Las magnitudes macroeconómicas se calculan tanto en España como en el resto del mundo en porcentaje de PIB, que es lo que supone determinada cantidad en relación con el tamaño de la economía del país: así se hace con el déficit, con el gasto público, con los ingresos o con el esfuerzo fiscal. Sin embargo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que siempre utiliza dicho método de cálculo, este miércoles ha preferido usar las cifras absolutas para demostrar que el gasto en sanidad, educación, pensiones o dependencia subirán en 2018 según el proyecto presupuestario que ha enviado el Gobierno a Bruselas.
“Las cifras son muy claras y evidentes, se envía una previsión para 2018 que establece que el gasto en salud será de 70.804 millones, frente a 67.578 millones en 2017 y en educación se pasa de 44.640 a 46.688 millones. En protección social (pensiones, dependencia, protección a discapacidad) se pasa de 188.154 a 197.158 millones” ha alegado Montoro, acusando al PSOE de “inducir a confusión a la sociedad española”.
Lo cierto es que en porcentaje de PIB (que el año que viene crecerá un 2,3%) el gasto en sanidad pasa en 2017 del 6% del PIB al 5,8%. En Educación baja del 4% del PIB al 3,8%, y en protección social del 16,5% al 16,2%. En la clasificación del gasto por funciones que proporcionó el Ejecutivo a la Comisión Europea, las únicas que suben son Asuntos Económicos y Defensa, una décima en cada caso (hasta el 3,8% y el 1% del PIB, respectivamente). En total, el gasto público pasa de 41,2% a 40,6%.
“Ya ha sacado al trilero fiscal que lleva dentro”, le ha espetado el diputado socialista Joan Saura. “Ha vuelto a las trampas ¿Cómo se hacen las comparaciones internacionales? ¿cómo se exige el cumplimiento del déficit? En términos de PIB”, ha recalcado.
Saura ha recordado que en términos de PIB en el año 2011 el gasto social estaba en el 28% del PIB y en el plan presupuestario se sitúa en el 26% el año que viene y en el 25% en el 2020. “Vamos a tener el gasto educativo, de hace 25 años”, ha lamentado.
A su juicio, esto demuestra que para el PP “la crisis fue una excusa” y su ideología es “tener un gasto social mínimo”. “No ha entendido la derecha que el crecimiento económico no llega a la mayoría social, que hay una nueva clase social que es el precariado. No entendemos que estén financiando el crecimiento económico con desigualdad, y no lo vamos a apoyar por la vía de la política fiscal ni por la vía de la política laboral”, ha asegurado.
Montoro ha aprovechado para animar al PSOE a sentarse a negociar “partidas concretas” de los Presupuestos: “Somos un gobierno en minoría y tienen la oportunidad de negociar el contenido de los Presupuestos, y que las Comunidades Autónomas, que son las que presupuestan el gasto en educación, el gasto en sanidad y buena parte de la protección social, tengan unos presupuestos en 2018”. El Gobierno se ha visto obligado por el momento a renunciar a presentar un proyecto de Presupuestos para 2018 ante la falta de apoyos parlamentarios, en plena crisis con Catalunya.