Los diputados franceses votaron anoche la obligatoriedad de que los mataderos del país se doten de cámaras a partir de 2018 para evitar el maltrato innecesario de los animales, una enmienda que cuenta con el visto bueno del Gobierno, pero que tendrá que continuar su tramitación en el Senado.
En el texto adoptado, se estipula que las cámaras se instalarán en las zonas del matadero donde se manipulan los animales vivos, lo que incluye las áreas de alojamiento, de inmovilización, de aturdimiento y de sacrificio, así como un periodo de experimentación para evaluar las condiciones definitivas de aplicación.
“La finalidad exclusiva de esta instalación es la protección animal”, según la voluntad manifestada en la enmienda de la que es autor el diputado socialista Olivier Falorni, que consideró que se trata de un proceso “irreversible”.
“Es un gran avance para la protección animal”, reiteró Falorni, que estuvo negociando durante la sesión previa al voto con el ministro de Agricultura, el también socialista Stéphane le Foll hasta llegar a un compromiso, que debería aplicarse a 960 complejos en todo el país.
Las imágenes se conservarán como máximo un mes y sólo las podrán visionar los servicios veterinarios y los responsables de garantizar el cumplimiento de las normas de tratamiento correcto del ganado. No se harán públicas, como habían exigido algunas de las asociaciones que habían estado en el centro del debate social en los últimos meses, y en particular L214.
Esta ONG había divulgado vídeos impactantes para mostrar comportamientos de brutalidad con los animales en diferentes mataderos, y se quejaba de que la experiencia ponía en evidencia las carencias del control por parte de los profesionales.
Los ganaderos y el sector cárnico se habían mostrado reticentes a la generalización y el carácter imperativo de las cámaras en los mataderos, alegando entre otras cosas que planteaba problemas jurídicos de derecho a la imagen (por los empleados filmados) y de acceso a las grabaciones.
En la versión de la enmienda consensuada, se ha excluido el derecho de que los parlamentarios realicen visitas de control a los mataderos, así como la creación de comités locales de seguimiento de la actividad.
La Fundación Brigitte Bardot de defensa de los animales había encargado un sondeo, realizado en octubre pasado, según el cual un 85 % de los franceses están a favor de la vigilancia con cámaras en los mataderos.