La desorbitada subida de los precios que UE ha sufrido en los últimos meses es sin lugar a dudas la principal preocupación de sus ciudadanos. El 93% de los europeos ve en la inflación el gran problema que encara el continente. Los datos fluctúan ligeramente entre los países: el 100% de los griegos lo ve así mientras que el porcentaje cae al 74% en el caso de Suecia. Así se desprende del eurobarómetro correspondiente al otoño de 2022, que enseña la inquietud de los europeos por llegar a fin de mes: casi la mitad considera que tiene dificultades para vivir con sus ingresos actuales.
Y es que la pandemia y la guerra en Ucrania han hecho mella en los bolsillos, o al menos en la percepción de los ciudadanos. Un 46% de los 26.431 encuestados entre el 10 de octubre y el 7 de noviembre asegura que sus estándares de vida han empeorado en los últimos tiempos y un 39% cree que lo harán en el próximo año frente al 14% que no espera ningún cambio. Solo el 1% dice que ha mejorado.
Solo uno de cada tres ciudadanos está satisfecho con las medidas que han adoptado tanto la UE como sus respectivos gobiernos para hacer frente al incremento del coste de la vida. En España, el 69% de los entrevistados dice no estar contento con esos planes y el porcentaje cae diez puntos en el caso de las medidas implementadas desde Bruselas (aunque en ese caso también aumenta el número de personas que no contesta). Una cifra destacable para las autoridades en el poder es que el 62% de los europeos creen que las cosas no van en la dirección correcta en sus países.
La encuesta especial del Parlamento Europeo hace hincapié en la guerra de Ucrania, que es una preocupación para el 81% de los entrevistados, empatada con el cambio climático, y superada en un punto (82%) por la pobreza y la inclusión social. El 74% celebra el apoyo que la UE está dando a ese país desde el punto de vista económico, militar y humanitario. El 73% aplaude, además, las medidas concretas que se están tomando, aunque poco más de la mitad aprueba la coordinación entre los 27. Fuentes comunitarias ponen en valor que el apoyo es bastante generalizado y que no hay grandes brechas entre quienes reconocen verse negativamente afectados por las consecuencias de la guerra y quienes no.
En las instituciones están orgullosos de que el 62% de los encuestados vea con buenos ojos que sus respectivos países pertenezcan a la UE dado que se trata del porcentaje más elevado desde que se pregunta esa cuestión. No obstante, la imagen que tienen de la UE es mejorable. Solo el 47% la valora positivamente mientras que el 38% tiene una opinión neutra y el 14% mala. En el caso de la Eurocámara los resultados son aún peores -la encuesta se hizo antes de que estallara el Qatargate-: solo el 36% de los ciudadanos tiene buena opinión sobre esa institución mientras que el 45% no opina y un 17% la suspende.