Multa con agravante a Ryanair por no proteger a sus trabajadores del calor extremo, ni siquiera cuando así se lo exigió la Inspección de Trabajo en un requerimiento. El organismo ha resuelto dos actas de infracción contra la aerolínea irlandesa de bajo coste por dos faltas graves en la prevención de riesgos laborales, como ha podido comprobar elDiario.es. Afecta al personal que trabajaba en el empuje de aviones en las pistas del aeropuerto de Madrid Barajas este verano, bajo el calor extremo y en condiciones de riesgo por estrés térmico, como la conducción de vehículos a 41,6 grados de temperatura sin refrigeración.
El calor es un riesgo para la salud probado, que puede ocasionar incluso la muerte, como desgraciadamente se evidenció este verano con varios fallecimientos por golpes de calor. Ryanair ha sido consultada por elDiario.es, pero niega haber recibido “ninguna sanción económica” hasta el momento, ni “notificación de infracción” en este caso.
Los hechos sancionados tuvieron lugar este verano, de altísimas temperaturas que batieron récord en varias provincias. En Madrid, los delegados de prevención de riesgos laborales advirtieron en junio a Ryanair del peligro de estrés térmico –malestar físico por las temperaturas extremas– del personal “de rampa” que conduce los vehículos de empuje de aviones, conocidos como pushback.
Los empleados estaban sometidos al calor extremo que atizó este verano, “a pleno sol” en las esperas en la pista de aterrizaje. Y cuando se subían a los remolcadores de empuje, sin aire ni otro sistema de climatización, estos tenían temperaturas en su interior incluso más altas de las que se registraban fuera. La plantilla llegó a detectar incluso “47º”, según fuentes de CCOO.
En este contexto, varios empleados de Ryanair tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos del aeropuerto de Barajas debido al calor, según ha podido confirmar elDiario.es. En la multinacional rechazan de nuevo haber recibido “ninguna notificación” al respecto, algo que niegan en el sindicato.
A finales de julio y más de un mes después de las alertas de los trabajadores, un servicio de prevención ajeno contratado por Ryanair llevó a cabo una evaluación de riesgos. Aunque el estudio fue criticado por los empleados, por considerar que se hizo muy rápido y sin la necesaria exhaustividad, la empresa externa constató riesgos de estrés térmico para los empleados. Según CCOO, hay unos 300 trabajadores de rampa en Madrid.
La evaluación constató la existencia de “41,6º” de temperatura en el interior de la cabina del vehículo de empuje, cuando en el exterior había “36,8º”. La Inspección de Trabajo recuerda que durante este verano se registraron temperaturas aún más elevadas que esos casi 37 grados, por lo que la exposición al calor dentro de los vehículos pushback debió de ser incluso superior.
Ante los resultados obtenidos en el informe de estrés térmico, el servicio de prevención ajeno estableció varias medidas preventivas para evitarlos. Por ejemplo, más rotación de turnos, ventilar los vehículos y proveer de más líquidos (considerados también insuficientes).
Cuando la Inspección de Trabajo acude a Barajas a analizar la situación, en agosto, concluye que Ryanair no ha aplicado las medidas del servicio de prevención y que el riesgo para la salud de los trabajadores persiste. Por ello, resuelve que la multinacional comete dos infracciones graves en materia de prevención de riesgos laborales, pero en lugar de sancionar económicamente a la compañía, los inspectores emiten un requerimiento para que la aerolínea cumpla ciertas medidas en un periodo de tiempo.
Pasado ese plazo, ya en septiembre, la multinacional compareció ante la Inspección alegando la implementación de algunos cambios, como más tiempo entre vuelo y vuelo para recargar agua, entre otras. Los inspectores resuelven que Ryanair no había llevado a cabo “ninguna” de las medidas preventivas previstas del informe externo, ni tampoco las de su requerimiento, con la persistencia del riesgo constatado para la salud de los trabajadores.
En consecuencia, dictan dos actas de infracción por cada falta grave detectada, a las que añaden “la apreciación de circunstancias agravantes” por incumplir su mandato.
Dados los incumplimientos cometidos, tipificados como “graves” en la LISOS (Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social), la sanción total impuesta a Ryanair en este procedimiento puede rozar hasta los 100.000 euros en su grado máximo.
Las infracciones graves en materia de prevención de riesgos laborales están sancionadas, cada una de ellas, con multas que van desde los 2.451 a 49.180 euros, en su grado mínimo y máximo, respectivamente. El agravante puede llevar la multa a su grado máximo en cada caso, no más allá, según varios inspectores consultados. Así, el total podría llegar hasta los 98.360 euros.
Desde CCOO esperan “que haya un cumplimiento íntegro” de la resolución de la Inspección de Trabajo, con el acondicionamiento de los vehículos, que ahora también se enfrentan a las bajas temperaturas. En el sindicato subrayan lo que “está en riesgo es la salud de la plantilla”, como habían alertado los representantes de los trabajadores.
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