El copresidente del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Tino Chrupalla, saludaba el otro día a miembros del grupo parlamentario de su formación en el Bundestag exclamando un sonoro: '¡Ni hao!'. Así se dice el saludo típico en China.
Esta escena, con Chrupalla saludando en chino de modo irónico en la Cámara Baja germana, la traía en una de sus crónicas la cadena privada de televisión de información continua alemana N-TV. Ese '¡Ni hao!' era la respuesta del líder de AfD a cómo se ha visto envuelto en una sombra de sospechas su principal candidato para las próximas elecciones europeas del 9 de junio: Maximilian Krah.
A este jurista de 47 años, formado en la prestigiosa Columbia Business School de Nueva York, miembro de la dirección nacional de AfD y desde 2019 eurodiputado en el Parlamento Europeo, se le cuestiona estos días por su particular relación con China. La semana pasada, uno de los ayudantes de Krah, identificado como “Jian G.”, un ciudadano alemán nacido en China, era detenido por espionaje. Se sospecha que este colaborador de 43 años realizó labores de espionaje a favor del régimen chino.
Esta situación ha traído como consecuencia que lluevan los reproches sobre Krah. Entre otras cosas, se echa en cara a Krah el haber tenido especial cercanía con la empresa tecnológica china Huawei.
Es a raíz de la detención de su colaborador cuando han aparecido los testimonios contra Krah. Por ejemplo, la ex diputada de AfD - ahora es independiente porque dejo la formación ultra - Joana Cotar vio cómo Krah, tras su ahora polémico viaje a China, le pidió que dejara de presentar iniciativas parlamentarias contra Huawei, según ha contado Cotar en sus redes.
“Krah viajó a China, fue invitado por Huawei y luego me visitó en el Bundestag para prohibirme, como portavoz de política digital, presentar mociones contra Huawei. Hacer lobby a favor de China es algo de lo que puedo prescindir”, decía Cotar este lunes.
Se refería Cotar al viaje que realizó Krah a finales de 2019 a China, una estancia que le llevó, entre otros lugares, a un centro de investigación de la compañía tecnológica del gigante asiático. Parte de los gastos corrieron a cargo de la empresa china.
Además, Krah pasó por la Oficina Internacional de Enlace del Partido Comunista de China, según ha informado en su última edición del dominical conservador Die Welt am Sonntag. Dicha publicación da cuenta cómo en el Grupo Parlamentario de AfD le invitaron a plantearse el viaje debido a que corría “riesgos agudos de espionaje” en China.
El Welt am Sonntag ha tenido acceso al escrito que, varias semanas después de visitar China, Krah remitió al jefe entonces del grupo parlamentario de AfD, al que planteó que las “sospechas” sobre el régimen de Xi Jinping no le parecían “convincentes”. Esa idea suya sobre Huawei sigue estando vigente pues, a raíz de saberse sobre la detención de su colaborador, y de su viaje con gastos pagados por la empresa, Krah ha manifestado que seguirá liderando la campaña de la ultraderecha alemana en las europeas.
“Si ustedes creen que este es el final de mi candidatura, les decepcionaré: soy y sigo siendo, el cabeza de lista”, manifestaba Krah a la prensa en plena cascada de noticias sobre la detención de su colaborador y de su viaje a China.
Huawei, señalada por generar riesgos en la infraestructura digital
Huawei, compañía con sede en Shenzhen que emplea a 140.000 personas en todo el mundo, mantiene desde hace tiempo a la clase política alemana enfrentada. Causa división incluso dentro del Gobierno del canciller Scholz, cuando hay que decidir qué hacer con la presencia de componentes de Huawei en su red móvil 5G.
En el Ministerio del Interior, en manos de la socialdemócrata Nancy Faeser, se mira con recelo – cuando no desconfianza – la presencia china en la infraestructura digital alemana. Faeser ha dicho que, en caso de reconocer riesgos en componentes de la red móvil 5G de empresas como Huawei, habría que prohibirlos.
Krah es de los que no sólo no ve problemas en la participación de China en la red móvil 5G de Alemania, él ha llegado a considerar a Huawei como “necesario”. “Del mismo modo que ocurre con la energía de Nord Stream 2, necesitamos a Huawei para seguir siendo soberanos en el siglo XXI”, señaló Krah allá por 2020.
Dicho gasoducto no llegó a entrar en funcionamiento, pues el canciller Olaf Scholz lo dio por congelado a raíz del reconocimiento de Moscú de las repúblicas separatistas prorrusas del Dombás. Posteriormente, el Nord Stream 2 fue saboteado. La autoría de ese sabotaje está aún por dilucidar.
El número dos de Krah, acusado de recibir dinero de Rusia
Pese a todo, la dirección de AfD no cuestiona a Krah. La semana pasada decidía mantenerlo al frente de la campaña de las elecciones europeas. Por lo visto, quieren hacer la vista gorda ante este escándalo, esperando seguramente que no pase factura en las encuestas.
Los sondeos de intención de voto, justo después de que se supiera del trato de Krah con Huawei y de la detención de su ayudante, siguen viendo a AfD como segunda fuerza política, pero con un 17% y alejándose del 20% que ocupaban hasta no hace mucho.
No sólo Krah está protagonizando una accidentada campaña hacia las elecciones europeas. También su número dos, Petr Bystron, se ha visto envuelto en una turbia oleada de acusaciones por haber recibido dinero de un portal de noticias prorruso radicado en Praga llamado The Voice of Europe. Bystron ha negado las acusaciones de haber recibido dinero.
Los servicios de inteligencia de la República Checa ha identificado oficialmente a ese medio de comunicación como una empresa dedicada a la propaganda prorrusa dentro de la Unión Europea (UE). Detrás de The Voice of Europe está el oligarca ucraniano Victor Medvedchuk, acusado en Ucrania de alta traición.