Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

El Nord Stream 2, el gasoducto de la discordia que lucha por su supervivencia

Moscú —

0

Moscú, 30 ene (EFE).- El gasoducto Nord Stream 2, un proyecto de 9.500 millones de euros que permitiría a Rusia duplicar sus suministros directos de gas natural a Alemania, lucha por su supervivencia: choca con las sanciones de EE.UU. y la oposición de varios socios europeos de Berlín, que amenazan con hacerlo inviable.

Aunque el tendido a través de fondo del mar Báltico de los dos hilos de la obra, de 1.230 kilómetros de longitud, ha sido completado en un 94 %, su finalización suscita dudas incluso en el consorcio gasístico ruso Gazprom, que no ha descartado la cancelación del proyecto.

Los cambios en la postura de reguladores y socios “pueden conducir (...) a la suspensión o cancelación del proyecto”, admite Gazprom en un folleto para la colocación de eurobonos.

LAS SANCIONES ESTADOUNIDENSES SE DEJAN SENTIR

Y es que la presión de EE.UU., que impuso la semana pasada una nueva ronda de sanciones al barco que debía finalizar los trabajos de tendido -quedan unos 120 kilómetros en aguas danesas y unos 30 en alemanas-, ya ha ahuyentado a varios participantes en el proyecto.

Solo desde comienzo de año han renunciado al Nord Stream 2 la aseguradora suiza Zurich, la compañía danesa Ranboll y la certificadora internacional DNV.

También este mes abandonó Nord Stream 2 la primera empresa alemana, la constructora Bilfinger, pese a que el proyecto cuenta con el respaldo de la canciller federal, Angela Merkel, que sostiene que se trata de un proyecto puramente económico y considera inaceptable las sanciones estadounidenses.

EL SILENCIO DE GAZPROM Y LA AMENAZA DE NUEVAS SANCIONES

Gazprom y el operador del gasoducto guardan silencio sobre las perspectivas del proyecto, que lleva ya un año de retraso y es financiado en un 50 % por la francesa ENGIE, la austríaca OMV, la anglo-neerlandesa Shell y las alemanas Uniper y Wintershall.

Consultada por Efe, Gazprom remite a Nord Stream 2 AG, con sede en Suiza, y ésta rehusa hacer comentarios.

Mientras, el presidente de EE.UU., Joe Biden, parece dispuesto no solo a continuar sino a endurecer la política de su antecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, frente al gasoducto ruso, que elevaría de 55.000 a 110.000 millones de metros cúbicos de gas la capacidad de bombeo anual a través del mar Báltico si se suma al Nord Stream 1.

“Tengo la determinación de hacer lo que pueda por impedir que se complete” el Nord Stream 2, afirmó recientemente el nuevo secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

Y el Parlamento Europeo (PE) ha pedido a la Unión Europea (UE) frenar inmediatamente el polémico proyecto tras el encarcelamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni.

Dentro de la UE, Polonia y los países bálticos Lituania, Letonia y Estonia hacen frente común contra el gasoducto, que consideran una amenaza para la seguridad energética de la UE por aumentar la dependencia de Rusia.

Además, al igual que EE.UU., consideran que el Nord Stream 2 es un instrumento de Moscú para eliminar a Ucrania como país de tránsito para el gas que suministra a Europa y, con ello, privarla de sus ingresos por este concepto en castigo por su acercamiento a la UE.

RUSIA ACUSA A EE.UU. DE COMPETENCIA DESLEAL

Moscú, por su parte, ha denunciado que las sanciones estadounidenses son “competencia desleal” y asegura que el objetivo de Washington es desplazar a Rusia del mercado europeo para despejar el paso al gas natural licuado estadounidense, más caro que el que suministra Rusia.

“El Nord Stream 2 es, sin duda, como dos por dos son cuatro, beneficioso y ventajoso para la economía de Europa, en general, y para Alemania, en particular”, defendió en diciembre pasado el presidente ruso, Vladímir Putin.

¿El NORD STREAM 2 ESTÁ MUERTO?

“El Nord Stream 2 está muerto, y murió no ahora, sino en diciembre de 2019, cuando se firmó el acuerdo de tránsito entre Rusia y Ucrania” hasta 2024, dijo a Efe el analista Mijaíl Krutijin, asociado de la consultora RusEnergy.

El experto subrayó que el principal objetivo de la construcción del Nord Stream 2 era geopolítico, y no económico, ya que de lo que se trataba era de “eludir el tránsito del gas por el territorio de Ucrania”.

“Tras el acuerdo ruso-ucraniano para el tránsito del gas a través de Ucrania, el Nord Stream 2 es absolutamente innecesario”, recalcó.

Krutijin sostiene que los 51.000 millones de metros cúbicos de gas que Alemania puede recibir por el Nord Stream 1 y los 30.000 millones desde Polonia, vía Ucrania y Bielorrusia, son más que suficientes para cubrir sus necesidades.

Pero el Gobierno alemán insiste en que el gasoducto es clave para la transición hacia energías renovables y su plan de abandono de las centrales nucleares y de carbón.