabes, Guy Verhofstadt y yo desde el 3 de abril hemos hablado con ministros y comisarios de un plan como este, y me alegro de que España haya recogido el guante.

Para eso estamos, ese es el objetivo del trabajo, que las cosas sirvan para algo y estoy contento. Me parece un buen plan y políticamente es factible.

Dice que “para eso estamos”... ¿Se siente partícipe?

¿Quién yo? Bueno, he hablado con personas del Gobierno, les he mandado nuestro papel la semana pasada, y parece evidente que lo han usado. No me lo han dicho así como 'gracias por la idea', pero creo que lo han usado.

Lo expliqué en El País hace diez días, y en el project syndicate. Estoy satisfecho y se lo he dicho a ellos.

En su propuesta la Comisión es la institución que genera los bonos. El Gobierno, de momento, no lo concreta.

A mí me parece que la Comisión es el agente correcto. ¿Cuál es el problema con los eurobonos? El problema de los eurobonos es que Alemania y Holanda no quieren que haya una cesión de soberanía fiscal importante.

Si hay tres amigos viviendo juntos en un piso y comparten la tarjeta de crédito y cada uno toma las decisiones que quiere, al final el que más gasta se aprovecha de los demás.

¿Cómo podemos asegurar que no hay esa preocupación de que vamos a emitir juntos pero no vamos a decidir de manera conjunta? La Comisión Europea como agente que emite esa deuda, es una parte neutral, es una tercera parte.

El Gobierno dice que cuelga del paraguas del Marco Financiero Plurianual (MFF, el presupuesto de la UE 2021-2027), pero no se sabe bien quién termina emitiendo esa deuda.

Nosotros explicábamos por qué nos parece que se puede hacer y con qué base legal, y creo que esa quizá fuese la razón por la que ellos no han querido pronunciarse, para no preocuparse por que les pidan los argumentos legales.

Está claro que estás operando en el límite de lo que los tratados permiten y en ese sentido hay que hacer muy bien los deberes para evitar problemas con el Tribunal Constitucional alemán o la justicia europea.

Y luego está la cifra 1,5, comentaba está entre 1 y 2.

El dinero con el que cuentas para pagar intereses, si vas por la parte de recursos propios del MFF, son 25.000-32.000 millones.

Si ves la deuda perpetua británica, se ha emitido al 2,5% y 4%. Si consigues emitir al 2,5%, pues te da para 1 billón; si puedes emitir al 1%, pues te da para más del doble.

El precio final, el tipo de interés, va a depender de cómo el mercado valore esas garantías, qué credibilidad le va a dar el mercado en función de qué países garanticen estas obligaciones está y qué recursos hay. Y eso da el precio y el precio a su vez determina cuánto dinero podemos pedir en el mercado.

Es como una hipoteca: cuánto puedes pagar de intereses en función de los tipos de interés que tengas, y te da si te puedes comprar una casa o tienes que ir a una más pequeña.

Pero ese pago de intereses dependen de la recaudación de unos impuestos que no están en marcha.

Este es el tema con los recursos propios, que necesitas de un acuerdo unánime. Por eso nosotros hablamos en nuestra justificación legal de un vehículo especial (SPV) con derecho privado, como cuando se hizo el EFSM en 2010 con un tratado entre los miembros, y luego se hacen los deberes para llevarlo con un tratado de los estados miembros debajo del paraguas comunitario.

Pero seguimos teniendo la necesidad de poner en marcha esos impuestos.

Sí, sí. Pero políticamente que a un Estado miembro en vez de pedirle más dinero y contribuir más, le estás diciendo que vamos a resolver esto con un impuesto europeo, pero no os va a costar más dinero porque lo vamos a hacer con estos recursos.

Por ejemplo, Netflix en 2018 pagó 3.000 euros de impuestos de sociedades en España en 2018, menos de lo que factura en una comunidad de vecinos. Tenemos la tasa digital, más el plástico, más el ETS... Lo que hemos buscado es que sea políticamente viable.

