Inditex acaba de cambiar su equipo directivo y encara en unas semanas la primera junta de accionistas en la que Marta Ortega, hija del fundador de Zara, hablará a sus inversores como presidenta del grupo gallego. Como anticipo a esa cita anual -que aún no tiene fecha, pero suele ser en los primeros compases del verano-, la compañía gallega ha hecho público su informe anual no financiero. Y, en él, entre otros aspectos, recoge los detalles de cómo ha evolucionado su estructura de producción en el último ejercicio, su red de distribución, y también, qué impuestos paga en los distintos países en los que opera.
Una información que permite hacer una mapa global de cómo es su actividad en el mundo, más allá de las 6.477 tiendas que suma en 215 mercados. Red que ha ido reduciendo de tamaño en los últimos años en su estrategia comercial enfocada en contar con locales más grandes y cerrar los establecimientos más pequeños, con menor superficie de venta. Como comparación, al cierre de 2018 tenía 7.490 locales en 202 países. Ahora, ya mediado 2022, su actividad también está condicionada por el cese de operaciones en Ucrania y Rusia, como consecuencia del conflicto bélico.
En ese esquema de producción que publica, uno de los primeros engranajes es el de la fabricación de sus prendas y artículos textiles, cosméticos o de decoración. Al cierre del ejercicio 2021, Inditex contaba con 1.790 proveedores con compra, distribuidos en 44 países. Son 15 menos que en 2020, el año con mayor impacto de la pandemia, cuando fabricó en 50 mercados.
Inditex habla de proveedores, que clasifica por 'clusters'. Así llama a las agrupaciones por áreas geográficas, que concentran, asegura, el 97% de su producción. Se trata de España, Portugal, Marruecos, Turquía, India, Bangladesh, Pakistán, Vietnam, China, Camboya, Argentina y Brasil. Lo que no desglosa son nombres de empresas, identidades concretas de quién fabrica qué para la multinacional española o cuáles están ligadas a una u otra cadena comercial.
Esos proveedores, además, son aquellos que fabrican para la empresa gallega más de 20.000 unidades al año, en las campañas primavera/verano y otoño/invierno 2021. El resto de contrataciones que no alcanzan esa cifra de unidades, matiza, solo representa el 0,25% de su producción global.
Al cierre de 2021, Inditex tenía menos proveedores, en su conjunto, que gestionaban más fábricas: 8.756 factorías frente a las 8.543 que comunicó al mercado en el ejercicio 2020.
El motivo de este aumento, según explica en la memoria de información no financiera, “está directamente vinculado a los esfuerzos de Inditex por profundizar en la trazabilidad de los procesos relacionados con la transformación de materias primas”. “De esta forma”, argumenta, “se han ido incorporando los centros de procesos como hilatura o tejeduría, por ejemplo, en los que hemos incidido de especial manera en los últimos años y que permiten tener una radiografía cada vez más precisa de cada uno de los eslabones en la producción textil”.
La información que publica la compañía fundada por Amancio Ortega traza una foto de las diferencias, sobre todo en tamaño, que hay entre los modelos de producción por países. En España, además de una docena de fábricas propias, tiene 162 proveedores con compra -de prendas y artículos- que suman 19.546 trabajadores. Mientras, los contratos de producción que sella en Bangladesh conllevan menos empresas, 129, pero son proveedores que suman plantillas de 845.778 personas, que no solo trabajan para Inditex, sino también para otras compañías. En China, mientras, contrata suministro con 415 proveedores y 652.808 empleados asociados.
En otros países, que considera de producción en proximidad, como Marruecos o Turquía, alcanza los 173 y los 194 proveedores con compra, con plantillas asociadas de 90.363 y 383.032 personas, respectivamente.
Auditorías sobre su red de producción
De ese total de fábricas que trabajan para la multinacional española, 3.179 se dedicaban, al cierre del ejercicio, a labores de hilatura, tejeduría y otros procesos de materia prima y más de 4.300 a la confección textil. Los trabajos donde tiene una red menor son los de productos no textiles, 333; y otras 120 fábricas ligadas a corte de prendas.
Sobre esos fabricantes, la dueña de Zara explica que desarrolla auditorías. En total, 17.477 análisis realizados a lo largo del ejercicio 2021. Diferencia por temáticas, por ejemplo, auditorías previas a la contratación de un proveedor; o de trazabilidad, sobre procesos y materiales. De estas últimas, realizó 6.119. También hace auditorías medioambientales y especiales, término en el que incluye “evaluaciones técnicas estructurales de las instalaciones, verificaciones de las condiciones laborales de los trabajadores desde un punto de vista exclusivo de la salud y seguridad, o visitas de seguimiento de los planes de acción correctivos”.
