No encender todos los aparatos a la vez, ajustar la potencia contratada a la nueva estructura tarifaria o huir en lo posible del consumo en las horas punta (las más caras). Son las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a los consumidores ante la nueva tarifa de la luz que va a entrar en vigor el 1 de junio.
Una experiencia con la que, según el regulador, España va a introducir un modelo pionero con respecto a otros países, como ya hizo con los precios horarios de la tarifa semirregulada del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) que implantó en 2014.
El impacto en la factura del nuevo sistema dependerá de cada caso. En términos generales, según la CNMC, para la mayor parte de domésticos el componente regulado del recibo se reducirá un 6,7%, lo que implicaría un ahorro final aproximado del 3,3% para unos 19 millones de consumidores. Por el contrario, la factura de peajes y cargos aumentará “levemente”, unos 2 euros al mes, para los ya acogidos a peajes con discriminación horaria: unos 10 millones.
Actualmente los impuestos son el 21,4% de la factura de un doméstico, la energía pesa el 24,1% y el resto son esos dos componentes regulados: los peajes que fija la CNMC para retribuir a las redes (22%) y los cargos que establece el Gobierno (primas a las renovables, déficit del sistema eléctrico, extrapeninsulares…), que suponen el 32,6%.
Con el nuevo sistema, y según cálculos del organismo, si un consumidor medio doméstico (con una potencia contratada de 4 kW) recortase su potencia hasta 3,5 kW en el periodo de punta y la de valle hasta 2,3 kW, “obtendría una reducción del componente regulado del 6,8%”, que se traduciría en un ahorro final de la factura de en torno al 3,4%, dado que esa parte regulada (formada por los denominados peajes y los cargos) supone en torno a la mitad del recibo.
La CNMC señala que evitar simultanear el consumo de los electrodomésticos “podría inducir un ahorro de entre 200 euros y 300 euros anuales, para un consumidor con alto equipamiento eléctrico”, si ajustara la potencia contratada en las horas punta al nuevo modelo.
Si el consumidor, además de ajustar su potencia, traslada una pequeña parte del consumo del periodo de punta a los de llano y valle, “el ahorro en el componente regulado de la factura podría superar el 15%”. La CNMC recomienda desplazar el planchado (una de las actividades que más electricidad consumen) a periodos fuera de punta: así, planchar en periodo de llano en lugar de en punta “disminuiría el coste en 38 euros/año”.
Tres periodos diferenciados
La nueva tarifa aplica discriminación de precios a todos los consumidores domésticos con tres tramos horarios: punta, llano y valle. Los precios de los peajes y cargos serán diferentes entre los periodos horarios, tanto de potencia como de energía consumida.
El periodo punta, en el que el coste de los peajes y los cargos (la parte regulada del recibo) será más alto (un 95% más caro que el valle), estará comprendido entre las 10 y las 14 horas y las 18 y 22 horas; el tramo llano, con un coste intermedio (un 25% más barato que el de punta), se situará entre las 8 y las 10 horas, las 14 y las 18 horas y entre las 22 y 24 horas; y la tarifa valle, la más barata, se ubicará entre medianoche y las 8 de la mañana y se aplicará durante todas las horas de los fines de semana y festivos.
Con el nuevo sistema, todos los consumidores por defecto mantendrán su potencia actual, pero podrán contratar dos potencias diferenciadas: una en punta, de 8 de la mañana a 24 de la noche, y otra mucho más barata para el resto de las horas en días laborables, y todas las horas de sábados, domingos y festivos nacionales. De cara a posibles cambios, el consumidor va a tener información de sus potencias máximas por periodos horarios en su factura.
El objetivo de la nueva estructura es caminar hacia la descarbonización de la economía, incentivar la eficiencia y facilitar el despliegue del autoconsumo y el uso del coche eléctrico: que el consumidor “se involucre” y “haga un consumo inteligente”, explican desde el regulador.
Los nuevos periodos horarios se han distinguido en función de los costes del sistema (la llamada curva de carga) y cómo el consumo los incrementa o disminuye. A medida que el consumidor vaya adaptando sus hábitos a estos precios para que su factura, “puede haber modificaciones” y “probablemente haya que diferenciar las horas”.
La CNMC reconoce que con la introducción de los precios horarios de la energía en el PVPC “no se notó un cambio”, aunque subraya que el año tiene 8.760 horas y aquí se trata de establecer tres periodos y “es mucho más sencillo saber cuándo es más caro contratar y consumir la potencia”.
En el PVPC, para el que se mantiene el límite de 10 kW de potencia contratada, los comercializadores de referencia aplicarán directamente los nuevos peajes y cargos. Para los que están en el mercado libre el impacto dependerá de cómo se le traslade la comercializadora la variación del componente regulado de la factura. El comercializador “deberá comunicar los cambios con suficiente antelación y de forma clara y transparente”, recuerda el organismo.