¿La propuesta del gobierno puede ser viable?

Yo creo que sí. Puede serlo por el hecho de que tienes una emisión suficientemente grande como para que los países del sur lo vean como suficiente para poner la economía en marcha tras este paró. Pero, políticamente, a los del norte les das dos cosas: una, les dices que ni la deuda presente ni futura de los Estados miembros se va a mutualizar, y ellos que no son responsables de la deuda pública de España. Y, segundo, que no tienen que pagar más.

Hace poco hablaba usted de de la ambigüedad constructiva. En este papel no sale ni la palabra, ni el término mutualización, ni el término bonos.

Claro, es que eso está bien visto.

Pero de alguna manera son bonos y de alguna manera y mutualización. ¿No?

Sin ninguna duda. Tú no puedes pedir a un banco un billón y medio de euros, tiene que sere una emisión en el mercado, de dónde vas a sacar esa capacidad de gasto si no, tienes que endeudarte mediante bonos.¿Y cómo se endeuda uno así? Se emite una deuda que en gran parte termina siendo comprada por el Banco Central Europeo.

De hecho en el non paper se menciona al Banco Central Europeo.non paper

No hay otra alternativa. Si piensas en la capacidad del mercado, no sólo de la UE, más los países miembros, más EEUU, las instituciones multilaterales que se van a necesitar para que este año se financie todo... Realmente no hay otro comprador posible que el BCE, incluso aunque no estuvieras hablando de una deuda común como esta.

El BCE la semana pasada compró 32.000 millones con el nuevo programa, el PEPP; y la anterior, 38.000 millones. Y tienen en total 870.000 millones, así que prácticamente en octubre se les acaba.

Sólo para 2020, los Estados miembros de la UE ya están hablando de salir al mercado a conseguir 2 billones, el doble de lo anunciado por el BCE. Estamos hablando de cantidades muy grandes.

¿Puede quedarse corto los 1,5 billones?

Puede ser un primer programa.

Y luego tiene otra otra complejidad. Y es que el MFF está completamente parado y ampliar su techo también requiere ir a los parlamentos nacionales.

Es un paquete todo. Los parlamentos nacionales van a tener que aprobar el SURE, el programa de 100.000 millones ahora tiene un pequeño parón por los finlandeses, los holandeses... Y tiene que ser por unanimidad. Esto todo tiene que ser un paquete que tendrá que votar los parlamentos.

Yo espero que este consejo, que a lo mejor no es capaz de poner números, salga con unos principios claros de inversión, parecido a la resolución del Parlamento Europeo, y que se de un mandato a la Comisión para que lo ponga en marcha respondiendo a estos principios.

Lo único es que hay partidos que están en el Consejo y que votaron en contra en el Parlamento.

Pero yo creo que es muy bueno que el partido de Merkel se pronunciara a favor en el parlamento, me parece prometedor. Yo creo que se mueven las cosas, que Merkel tiene muchísimo más espacio político del que pudo tener hace muy poco tiempo, y que en el SPD ya ha empezado bastante discusión interna y sí que en los länder oyes ya hablar de la necesidad de mutualizar, de ir juntos...

Tengo la impresión de que hay una ventana de oportunidad para Merkel ahora. Y que ella es todo. Estamos en manos de Merkel, quizá más que nunca, más que antes.

¿Y los amigos holandeses de Ciudadanos, el Gobierno de Mark Rutte?

Todo esto siempre tiene mucha política interna. Ellos piensan en una solución en la que quieren mantener que no hay mutualización de deuda pero también quieren ayudar a Europa.

Este tipo de plan puede conseguir el acuerdo de los holandeses, y decir que apoyan la emisión dentro de la Comisión. Hay espacio para conseguir ese acuerdo.

¿Qué comunicación tienen con ellos?

Muy buena, constante. Con todo el mundo de allí, con todos los de la coalición, con el D66 y con los de Mark Rutte (VVD), con los que tenemos buena relación.