También desglosa auditorías sociales, 5.840 en el último ejercicio, sobre el cumplimiento del código de conducta del grupo, que incluyen, enumera, entrevistas a trabajadores y a sus representantes, revisión de documentación sobre condiciones laborales, visitas a las instalaciones y entrevistas con la gerencia. Entre los conceptos que incluye en ese código están la prohibición del trabajo involuntario, de menores o de la discriminación; o el respeto a la libertad de asociación, a la negociación colectiva y a jornadas laborales, cita entre otros.
Estos análisis llevaron, según indica el grupo, a descartar 16 proveedores a lo largo de 2021 (en los años previos fueron 23 y 25, respectivamente) por incumplir su código de conducta, que dejaron de recibir pedidos de las marcas de Inditex. De ellos, 7 estaban en Asia, 2 en la Unión Europea; y otros 7 en países europeos, pero fuera de la UE. Además, descartó otros 9 proveedores por motivos comerciales. La multinacional aporta esos datos pero no señala los motivos concretos ni las identidades de los descartes.
¿Dónde paga más impuestos?
Entre los datos que publica Inditex también está su desglose fiscal. Cifra en 6.093 millones de euros su contribución tributaria global, donde 2.423 millones son impuestos propios y 3.670 millones impuestos recaudados.
Desglosa qué impuestos sobre beneficios abona en cada país donde opera. Durante el ejercicio 2021, su tipo impositivo efectivo del impuesto sobre beneficios global se situó en el 22,6%. En total, alcanzó los 880 millones de euros por ese concepto, prácticamente el doble que en el año 2020, el de la pandemia, cuando fueron 467 millones; pero aún por detrás de los 1.123 de 2019.
“En relación a la contribución tributaria por mercados, como mercado sede de Inditex, España acoge las principales actividades de producto y las derivadas de esta condición”, explica la compañía en la citada documentación. “Por este motivo, y porque representa el 14,4% de la venta global, es el mercado más importante de contribución tributaria directa del grupo. En 2021, en España se han generado 1.501 millones de euros de contribución, lo que supone el 25% del total global”.
En detalle, en España, Inditex asume un impuesto sobre beneficios de 195 millones relativos a 2021, cuando en años anteriores fueron 103 y 372 millones, respectivamente. Por detrás, el siguiente país donde comunica impuestos sobre beneficios más elevados es Países Bajos, con 106 millones de euros en 2021 (84 y 127 millones en los dos ejercicios previos). Dos mercados donde alcanza beneficios antes de impuestos muy diferentes: 1.083 millones en el caso de España y 202 millones en Países Bajos.
Siguiendo con estos dos países, en España abonó impuestos propios por valor de 780 millones de euros y recaudó 721 millones. En Países Bajos, 85 y 113 millones de euros respectivamente. En ese país, la dueña de Zara tiene tanto sociedades ligadas, directamente, a la actividad comercial; como uno de sus engranajes logísticos en Europa y sociedades de cartera, cabecera de otras divisiones, concepto que también tiene en otros países, como Alemania. En el caso holandés, por ejemplo, Zara Management, B.V., ITX Taiwan, B.V, Zara Mexico, B.V; o la financiera ITX Financien III, B.V.; según enumera en su informe financiero anual.
Respecto al porqué del alto peso de Países Bajos en su esquema fiscal, la compañía asegura a elDiario.es que “es un mercado con una alta especialización en la gestión internacional y que cuenta con unas extraordinarias infraestructuras de transporte e interconexión, lo que nos ha llevado históricamente a ubicar allí actividades adicionales a las de la venta al cliente final”.
Inditex cita, como ejemplo, “el Punto de Conexión Logística de Lelystad, que apoya desde allí a las plataformas centrales de distribución ubicadas en España”. “Por lo tanto, el volumen de actividad allí es mayor que en otros mercados en los que solo desarrollamos actividad comercial de venta a cliente final y, por ello, el volumen de impuestos que pagamos en Países Bajos es más elevado que en otros mercados”. Añade que “el impuesto pagado a lo largo de estos años en Países Bajos es superior al nominal del 25%”.
Este desglose fiscal también da pie a observar cuál es su factura fiscal en Rusia, el país donde ha tenido que dejar de operar tras la decisión de Vladimir Putin de invadir Ucrania e iniciar un conflicto armado. En Rusia, Inditex ya había comunicado que genera el 8,5% de su resultado de explotación (Ebit) global. En el ejercicio 2021, la matriz de Massimo Dutti y Zara Home abonó en ese mercado, en concepto de impuesto sobre beneficios, 48 millones de euros; sus impuestos propios fueron 124 millones y los recaudados 204 millones de euros. En otros grandes mercados, como Estados Unidos o China, el impuesto sobre beneficios devengado fue de 64 y de 20 millones de euros, respectivamente.