Allí los liberales del D66 están más a favor, que la Llamada Demócrata Cristiana del ministro de Finanzas, Wopke Hoekstra, y los liberales de Rutte.

Rutte es una persona muy proeuropeísta, sí que quiere que Europa salga de una manera conjunta. Yo tengo esperanzas.

El Gobierno de alguna manera está cambiando su posición, desde aquella carta con los nueve líderes europeos pidiendo los eurobonos. Francia también se movió para pedir un fondo por fuera, no ya eurobonos. ¿Se está diluyendo la posición firme de los eurobonos al margen de Italia?

Yo creo que los eurobonos ahora mismo no están en la mesa como tales, en el sentido de una emisión que tenga una cabida dentro de algo más permanente. Lo que se está hablando es algo vía artículo 122, extraordinario y en un momento de necesidad, en ese sentido es más coronabonos que bonos. Y en ese sentido en el lenguaje ha habido un cambio también, y eso es lo que hay que buscar.

¿Cómo ve que los primeros ministros de Portugal e Italia, António Costa y Giuseppe Conte, sean quienes estén siendo más duros con Rutte y con los ministros holandeses?

Yo creo que la dureza en público no vale para nada, no ayuda en nada, hace todo mucho más difícil. Es bueno que el Gobierno español no lo haga. No se trata de sacar peleas en público, ganar batallas en Twitter, sino de conseguir acuerdos, y es mucho más fácil si no tienes peleas.

Pelea en Twitter han tenido los eurodiputados españoles de los últimos cuatro o cinco días.

Yo creo que todo el mundo entiende que al final hay que buscar cosas que sean factibles, y en ese sentido yo estoy muy orgulloso con la resolución.

Como se votó un día a la resolución y otro día previamente las enmiendas, hubo más ruido.

Tienes razón, si hubiera sido todo en el mismo día, se habría hablado más de la resolución y menos de las enmiendas. Fue un poco raro, porque teníamos una coalición a cuatro con los verdes, y luego se descolgaron con una enmienda de postureo, no venía a cuento.

¿Cómo ve la gestión de la crisis?

Más allá de los errores y aciertos, que hay de todo, a mí lo que más me ha sorprendido en la actitud del Gobierno es la confrontación, el lío del 14 de abril con la república, las ruedas de prensa mitineras... Lo que se demuestra en el Ayuntamiento de Madrid con [el alcalde] José Luis Martínez Almeida [PP] y Rita Maestre [Ahora Madrid] es que la gente quiere unidad, ir todos juntos... A mí me ha sorprendido mucho que el presidente del Gobierno haya usado esta retórica hasta hace poco de unos contra otros.

Ese ha sido el error de gestión, el no buscar constantemente alianzas sociales, con otros partidos. Sinceramente, hablando como hablo todo el rato con extranjeros, choca muchísimo la lucha partidista en España.

El Gobierno podría haber hecho mucho más para que fuera más parecido al tono como el que hemos visto como en el Ayuntamiento de Madrid.

Es clave, yo tengo la teoría, que a lo mejor es errónea, de que los países con una cultura política menos confrontacional, más de consenso, tengo la impresión que son más capaces de afrontar esta situación.

Los que peor lo están haciendo son EEUU, Reino Unido, nosotros... Que son países donde hay una mayor polarización política, con Trump y el Brexit.

Hay que construir acuerdos, posiciones comunes... En definitiva, creo que la coalición que funciona en Europa [populares, socialdemócratas y liberales] es la coalición que hay que conseguir que funcione en España.

¿Los pactos de la Moncloa de los que hablan tienen ese horizonte de replicar una coalición similar a la europea en España?

No creo que sea necesario. Los pactos de la Moncloa nunca fueron un gobierno de la UCD, el PCE y AP. Se acuerdan las cosas desde fuera y ya está, lo importante es que haya un programa de gobierno de todos y todo el mundo entienda que se está haciendo por el bien de España.

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